-Vaya no cambiaste nada. Dijo él.
-Muy bien ahora tu cuéntame lo tuyo. Dijo cristina mientras cruzaba los brazos y se hacía para atrás inclinando la silla
-Bien, todo empez..
-Em creo que deben dejarlo para después. Interrumpió Ania mientras veía por el agujero donde antes estaba una ventana.
-¿Por qué lo dices? Pregunto Iván mientas volteaba a verla.
-Por eso. Dijo ella y apunto hacia afuera.
Cristina e Iván se levantaron de sus lugares y se pusieron al lado de Ania lo que vieron hizo que se sorprendieran mucho.
En la avenida se veía una enorme concentración de personas y vehículos enormes, todos bien formados y acomodados.
Se tiraron al suelo y por un agujero vieron lo que pasaba afuera, las personas llevaban un clase de armadura muy pesada que a cada paso que daban el piso se agrietaba, las armaduras eran de color entre gris y plata y tenían varias líneas de color azul desde los pies hasta el casco que tenía un visor color verde, el peto tenía en los hombros un numero iluminado, tenían unas armas muy extrañas que el cañón se iluminaba de color azul y tenían una clase de pantalla morada cerca del mango, no tenían cargador pero sí que se veían amenazantes. Los vehículos eran una clase de tanques que jamás había visto, parecían una sola pieza, eran enormes, era simplemente nuevo y enorme.
Avanzaban con paso firme y hacían que la tierra temblara, eran quizá más de mil eran demasiados para contarlos.
-Hey Ania ¿tú sabes algo de ello? Pregunto Cristina con una vos muy débil.
-Jamás los había visto. Contesto ella mientras su cara reflejaba una enorme sorpresa en sus ojos verdes se reflejaba las siluetas y las luces de las personas, parecía completamente paralizada.
-¿Me pregunto qué harán aquí? Dijo Iván mientras seguía viendo por el agujero.
-Sea lo que sea no creo que quedarse sea buena idea. Dijo Cristina.
-Bien ¿Alguna idea de cómo irnos sin llamar su atención. Pregunto Ania mientras volteaba a verlos a los dos.
-¿Por la puerta de atrás? Dijo Iván girando su cabeza hacia atrás buscando por donde estaría la salida.
-Eres un genio ¿Cómo no se me ocurrió? Dijo Cristi con tono sarcástico.
-Si tienes una mejor idea dime…
Un estruendo los interrumpió y volvieron a ver por el agujero, las personas se habían detenido y se escuchaba una vos muy débil que parecía que se iba acercando, hablaba un idioma extraño que ninguno logro identificar, no era ruso, ni polaco, tampoco turco y mucho menos español o inglés, la voz era aguda como la una mujer y muy fuerte, cuando se puso a la vista de todos vieron que su armadura era diferente a las demás, era más estética y demostraba la silueta de una mujer joven quizá veinticinco años, era alta y las luces eran doradas y no llevaba armas.
-Creo que es mejor irnos ya. Dijo Iván mientras se daba vuelta e iba pecho tierra hacia la parte trasera de la cafetería.
-Bien vámonos. Dijeron las Cristi y Ania y se pusieron pecho tierra y empezaron a avanzar.
Llegaron a la puerta trasera, era una puerta de acero pintada de verde y parecía muy vieja y pesada, entre los tres la empezaron a empujar para que se abriera, lograron zafarla y la puerta empezó a caer, los tres intentaron detenerla pero cayó haciendo un enorme ruido que resonó en todos los edificios cercanos, los tres voltearon hacia la ventana y vieron como todas las personas y los vehículos apuntaban hacia la cafetería, con un gran esfuerzo y un nudo en la garganta Iván puedo gritar.
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Angel Negro ©
Historical FictionUna novela basada en la situación actual del mundo Ya no hay nada. Ni dioses ni reyes. ¿Hasta donde es capaz de llegar un hombre por sobrevivir al fin del mundo? Iván un chico normal es reclutado en el ejercito durante la tercera guerra mundial. Des...