"no te vayas nunca"

576 17 0
                                    

Luis se despertó y se encontró con Aitana con la cabeza apoyada a su pecho, dormida. Era una imagen muy bonita para despertarse. Empezó a acariciarle la cara suavemente, con delicadeza, como si fuese de cristal. Aitana abrió los ojos poco a poco y se empezó a despertar.
-Buenos días pequeña.
-Bueno días Luis-dijo abrazando su cuerpo con fuerza.
- Te apetece que vayamos a dar una vuelta y ya por la tarde, cuando llegue mi hermana, vemos una película o algo?
-No me podría parecer mejor idea -dijo con una sonrisa.
Desayunaron, se cambiaron y fueron a dar una vuelta por Ourense. Luis estaba muy contento, con un brillo especial en los ojos y, eso, su madre lo notó. Empezó a pensar que su hijo estaba enamorado y eso la hacía muy feliz, Aitana parecía una buena chica y él llevaba mucho tiempo sin sentirse enamorado, Graciela lo había consumido demasiado.
Fueron a muchas tiendas a comprar diferentes cosas. Aitana, después de mucho insistir, le compró un jersey de  color granate. Luego fueron al Women Secret y Aiti se probó diferentes cosas, al principio, le dio vergüenza pero, finalmente, le pidió consejo a su amigo.
-Luis puedes venir-dijo tímidamente abriendo el probador. -Me queda bien?
Llevaba un body negro de encaje. Era precioso.
-Dios Aitana estás preciosa. Bueno... yo que te voy a decir... jajaja.
-Ay Luis... -dijo mientras se le sonrojaban las mejillas, siendo aún más mona.
Comieron en un restaurante de comida casera que había en el pueblo. Luis iba a ese sitio desde que era muy pequeño y le hacía mucha ilusión llevarla.
Cuando acabaron de comer siguieron paseando y fueron a casa a descansar. Al día siguiente tenían que ir a ensayar y sus voces debían estar perfectas.
Llegaron a casa, saludaron su madre, que estaba haciendo un pastel, y se fueron a la habitación.
-Luis me voy a duchar -dijo cogiendo el pijama.
-Vale, ahora te busco una toalla espera.
-Tranquilo, cuando la tengas entras y me la dejas encima del váter, no pasa nada. -dijo con una sonrisa.
Luis se puso el pijama y fue a buscar una toalla limpia al piso de abajo. Cogió una que a él le gustaba mucho porque su abuela se la había bordado con su nombre. Cuando llegó al baño, picó a la puerta y entró. Aitana ya había acabado y estaba abrazándose a su propio cuerpo mientras temblaba.
Aquella imagen era muy tierna.
-Ay lo siento, he tardado demasiado-dijo Cepeda con la mirada en el suelo para no incomodar a su amiga.
-jajaaj no pasa nada tonto-rió mientras se colocaba la toalla alrededor de su cuerpo.
Hubo un pequeño silencio y Luis dijo:
-Bueno me voy...
-Luis espera.
-Dime- se giró para verla de nuevo.
Ella se acercó, rodeó su cuello con las manos y le dio un pequeño beso en los labios. Él continuó aquél juego.
Más tarde bajaron a cenar y todos les esperaban con una sonrisa. Era un momento muy bonito.
-Chicos mañana que haréis? iréis en coche hacía el polideportivo? -dijo Encarna.
- Si mamá, por la mañana iremos, comeremos en algún sitio y ya luego por la tarde empezaremos los ensayos con nuestros compañeros.
La cena pasó entre risas, preguntas, anécdotas...
-Bueno, buenas noches, Aitana y yo vamos a dormir ya.
-Luis cariño ven un momento- pidió su madre.
Aitana subió, María se fue a su habitación, su padre estaba en la cocina y ellos en el comedor.
- Es buena chica Aitana, no?
- Claro! A que viene eso? -preguntó confuso.
-No sé, os veo muy unidos, pasáis todo el día los dos solos, tu estás muy alegre, te brillan los ojos...
-Mama ya veo por donde vas-dijo con una sonrisa.-Aitana y yo nos queremos mucho, y si, han pasado cosa entre nosotros pero preferimos ir despacio porque no queremos acabar mal.
Encarna sonrió y le dio un abrazo.
Luis subió y Aitana ya estaba dormida, sigilosamente, se metió dentro de la cama y le acarició el pelo.
-Luis -susurró.
-Dime pequeña.
- No te vayas nunca porfavor.
-Nunca.

AITEDA, DESPUÉS DE LA ACADEMIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora