Volveré a por ti

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Su arma aún me estaba apuntando y sabía que si me quedaba allí era probable que acabara muerta. No era el momento de enfrentarlo cara a cara, no tenía mi arma y Blake me necesitaba. Fui hacia otra área del establecimiento y me introduje por una de las ventanas. Cuando llegué a los pasillos, no había rastro de Blake, pero si de sangre. Sin pensarlo demasiado seguí aquel rastro, que lo llevaba hasta el cuarto en donde había dejado todas las cosas.

- Blake. - mi gritó se ahogó al pensar que iba a ser descubierta, me quite la capucha y el cubre bocas y después me acerqué a él. - Aguanta, solo un poco más. Por favor no me dejes ahora. - Por un segundo mi herida había pasado a un segundo plano. Atranqué la puerta y después saqué el botiquín de emergencias. Arranqué su camiseta y después comencé a curarle. Estaba débil pero eso no era lo que realmente me importaba, lo que estaba en mi mente, era como alguien podía hacer aquello a su propio padre.

- Tn. Él no va a parar hasta verlos muertos. - pronunció débilmente.

- Solo cállate. - pronuncié mientras que agarraba algo para que pudiera morder, sabía que coser su herida no sería algo agradable y desde luego no sería tarea fácil. Enhebré el hilo en la aguja y después comencé a coser su herida. Su cuerpo se negaba y su boca se ajustaba a aquel trapo. Aquel dolor que sabía que era indescriptible, era lo único que podría salvarle la vida en ese momento.

Mi enfado ahora estaba a un nivel máximo, tanto como para ir a enfrentarlo y matarlo, pero no podía. Estaba herida también y aunque mi herida no era de tal magnitud, estaba perdiendo sangre, tanto como para saber que debía de hacer algo antes de encontrarme con Ahn de nuevo. Terminé de coser su herida por lo que se desmayó.  Sabía que necesitaba sangre, pero no éramos compatibles, así que debería de quedarse allí hasta que alguien del equipo lo ayudará y le llevará hacia el hospital o tal vez hasta la empresa.

Me quité la camiseta y miré mi herida, desde luego no era tan grave, podía haber luchado, pero me preocupaba Blake. Tanto como para olvidar por un segundo mi ira. Apliqué desinfectante y después la cosí cuidadosamente. Cada puntada, iba acompañada de una respiración sufrida y de unos dientes apretados, pero sobre todo de un recordatorio o más bien de una palabra: "Venganza". Me limpié el resto de la sangre con agilidad y después me puse la ropa que traía en ese momento. 

- Volveré a por ti. - pronuncié tras acariciar su rostro con gentileza.

Dejé todo ahí y salí a fuera mientras que divisaba que no hubiera nadie por mi alrededor. Fui a marcharme cuando vi a Ahn, no tenía tiempo para regresar a mi asiento, para hacer como que no me había movido, por lo que fingir era mi única opción.

Ante aquella sangre caí al suelo de rodillas, no me importaba impregnarme de la sangre de Blake, mis manos se mancharon de aquella sangre que ahora estaba fría, mis ojos se volvieron a empapar de lágrimas, lo sabía, hacer aquello era como abrir la puerta para revivir la muerte de mi madre. Era como un bucle continuo, pero esta vez la voz que escuchaba y que antes no estaba clara, ahora lo estaba. Ian dio la orden y Ahn levantó el arma para dispararla y eliminarla. 

El sonido de aquel disparo resonó en mis oídos, inconscientemente llevé mis manos hacia mis oídos. Mi rostro ahora en vuelto en sangre y con Ahn a solo dos pasos de mí. Me preguntaba... ¿Qué vas hacer ahora?



Secretos del pasado (BTS Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora