Secretos del pasado (BTS Y Tu)

Era demasiado tarde, me había enamorado

- ¿Por qué pides perdón?- pregunté tras agarrar con fuerza su camiseta.-

- Tu no fuiste el que los mató.- respondí con rabia. Al escuchar mis palabras, me abrazó con más fuerza.

- Traeré algo de agua.- contestó tras intentar separarse de mí.

- Solo quédate así un poco más de tiempo.- expresé mientras que me aferraba a él.

- No voy a marcharme.- expresó tras agarrar mis manos y sentarse en el suelo, después me acurrucó en su pecho mientras que acariciaba mi cabeza con suavidad.

Su mano se sentía cálida, cada caricia que hacía me hacía sentir más tranquila, hasta el punto de quedarme dormida.

Al despertarme, pude ver a Namjoon apoyado en la pared y con una de sus manos en mi cabeza. Me moví ligeramente para levantarme, tras mirarle, no pude evitar agacharme y aproximarme hasta él.

- Parece un Ángel.- expresé mientras que lo miraba un poco embobada, iba a levantar mi mano para tocar su rostro cuando abrió los ojos.

- ¡Ah!.- grité tras encontrarme con sus ojos y sorprenderme, por lo que al instante se movió y me tapó la boca.

- No soy yo el que estaba a dos centímetros de distancia.- expresó tras destapar mi boca.

- No sabría que decirte.- contesté tras estar prácticamente encima de mí.

- Lo siento.- expresó tras retirarse, por lo qué me incorporé ligeramente y me senté en el suelo.- ¿Por qué estabas tan cerca?- preguntó tras mirarme.

- Por nada.- contesté antes de levantarme. Ese cuarto estaba cerrado por lo que no podía saber cuánto tiempo había pasado, me acerqué a la ventana y subí la persiana, en ese momento me di cuenta de que era de noche.

- No me creo esa excusa.- contestó tras acercarse.

- Puedes creer lo que quieras.- respondí mirando el exterior.

- Bien, entonces creeré que es porque me encuentras muy atractivo. ¿Qué es lo que estás mirando?- preguntó tras ver que no apartaba mi vista.

- Nada, solo quería ver lo que veía cuando era pequeña.- contesté antes de mirarle.

- Recordaste algo antes.- contestó un tanto preocupado.

- Sí, pero... estoy segura que no necesito recordar nada más.- respondí con una media sonrisa.

- Eso me hace preocuparme aún más. No sonrías de esa manera.- contestó tras posar su mano en mi cabeza.- Estaré aquí pase lo que pase.

- Gracias.- contesté tras abrazarle, no pude contenerme, aunque desde el fondo de mi corazón sabía que debía hacerlo. No obstante, era tarde, ya me había enamorado.