Había tomado mi firme decisión, me sentía seguro y sabía que era lo correcto. Tenía que deshacerme de ella y acabar con todo esto de una vez por todas.
«Estás yendo demasiado lejos».
No podía creer en lo que había caído, y peor aún no haber salido.
Maldito escarnio.
Esas dos me han compuesto una dulce sátira con sarcásticos versos de horrible ironía.
¿Realmente habían sido bromas todo este tiempo?, ¿por qué su intención de jugar mentalmente conmigo?
Es inútil, sólo escucho voces hilarantes una y otra vez en tonos burlescos«La trampa, el juego, la amenaza, haz perdido, ¡estás atrapado!, es formidable».
¿Qué diablos está pasando?
Es como si alguien estuviera invadiendo mis pensamientos.
Estoy tratando de retomar el camino.
Mi confusión se adjunta mientras el vértigo viene pero me dice que todo está bien.
Aquí es donde descansamos en paz
Mi mente guardará por siempre tu rostro como si sólo hubiera sido un sueño.
«Dios, perdóname, he pecado, nunca he amado».
Maldición, pero ella ya se ha enamorado, no quiero verme en la penosa necesidad de hacer pedazos su maltrecho corazón, pero creo que no tengo otra opción.No me tomó mucho tiempo decidir lo que haría, y si te preguntas: ¿cómo es posible decidir tan rápido después de un momento así?
No es la primera vez que me sucede algo similar, he tenido diferentes experiencias a lo largo de mi vida y he aprendido a diferenciar las señales que te muestran si realmente es lo indicado.El enamoramiento es un simple invento que ha proliferado entre las masas y su concepción ha sido abaratada con el pasar de los años.
Nunca te enamoras por lo que dices estarlo; no es la sinceridad, no es la confianza, no es la fidelidad, no son los detalles, no son las buenas acciones ni los sacrificios.
Todas las mentiras que te haz estado repitiendo durante toda tu vida y encerrado en la burbuja donde guardas tu falsa nobleza.
El enamoramiento surge por todo aquello que te imaginas que esa otra persona hará por ti o por lo que puede ser estando juntos, mas no por lo que
es en realidad.
Pero déjame decirte que todas esas falacias sólo existen en tus recónditos pensamientos.
Nuestra mente automáticamente diseña el prototipo ideal de nuestra pareja perfecta y creemos que la hemos encontrado cuando aún no la hemos conocido a profundidad.
El enamoramiento se lo crea uno mismo en base a lo que cree, y no de lo que ve.
Como vil animal, acecha cualquier presa para flechar a tu cruel mentira.Al día siguiente, convencido de lo que haría me comportaba con serenidad, sin resentimiento alguno, pues no sería acabar de un sólo golpe con todo como dar vuelta a la página, sino poco a poco ir cortando las alas de un viaje que nunca tuvo que despegar.
—Buen día.
—Hola, ¿cómo te sientes hoy?
—Quiero suponer que bien.
—Por cierto, ¿ya pensaste mejor las cosas?
—Sí.
—¿Ya sabes lo que harás?
—Totalmente.
—Te vas a arrepentir.
—¿Cómo estás tan segura?
—El odio y el abandono son simplemente las actitudes de un patán, y ese adjetivo no creo que encaje con la persona que eres en realidad.
—¿Entonces sabes lo que pienso hacer?
—Sólo sé que no es lo correcto.
—Para ti.Estaba tratando de dominar su propio juego para contraatacar, que ahora sea ella misma quien muerda el anzuelo.
«Esta vez me juré no dejarme manipular por lo que ella sea capaz de decir, no importa que pueda leer mi mente».En ese momento, Madeline bastante angustiada tomó mi mano y me vio fijamente a los ojos.
«¡¿Por qué mierda está llorando?!»
—En este mundo los débiles existen para humillar a los fuertes, y los ilusos para asombrar a los inteligentes. No tienes porqué hacerlo...
—¿Cómo sabes lo que pienso hacer?
—Él vendrá, no dejes que lo haga, no la dejes ir, no permitas que cobre fuerza.
—¿Qué carajo estás hablando?, ¡habla ya de una vez!, ¡confiesa quién eres tú en realidad!
—No puedo. ¡Él ya está aquí!
—¡¿Por qué?!, ¡¿de quién hablas?!, ¡Ya es hora que dejes de hacer tus estúpidos juegos!
—Por favor... No lo hagas.
—Estoy bien, haré lo que tengo que hacer, y nadie podrá detenerme, aunque quieras seguir jugando con mi mente.Madeline trató de consolarse a sí misma, su boca se deformaba y trataba de soportar la fuerza de sus ojos en querer cerrarse y explorar en llanto.
—Sabes, mejor ve a la bodega a tranquilizarte, yo atenderé y serviré a quien llegue.
Madeline permanecía quieta, no me contestaba y no se movía para nada, así que tuve que llevarla yo mismo.Liliana volvió, entusiasmada por verme, con su clásica sonrisa de oreja a oreja mientras mordía sus labios en su lenguaje que derrochaba un agridulce glamour.
—Hola, ¿cómo estás?
—Bien, ¿y tú?
—Muy bien, muchas gracias, oye, quiero mostrarte algo.
En ese momento me mostró una bolsa de donde sacó la pintura de una mujer.
—¿Eso qué es?
—Soy yo, mi hermana me hizo un retrato.
—Oh, sí, ya veo.
—Está muy lindo, incluso en pintura puedo verme bella, ¿verdad?
—¿Tienes hermana?
—Ah... Pero
—¿Qué?
—La pintura.
—Sí, ya me la mostraste.
—¿Me estás ignorando?
—No, para nada.
Igual que la vez anterior, quiso ignorar mi cortante comportamiento y sólo cambiar de tema.
—Bueno, oye, escuché que el viernes habría una lluvia de estrellas, ¿por qué no las vemos juntos?
—¡Seguro que sí quiere! —gritó Madeline desde la repisa.«¿Ahora qué mierda estás haciendo?» pensé.
Solamente volteé a verla con gran desprecio. Pero ella lo ignoró, aunque sabía que ya me había desquiciado.
—Claro que quiere, este chico sólo está molesto porque aún no le he pagado y por esa razón está un poco frustrado.
—Oh, ya entiendo, bueno no importa, entonces nos vemos el viernes, ¿vale?
—... Vale. —respondí tratando de ocultar mi gran molestía.
Liliana se acercó a mí y sin importarle mi rostro enfurecido, me dio un pequeño beso en la mejilla, como suele hacerlo y me abrazó, tratando de mejorar mi mal humor con su dulce cariño.
Cuando se fue, finalmente pude desahogarme como quería.—¡¿Qué estupidez acabas de hacer?!
—¡Es que tú no lo entiendes!
—¡¿Entender qué?!
—¡Tienes que salvarla!
—¡¿Salvarla de quién?!, todo este
maldito tiempo he estado tratando de descifrar tus estúpidos acertijos, he tenido que pensar en todas tus referencias y por tu maldita culpa ahora estoy envuelto con una chica por la que yo no siendo nada, ¡¿QUÉ MÁS TENGO QUE HACER PARA QUE ESTÉS FELIZ?!Las lágrimas de sufrimiento inundaban el rostro entero de Madeline, ella simplemente me tomó las mejillas y sin decir nada soltaba en llanto.
Ya tuve suficiente con sus estúpidos juegos. Si lo que querían era jugar sucio. Lo tendrán.

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Liliana
RandomEn la deriva de alguna estrella fallecida, se escribe la última carta con lágrimas de esperanza de volver a lo que alguna vez fui. Luzbel me arrebató lo único que tenía, mi castigo es una eternidad de reflexión y asumiré toda la culpa. «Te extraño t...