Durante mi camino de regreso estuve muy pensativo. Y seguramente Madeline al día siguiente me estaría molestando con lo que pasó hoy. Si es que ella sabe lo que conversamos, quiere decir que no estoy loco y que ella no es de aquí. Pero si no lo sabe...
Esperé ansiosamente mi respuesta definitiva, y al día siguiente cuando desperté lo único que esperaba era que Madeline tocara el tema.
Esta vez me bañé y me cambié lo más rápido que pude, aunque ya se me había terminado el pan y el té, tenía que pasar ayunas y sentí un poco de miedo porque sabía que no he trabajado lo suficiente. Pero podía soportar al menos este día sin comer, quería pensar que hoy por fin resolvería todas mis dudas.
Salí fugazmente de mi casa y cuando vi a lo lejos la puerta principal, corrí entusiasmado por llegar. Pero tenía que mostrarme sereno, como si nada hubiera pasado.—Buen día.
—¿Y bien, cómo te fue?
—Normal, nada del otro mundo.
—Oh, vaya.
—Y... ¿No sabes?
—¿Saber qué?
—Lo que pasó. Todo lo que hablamos.
—¡Jajaja!, hombre, si no soy adivina, por algo pregunté.
—Pero tú siempre lo sabes todo, pareciera que esta situación es un juego que tú misma haz estado planeando.
—Wow, que aseveraciones me estás adjudicando, simplemente es una chica que me parece linda y para tu personalidad no te vendría mal salir con alguien, quizá te quite un poco la amargura.
—¿Entonces tú no...?
—Romanos 12:9 "El amor sea sin fingimiento, aborrece lo malo, sigue lo bueno". Eso es algo que te vendría bien a ti.
—¿Y cómo explicas todas tus frases bíblicas?
—¿Acaso una persona no puede cultivarse un poco en cuanto a su creencia?Sus respuestas eran claras, concisas, concretas y las decía de manera firme y segura. Por un momento me hizo creer que entonces todo esto había sido un simple revoltijo que yo mismo creé en mi mente.
Pero no. Algo muy dentro de mí seguía con el mismo presentimiento, y no se puede quedar así.
—¡Por cierto!, Esta es tu paga, después me agradeces
—Eran 120 libras esterlinas. Me serviría para comer durante la semana, no era nada malo considerando el tiempo que he trabajado, lo sentí como una fortuna.
—¿Por qué haces todo esto?
—¿Y por qué no?
Maldita sea, me estaba causando un remordimiento interior y las dudas seguían permanentes dentro de mí, pero ya no sabía qué más hacer. Quizá sólo debería ignorarlo y continuar con mi vida como si nada de esto hubiera sucedido.A la misma hora, como ya era costumbre, después de atender algunos rostros sonrientes y unos no tanto, Liliana llegó. Esta vez un poco más arreglada, con su cabello recogido y con un maquillaje perfectamente atenuado, con labios color morado, un color no muy común pero que no le iba mal.
—Hola, ¿cómo estás?
Wow, esto sí que había sido sorprendente, después de mostrarse indiferente cada vez que venía aquí ahora me saludaba. Esto es quizá una señal de que sí era sólo cuestión de tiempo.
—Hola, que sorpresa.
—¿Por qué lo dices?
—Porque ahora hasta viniste a saludar.
—Oh, lo siento...
—No no no, sólo era una broma.
—No, no te preocupes.
—Vamos, no es para tanto, fue sólo un poco de sarcasmo.
—Sí, lo noté, pero no te preocupes
—Está bien, un café negro, ¿verdad?
—Sí, por favor.Madeline escuchó a Liliana y fue por su café. Así que tuvimos un pequeño momento a solas.
—Sabes, estaba pensando un poco y, creo que nos fuimos algo rápido —me preguntó.
—¿Rápido? —respondí.
—Sí, hablamos pero creo que no fue lo suficiente, y me gustaría que una vez más lo hiciéramos, ¿te parece?
—Ahh, sí, seguro. Sólo espera el fin de semana, ya falté bastante aquí y ya no quiero causar una mala imagen.
—No te apures, entonces nos veremos luego.
—Claro.
En ese momento Madeline regresó con su café en mano.
—Bueno, nos vemos.
—Hasta luego.
La acompañé hasta la puerta y vi como lentamente se iba.—No estuvo mal, eh —dijo Madeline.
—¡Ahí está!, Entonces tú lo sabías.
—¿Saber qué?
—Sí, tú tenías planeado todo esto, que ella viniera y me pidiera salir, todo esto lo estás tramando tú.
—Si sabes que este lugar es pequeño y puedo escucharlos cuando estoy a menos de 40 metros de distancia, ¿no?«Oh, maldito idiota»
—¿Pero entonces?
—Tus propios pensamientos te han estado atormentando todo este tiempo.
—Pero si hasta supiste lo que estaba pensando una vez.
—¡Eres realmente un fanático obsesivo por establecer tu propia verdad!, las cosas no son lo que parecen ser.Al llegar a este punto yo ya no sabía con certeza qué era lo que estaba pasando, ni lo que yo estaba haciendo entonces. Madeline sonaba tan segura que una vez más me hizo dudar. Pero hasta ahora ya había quedado totalmente claro. Ella no pensaba confesar ni una sola palabra, y si realmente sus palabras eran verdad, ya no sabía qué hacer con Liliana. ¿Ahora cómo me desago de ella?
No tengo como contactarla ahora para cancelar, y si lo hago me veré muy descortés. Aunque para ser sincero, no me interesa.
Maldición, no siento ningún tipo de atracción, y realmente no me interesa tener ningún tipo de relación.
Puedo sobrevivir tranquilo con lo que tengo y no estoy para un noviazgo infantil.—¿Qué sucede?, te veo un poco raro —dijo Madeline—.
—No, no es nada.
—Tienes suerte de que hoy los clientes ya se hayan ido a trabajar, ¿Por qué no vas a sentarte en la silla que está junto a la ventana?, Despeja tu mente un poco.Agradezco su atención, es lo más normal y humano que me ha dicho desde que la conozco. Así que será mejor que le haga caso.
Fui y me senté, tenía una taza de café endulzado bastante caliente en mi mesa y al lado mío la ventana con vista opaca hacia la calle, pues el imponente frío cubría la ciudad con un poco de neblina, pero aún así podía ver como la gente caminaba felizmente por las calles sin propósito alguno, solamente vivir el presente.
Toda mi vida he pensado que el hombre necesita sentirse de todas las formas posibles para tener la dicha de saber lo que es estar vivo, es decir; desde que eres pequeño tu familia trata de meterte forzosamente la vaga idea de que lo único que tienes que buscar durante tu estadía en este mundo es la felicidad. Pero ¿Te imaginas un mundo feliz?
Simplemente de pensarlo perdería mis ganas de pertenecer aquí. La felicidad es sencillamente un momento de satisfacción o placer por algún logro, unas palabras, ver a un familiar o un ser querido sano, o por el simple hecho de estar vivo un día más. Pero la felicidad continua se transforma en monotonía, perdiendo su propia esencia y cambiando a una matiz neutra donde el sentimiento se acaba, el solo sentir una misma emoción durante tanto tiempo es capaz de asfixiarte en el vacío eterno de la autorreflexión y es la perfecta demostración de como la misma felicidad te puede llevar hasta los límites de la ansiedad.
«Tus peores pesadillas se volverán realidad».
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Liliana
RandomEn la deriva de alguna estrella fallecida, se escribe la última carta con lágrimas de esperanza de volver a lo que alguna vez fui. Luzbel me arrebató lo único que tenía, mi castigo es una eternidad de reflexión y asumiré toda la culpa. «Te extraño t...