Secretos del pasado (BTS Y Tu)

¿Tú que crees?

- ¿Desde cuando sabes que Ahn es el hijo de Blake?

- Bueno, recordé algo así que lo supe. Ahn me dejó con Blake, esperando a que él me matará o yo que sé. Aunque lo que nunca esperó es que me entrenara.

- Me alegra que no haya tomado esa decisión. La lucha es lo mejor que te pudo dar ahora mismo. - Acarició mi cabeza con gentileza y después me ayudó a meterme en la cama.

- Sí. - expresé escuetamente.

- ¿Hay algo que te preocupa? - preguntó tras mirarme. Iba a decirle que no, cuando Ahn me llamó al teléfono. - No contestes. - me arrebató el teléfono móvil y después se lo guardo.

- No puedo no contestarlo. Si no lo hago me buscará y eso será mucho peor. - extendí mi mano y esperé a que recapacitara.

- Vale, pero quiero escucharlo. - me dejó el teléfono móvil y después se sentó al otro lado de la cama para escuchar sus palabras. Estaba tan cerca de mí, que por un segundo pensé en lanzar el móvil lejos y lanzarme hacia sus brazos. - ¿No ibas a contestar? - preguntó tras mirarme.

- Si, desde luego que voy hacerlo. - mostré una pequeña mueca y después agarré el teléfono. - Hola, ¿Qué pasa?

- ¿Cómo estás? - preguntó al instante. 

- Estoy bien, solo quiero descansar un poco. - respondí 

- Dónde estás, iré a verte. - su insistencia me molestaba demasiado pero no parecía ser al único que le molestaba y eso sin duda me gustaba.

- No, quiero estar sola. Si Ian pregunta, inventa una excusa. No quiero ir a la empresa por unos días. Gracias por preocuparte por mí. - pronuncié antes de colgar. No quería escuchar sus palabras, su voz me molestaba demasiado y a la vez me enfurecía.

- Parece que le gustas.

- Bueno, me esforcé en ello. - pronuncié con una sonrisa. - ¿Acaso estás molesto? - pregunté tras levantar mis ojos hacia él.

- ¿Molesto?  ¿Quién esta molesto? Solo te digo que ese hombre esta loco y sería capaz de hacer cualquier cosa por ti.

- Y cuento con ello. - respondí tras girarme hacia él y sentarme en frente suya.

- ¿Qué tramas? - preguntó tras observarme.

- Quiero que traicione a Ian por mí. - respondí tras mirarlo seriamente.

- A veces das miedo. - 

- Lo sé, y me encanta, pero ahora mismo lo último que quiero hacer es hablar de Ahn o de mis planes. - expresé tras acercarme ligeramente a él.

- ¿Y qué es lo primero que quieres hacer? - preguntó tras mirarme fijamente. Pude notar como sus ojos se deslizaron hacia mi boca. Esbocé una pequeña sonrisa y me acerqué más él hasta llegar hasta su oído.

- ¿Tú que crees? Te quiero a ti. - le susurré, esperando que aquellas palabras le provocarán. 

Sin duda aquello había funcionado. Me había volcado en la cama y ahora estaba encima de mí. Su cuerpo estaba pegado al mío.

Sus codos estaban posados en la cama mientras que me miraba por un segundo. No había culpa, no había nada más que un deseo incontrolable por el otro. Lo quería, lo deseaba desde que aquel sueño se coló en mi mente. Quería aquella mano por mi cuerpo y aquellos labios en los míos.