Contra reloj

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Creo que con tanto pensamiento así terminaré muriendo joven, pero qué más da, no veo ningún prospecto ni meta que me motive a ser algo más relevante o trascendente en mi vida. Ni siquiera yo mismo. Sólo me espera seguir atendiendo los clientes que lleguen y esperar la hora de volver a casa.

¿Mi futuro?
La verdad es que me pondría mejor no pensar en él, no puedo ver algo prometedor aunque lo intente.
Quienes pasan, llegan y se van. Muchos rostros que jamás volveremos a ver, como simples almas que se cruzan temporalmente por tu camino y después regresan a su propia ruta.
¿Destino?
El destino es un lugar que muchos creen tener en su poder de elección, otros, por su parte; dicen que no depende de ellos y que está escrito incluso antes de comenzar el camino.
La realidad es simplemente cuestión de opiniones, quien diga que está en tus manos es porque lo logró, y en su contraste; quien diga que está escrito es porque fracasó.
Pero como siempre, lo más importante es quien se atrevió a intentarlo, a diferencia de conformarse con disparar muy abajo.

Sin embargo, muchos siguen creyendo que todos somos hermanos y hermanas. "Todos sangramos del mismo tono".

Sólo espero que los días pasen tan rápido y sencillo como darle vuelta a la página. El libro que escribo no parece terminar esta novela corta.
Pero, falta algo, ¿no es verdad?
Liliana no se apareció en la cafetería hoy. Y es bastante raro, pues venía prácticamente a diario, a la misma hora. Me pregunto si será así el resto de la semana.
Tengo que cancelarle.

Fue tal como lo pensé. Liliana no se apareció.
Mi rutina seguía siendo la misma, pero por alguna extraña razón su ausencia tomaba presencia al sentir su esencia en mi mente.
Mi vida sólo se resumía en despertar, lavarme los dientes, tomar un poco de té con un asqueroso pan duro y salir a trabajar, únicamente para regresar y volver a dormir.
No hay ningún tipo de matiz en mi vida que no sea gris.
La esperanza crece pero en sentido contrario, es como si mis ideales prosperan desde abajo.
Madeline me ha estado insistiendo mucho para que salga con ella, y me advirtió sobre alguien, pero, ¿de quién se trata?

¿Qué es lo que existe en el exterior que no hemos conocido aún?
Existen energías que son capaces de enlazar nuestra percepción del mundo que sentimos con algún otro distinto.
Los cobardemente valientes que se atreven a experimentar con cierta clase de frecuencias a través de los sentidos han recibido respuestas de todo tipo, tanto de quienes fracasaron en el intento y no hallaron nada, como de quienes dicen, lograron adentrarse y lo que encontraron dentro, los hizo no volver a intentarlo.
Hay relatos de quienes creen en la resurrección, hay quienes piensan que todo acaba cuando el cuerpo fallece, o como la iglesia lo describe: Según tu comportamiento en la tierra te espera la bienvenida de dios en el cielo, o el sufrimiento eterno en infierno.
No podemos afirmar con certeza que esto sea cierto ni falso, la respuesta definitiva la sabremos cuando llegue el momento de partir.

Madeline ahora se había comportado bastante serena, hoy no habían frases, ni acertijos, ni ningún tipo de mensajes que presentaran sospechas. Podía admitir que el ambiente ahora se había calmado, al menos para mí. Pero al mismo tiempo lo sentía descafeinado, no me quedaba otra opción más que esperar.

Imagina las manecillas del reloj frente a ti, segundo a segundo, se mueven continuamente dentro de tu cabeza, se acerca algún acontecimiento que podría cambiar tu vida por completo, pues cuando no pasa nada, es el momento perfecto para que ocurra algo extraordinario.

Ya era jueves y durante toda la semana Liliana no puso ni un pie cerca de la cafetería, ahora me dejaba el presentimiento de que no vendría, pero mejor para mí, ¿verdad?

—Oye, Madeline.
—¿Qué sucede?
—¿No haz sabido nada de Liliana?
—¿Por qué tendría que saberlo?
—No, es que no ha venido estos días y se supone que saldríamos mañana.
«Sí, ya no podía cancelarle»
—Tranquilo, seguramente vendrá, pero si a ti no te gusta entonces ¿por qué estás tan preocupado?
—No lo estoy, es sólo que es un poco raro.
—Ten paciencia y no te sugestiones.

Wow, ahora Madeline no enuncia ninguna frase, sus respuestas se sentían un poco frías y cortantes, pero de todos modos le creí hasta cierto punto. Quizá mañana no se aparezca y toda esta historia se haya terminado.

Llegó el viernes, me levanté, me lavé mis dientes, tomé la misma chaqueta pero esta vez me perfumé un poco, aunque sea por esta ocasión, que el perfume endulce un poco el día.
Siete de la mañana y la cafetería abierta, Madeline esperando como es costumbre y no hago otra cosa que acomodar las mesas y las sillas, y regar un poco las flores que están de adorno.
Pero me sentía muy apenado, estoy totalmente consciente que no he trabajado tanto y a pesar de eso Madeline ha sido buena conmigo, pero eso no evita que me sienta así.

—Madeline, sabes, siento mucho que no he laborado tanto como debería.
—Oh, no te preocupes, no es nada, la verdad tampoco es un trabajo del otro mundo o que sea bastante difícil como para que lo sostenga yo sola.
—Lo siento mucho.
—No te preocupes, eres un chico joven, tienes que vivir y experimentar mucho, mentalmente estás envejeciendo rápido aunque tu físico diga lo contrario.
—Jaja, tomaré eso como un halago

Aún es muy temprano, los primeros clientes llegaron pero Liliana aún no se aparecía, a pesar de no ser hora pactada, pero ya me estaba programando a mí mismo la idea de que no llegaría, y por un momento me detuve frente a la ventana tan sólo para pensar un poco.

«¿Qué tanto puede salir mal?»
Liliana no es una mala chica, aunque no la conozco mucho pero debo reconocer que algo hizo bien como para dejarme un poco intrigado durante estos días.
Pero al mismo tiempo, tengo que admitir que no es la primera vez que me siento así, es como si hubiera perdido mi interés en cualquier persona hace mucho tiempo, ya han sido distintos casos donde soy yo quien da marcha atrás por no sentir lo mismo y todo tiene que parar. Creo que también ha sido por ver tantos materiales ninguneado algún corazón ciego o que intencionalmente no quiere ver. Sólo dejan la evidencia de estar hambrientos de riqueza.
Es una lástima, incluso tomé de mi repisa uno de mis perfumes preferidos.

—Oye, chico —exclamó Madeline.
—¿Qué sucede?
—Te están esperando.
—¿Qué?
—Mira hacia la puerta.

¡Sí, es verdad, sí es real!, Allí estaba, recargada en la orilla de la entrada principal, con una mano puesta sobre su cabello y su suave sonrisa que alimentaba de alegría y tranquilidad su alma embelleciendo su figura.
Su cabello totalmente liso de color negro, facciones que hacían ver más linda y coqueta su sonrisa. Qué linda se veía, debo confesar.

«Hay infinidad de sentimientos que surgen cuando no nos damos cuenta, pero muchas veces el rencor y la crueldad se adueñan de nosotros, nos volvemos en seres malignos que no miden las consecuencias de sus actos».

«¿Tan arrepentido estás de no cancelar?, ¿qué es lo que sientes?, ¿estás seguro?, ¿estás confundido?, las cosas no son como parecen».

LilianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora