Secretos del pasado (BTS Y Tu)

Es hora de que te detengas

- Es hora de que te detengas.- no sabía a qué se refería pero Tae parecía si saberlo.

- No quiero. Haré lo que quiera.

- Ella no es como una chica normal.- respondió Jimin, en ese momento supe que hablaba de mí.

- Todos sois iguales, si vosotros pensáis eso de ella, como quieres que ella deje de pensarlo. No es cruel que tú mismo pienses que estorbas, que no deberías relacionarte con los demás porque les traerás problemas. Por esa razón ella siempre piensa con la cabeza.

- Ella sabe lo que es y que no podrá estar en un futuro. Así que no te aferres a ella, porque ella es una asesina. Nos puede estar ayudado pero lo quieras o no es lo que es. Y ella mejor que nadie lo sabe, ya has visto por más que intenta huir esto la persigue, así que si te involucras con ella, ella te involucrara en esta clase de vida y no todos estamos dispuestos a seguirte. Así que si tienes algún sentimiento por ella, mátalo antes de que comience a crecer.- al escuchar esas palabras bajé las escaleras y me dirigí hacia la puerta principal para marcharme cuando Jungkook me interceptó.

- La cocina esta para el otro lado.- expresó Jungkook tras agarrarme del brazo.

- Lo sé, pero tengo que hacer algunas cosas. Hoy volveré tarde.- respondí con una sonrisa antes de marcharme. Le esquivé y salí de la casa.

Terminé caminando por la orilla de la playa mientras que mis pies se mojaban con el agua.

Miré más allá de ese mar preguntándome si tal vez allí habría algo adecuado para mí.

Jimin tenía razón cuando dijo esas palabras, lo que soy no cambiará por más que el pasado fuera diferente, porque esté presente siempre perseguirá a mi futuro por más que se convierta en pasado.

Esto es lo que soy, y no podrá ser rescrito ni cambiado. Esto no era una historia con un final feliz, esto era la vida real.

Salí del agua y me senté en la arena mientras que miraba como las olas se iban y volvían.

- Tengo hambre.- expresé tras escuchar rugir mi estómago.

Me levanté y comencé a caminar hacia las tiendas. Estaban un poco lejos, pero no tenía nada mejor que hacer, por lo que caminé despacio dejando pasar el mayor tiempo posible.

- Hola.- añadió una de las señoras que vi la vez pasada.

- Hola.- expresé con una sonrisa.

- Hoy no vienes con tus hermanos.- contestó al verme sola.

- Hoy, solo vengo yo. Tenía algo de hambre y vine a comprar algo.- respondí tras pasar para dentro y coger algo de comida, me acerqué a la caja y pagué rápidamente para poder marcharme.

Realmente estaba acostumbrada a no hablar demasiado, dar explicaciones me molestaba y no podía negar que esas personas las querían, por lo que intenté no hablar demasiado.