Cura mis heridas

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- Tn.- sentí que me tomaba de los brazos y me levantaba del suelo.

- ¿Por qué lo hiciste? - pregunté como si aún estuviera en trance. Ni siquiera obtuve respuesta alguna, me llevó hasta él y me abrazó con fuerza. 

- Lo siento. - susurró. Sin embargo, era tarde para pedir perdón, porque jamás perdonaba, aquella palabra estaba lejos de entrar en mi vocabulario. Un día mi arma caería ante él y ese día sería de su juicio final, no iba a esperar a que alguien lo castigaría allí arriba, yo ya estaba destinada al infierno. Así que lo enviaría conmigo, pero él iría antes de tiempo.

- ¿Ahn? - Aquella imagen cesó, por lo que volví en mis completos sentidos. Mi cabeza dolía, por lo que rápidamente alcé mis ojos hacia él. - ¿Dónde estamos? - pregunté como si estuviera aturdida.

- Aún estamos en el backstage. - su mano acarició mi rostro repleto de sangre y después me acercó más a él. - ¿Qué es lo último que recuerdas? - preguntó tras agarrar mi rostro. Nunca hubiera pensado que ese hombre podría hacer ese rostro.

- Vine a ver a los chicos, pero cuando vi aquella sangre... no sé lo que pasó. Todo en mi cabeza está borroso. Quiero irme, por favor vayámonos. - expresé mientras que lo miraba con suplica.

- Te llevaré a mi casa. No puedo dejar que Ian te vea de esa manera. - contestó. No podía negarme, ya que decirle que quería ir a casa, era decirle mi paradero. Cosa que no estaba dispuesta a desvelar. No ahora que me estaba acercando a él.

- Cierra los ojos. - pronunció tras posar su mano en los mismos. - Yo te guiaré. - pronunció al ver que estaba completamente en vuelta en sangre. Mis ojos escocían ligeramente, pero no podía pararlas, ya no era por mi madre y mi padre. Ahora eran por Blake y por los chicos. Quería salvarlos y por primera vez sentí que era capaz de perderlos, que no podría salvarlos o al menos no a todos.

Me introdujo dentro del coche con cuidado, me apoyé en la ventanilla y después cerré mis ojos. Posé mi mano en la herida, para asegurar que no veía sangre y que no me tocaba. Podía sentir como mi cuerpo tenía fiebre, la herida no estaba bien cuidada y había perdido sangre, sin añadir que se había abierto.

- Tn. - su voz sonó dulce. Por un segundo quise pronunciar el nombre de Rm, ¿Estaba alucinando? Su voz se asemejaba a la de él. La mano que me estaba tocando, parecía la de él. Por un segundo deseé que fuera él la persona que me estaba tocando. Deseé que no cesará, que siguiera y recorriera cada parte de mí y que terminara con un beso que curará cada una de mis heridas.

- Ahn. - pronuncié tras volver a mi realidad.  Aquel pequeño sueño, me había decepcionado. Fue a decir algo cuando comenzó a sonar su teléfono móvil. No me hacía falta mirar para saber que se trataba de Ian, sin duda quería saber si había llevado a cabo aquel plan. Mi felicidad estaba presente al saber que le diría que eso no sería posible, pero por otra parte estaba decepcionada de mi misma.

- Tengo que contestar.

- No te preocupes, me iré a casa. - desabotoné mi cinturón y fui abrir la puerta cuando me detuvo.

- No quiero dejarte sola. - me tocó la mano con suavidad por lo que evitó que abriera la puerta.

- Debes hacerlo, te reclaman. Estaré bien. - pronuncié tras abrir la puerta y caminar sin rumbo fijo. Lo sabía las personas me estaban mirando, incluso era posible que alguien hubiera llamado a la policía tras verme envuelta en sangre, pero no me importaba en lo absoluto.

Secretos del pasado (BTS Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora