Secretos del pasado (BTS Y Tu)

Comienza el plan

- Él te espera.- contestó tras salir de allí. Sin dudarlo, toqué el pomo de la puerta y después la abrí. Allí estaba de pie en su escritorio, mirándome como si de un fantasma se tratara. Podía ver que realmente estaba sorprendido, tanto que tardo en reaccionar.

- Tn.- de aquella boca sucia salió mi nombre. sentía tanto asco que deseé que no lo dijera ni una vez más.- No sabes el tiempo que he estado buscándote

- ¿Quién eres?- pregunté mientras que daba un paso hacia atrás. 

El miedo no era una opción cuando se trataba de mí, pero era obvio que debía de demostrarlo. Salió detrás de su escritorio, por lo que lo observé detalladamente. 

Su piel era pálida, era más o menos alto, tal vez 1' 80 metros. Su pelo era negro, no obstante se le podían notar ciertas canas en su cabello. Sus ojos marrones llenos de maldad, de resentimiento, pero enmascarados en dulzura y en un por fin volvemos a estar juntos. Su cuerpo estaba ejercitado, sin duda no iba a dejar que nadie le venciera o que intentara atacarlo. 

No obstante, en ese momento estaba tomando la mano de su peor enemigo, yo... la persona que le haría caer al suelo. Este era tan solo el comienzo de mi plan y estaba segura que iba a desear no haberme arrebatado a mi familia.

- ¿No me recuerdas? Tal vez eras un poco pequeña. Era el mejor amigo de tu padre.- expresó tras tomar mi mano y llevarme hasta uno de los sofás.

- No recuerdo demasiado de aquella época. - respondí fríbolamente, si hubiera dejado que mi verdadero yo actuara en ese momento, posiblemente ese hombre estaría a mi merced, con un arma en su cabeza y a punto de ser asesinado.

- Entonces como es que... - sin duda no podía subestimarlo, alguien que asesinaba a sangre fría y después se quedaba con todo, debía de al menos ser inteligente.

- No sé demasiado pero me lo contó mi antiguo tutor. Al parecer cuando llegué con él tenía unos papeles conmigo, no sé demasiado sobre ellos, pero al parecer hay una hitoria detrás de ellos.

- ¿Dónde estaban esos papeles?

- Estaban dentro de un oso de peluche. - pude ver como su cara se torció por un segundo. Sin duda podía leer hasta el mínimo gesto que hacia.

- ¿Quién era tu tutor? - preguntó 

- Nadie, me crié en un orfanato. - sin duda actué conforme a la historia que sabía que estaba escrita, siempre era la misma pero no importaba quién supiera esa información, porque nadie iba a averiguar la verdad nunca.

- No importa, es bueno saber que estás de vuelta. A partir de ahora vivirás en mi casa. - ante aquello no pude más que sonreír, sin embargo estaba lejos de estar en mis planes.

- No quiero que me malinterprete, pero soy mayor de edad. He vivido sola durante mucho tiempo, así que no veo porque ahora no podría hacerlo. Quería conocer la empresa de mi padre. - expresé mientras que me levantaba y miraba aquella oficina. No quedaba nada de mis padres en ese lugar, ni siquiera un solo recuerdo.

- ¿Has regresado para arrebatarme todo?

- Según mi conocimiento. No puedes arrebatar algo que es tuyo. - pronuncié tras mirarlo nuevamente. - Sabes no sabía nada de esto, pero cuando me enteré que había unos papeles fui al juzgado y sabes lo único que te permitió estar aquí fue que yo desapareciera. Según lo lei, tú serías mi regente en caso de que le pasara algo a mis padres y a su defecto propietario en caso de que a mí me pasara algo.

- ¿Qué estás queriendo insinuar? - preguntó. Podía ver su enojo en su rostro y aquello solo me hacía querer seguir con el plan.

- Básicamente, que se acabo tu regencia. - respondí tras mirar aquel lugar. - Ahora tomo el timón de lo que mi padre estaba haciendo, aunque claramente necesitaré tu ayuda. - con aquellas palabras le estaba dando la opción de manipularme o al menos la posibilidad de que creyera que podía hacerlo.

- Será un placer para mí ayudarte. - su rostro se tornó en una sonrisa.

- Gracias, después de todo para mi padre eras como un hermano. Eso nos convierte en familia. - en ese momento sonreí ingenuamente.