Secretos del pasado (BTS Y Tu)

Me dieron esperanza

La mañana había llegado y con ello había llegado el verdadero momento de actuar, el comienzo de la trampa estaba a de realizarse. Me levanté de la cama y después me fui a la ducha. El agua caía por mi cuerpo, mientras que mi mente barajaba mil posibilidades, mil opciones que podían ocurrir hoy en aquel lugar. No obstante, desperté de aquel trancé tras ver un final trágico.  Salí de agua y después me vestí.

- ¿Preparados para vuestra nueva aparición? Sin duda os estarán esperando. - pronuncié tras llegar hasta la mesa y divisarlos a todos.

- Hagamos que Army se se sienta orgulloso de nosotros. - pronunció Jimin con una sonrisa.

- Hagamos que sea inolvidable. - expresó Jungkook

- Divirtámonos. - pronunció Tae

- Bien, os veré en el back stage. - sonreí y después me fui de la casa. Aunque antes no pude evitar mirar a Namjoon, sin duda se estaba esforzando por ellos. Conduje hacia aquel garaje y después volví a tomar el transporte público. Salí en la parada correspondiente y después caminé hacia la empresa.

- ¿Nerviosa? - preguntó Ahn tras acercarse a mí.

- Me has asustado. - pronuncié. Aunque estaba claro que estaba lejos de ser la realidad, pude escuchar sus pasos desde el mismo momento en el que entre en la agencia.

- No pretendía asustarte, aunque si quería ver tu rostro de sorpresa. - expresó con una sonrisa.

- Sorpresa la que te voy a dar luego. - pensé mientras que sonreía tímidamente.

- Iré a avisas a Ian, puedes esperarme aquí abajo. Yo seré el que te acompañe. - pronunció con una sonrisa.

- Esta bien, te espero. - pronuncié tras quedarme allí. Estaba lejos de quedarme allí de brazos cruzados, necesitaba saber que es lo que planeaban y solo había una manera de hacerlo, estar allí o mejor aún, poner ojos en aquel lugar y por el momento no había logrado hacer aquello. Así que debía de subir. 

Se introdujo dentro del ascensor, por lo que me dirigí hacia las escaleras, rápidamente comencé a subirlas, no obstante maldije cada piso que subí.  Cuando subí, estaba segura de que él ya había llegado. 

- Mierda, no escucho nada. - pronuncié tras acercarme a la puerta. - fue ahí cuando me percaté de que su secretaria iba a llevarle una taza de té, sin duda era arriesgado lo que iba a hacer pero era la única solución que tenía en ese momento. 

- Perdona, puedo hacerte una pregunta. - expresé tras acercarme a ella. 

- Claro, pero antes tengo que levar el té al señor Ian

- Ya lo hago yo. - pronuncié tras ver otra oportunidad. Lo agarré rápidamente y después entré al interior del despacho. No sabía que estaban discutiendo, pero tras oír la puerta se quedaron en silencio. 

- ¿Qué haces aquí? - preguntó Ahn tras verme.

- Me aburría de esperarte. - pronuncié con un pequeño puchero. 

- ¿Ya podemos irnos? - pregunté tras tenderle a Ian el té. Fue ahí que aproveché para acercarme aquella mesa y colocar uno de los micrófonos en un pequeño hueco que había encontrado el primer día.

- Aún tenemos cosas de las que hablar.

- Esas cosas pueden esperar, yo quiero ver a mis ídolos y si llego tarde y no puedo verlos. - pronuncié.

- Justamente de eso estamos hablando. He movido unos hilos, para que no solo puedas verlos actuar, sino para que puedas conocerlos cara a cara.

- ¿Qué? ¿Hablas en serio? - pronuncié alegremente. Sin embargo solo aquellas palabras estaban diciendo como iban a intentar atacarlos.

- Sí, venga vamonos antes de que lleguemos tarde. - al parecer esa charla se terminaría ahí, aunque estaba claro que Ahn ya sabía lo que tenía que hacer. Bajamos en el ascensor y nos montamos en su coche. 

- ¿Por qué te gusta tanto ese grupo? - preguntó tras mirarme de reojo, ya que no podía apartar su vista de al carretera.

- Bueno, ellos me daban esperanzas en el orfanato. - pronuncié. Desde luego no iba añadir algo más para que quisiera matarlos. Sin embargo, no dijo nada, se mantuvo en silencio.