Cogí el autobús y me dirigí hacia aquel lugar en donde guardaba mi coche. No obstante, aquel camino se hizo pesado. No solo por los comentarios de la gente, sino también por el olor a sangre que llevaba conmigo. Cerré mis ojos y dejé que mi mente me llevará a otro lugar, pero al parecer el plan de mi mente no era más que mostrarme más sangre, y aunque no podía decir que no había pensado en ello, en tener a Ian bajo mis pies. No era algo que quería pensar en ese momento.
Al llegar bajé del autobús y caminé por aquellas callejuelas con mis ojos puestos en cada rincón. estaba aturdida y lo último que necesitaba era que alguien saliera de algún recoveco para sorprenderme, necesitaba cada gota de energía que quedaba en mí, para conducir hasta la casa. Seguía sin fiarme de Ahn y de Ian y no era para menos, por lo que revisé mi ropa y mi bolso en busca de algo que les indicara mi paradero, pero parecía que no era de aquella manera.
Me monté en el coche y conduje hasta la casa. La velocidad a la que iba era demasiada, no solo para no ver bien, sino para poder ir por aquellas carreteras, pero me sentía débil y por más que no quisiera decirlo... Necesitaba ayudaba. Nunca había estado en ese estado y me molestaba demasiado. Aparqué el coche en la entrada y salí rápidamente hacia la puerta. Toqué el timbre de la misma mientras que me apoyaba en la fachada, eso evitaba que me precipitara hacia el suelo.
- Tn. - en ese momento todas las voces me sonaron iguales, pero había una diferencia esas voces me hicieron saber que no estaba sola. Había llegado a casa, había formado un hogar. Fue ahí cuando perdí mi conciencia, mi cuerpo había dejado de estar en alerta y estaba confiando en ellos para cuidarme.
- ¿Dónde estoy? - mis ojos aún nublados me impedían enfocar el cuarto en el que estaba.
- Estas en casa. - pronunció Suga.
- ¿Qué haces aquí? - pregunté tras incorporarme ligeramente y mirarlo. Allí estaba en una silla, sentado esperando a que me despertara. - Nunca imaginé que serías tú el que me estaría cuidando.
- Dijiste que cuando llegáramos a casa podría hacer lo que quiera, es lo que estoy haciendo. - ahora lo entendía, después de tanto tiempo había decido confiar en mí. Sin duda eramos más parecidos de lo que un principio pensé.
- ¿Dónde esta Blake? - pregunté tras sentarme en la cama, lista para salir.
- Él esta en el hospital o eso creemos. - pronunció
- ¿Cómo que eso creéis? - me levanté definitivamente y caminé hacia al puerta.
- Nada de ir a por Blake, te quedas aquí. - expresó Namjoon tras aparecer en la puerta.
- Quiero saber como está. - expresé.
- Estoy bien. Gracias a una idiota. - añadió mientras que subía las escaleras y caminaba hacia nosotros.
- ¿Me estás llamando idiota? - pregunté tras esquivar a Namjoon e ir hacia él.
- ¿Cómo quieres que te llame? Estabas herida y me elegiste salvarme a mí, en lugar de a ti misma y para colmo te vas con Ahn.
- No tuve opción, pero como ves estoy sana y salva. Mejor que tú desde luego. - pronuncié tras mirarlo y ver como necesitaba apoyarse para poder estar de pie.
- Pudiste haberme dejado. Era tu momento perfecto para librarte de mí. Mi propio hijo lo hizo.
- No soy como tu hijo. Además, ¿Quién dijo que quiero librarme de ti? - en ese momento en su rostro se dibujo una sonrisa. Con aquellas palabras estaba diciendo más te vale que sigas vivo, solo yo puedo matarte y jamás lo haría.
- Ahora que lo has visto, vete a descansar. - pronunció Namjoon tras agarrarme de los hombros y dirigirme hacia mi cuarto.
- Vale, tampoco hace falta que me obligues. Estoy agotada. - expresé.
- Ya me encargo yo de ella, ve a descansar. - al instante Suga salió del cuarto y después nos dejó a solas.
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Secretos del pasado (BTS Y Tu)
FanfictionTN una chica de apena 20 años, decide escapar de todo cuanto ha vivido hasta ahora. Una vida llena de oscuridad, de catástrofe y de terror. No obstante, todo cambia cuando BTS se presenta en la puerta de su casa. Sin duda algo que en un primer mome...