4 Consternación

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A la mañana siguiente Iván se despertó antes que Ale, se preparó salió del cuarto con total sigilo empujo el sillón y una rata salió corriendo de debajo de él, Iván la tomo y la guardo en un bolsillo del saco, ya había conseguido un buen desayuno. encontrar carne era como encontrar un enorme trozo de oro, los grupos peleaban por lugares donde había perros, gatos y ratas. Salió de la casa y vio un amanecer muy peculiar, el cielo era entre rojo, gris y negro, el sol apenas visible se reflejaba en las nubes grises creando un escenario trágicamente hermoso.

Después de apreciar el amanecer se puso en marcha hacia el campamento, recorriendo la comunidad puedo sentir como si lo estuvieran observando y vigilando, en un momento de reojo pudo ver un destello se inclinó para atrás y pudo observar en cámara lenta como un puñal de hoja negra y filo plateado paso frente a el dejándole una cortada en la nariz, volteó inmediatamente hacia donde había visto el destello y observo otro destello, sintió fuerte golpe en el estómago, que lo tiro al suelo cuando miro hacia su abdomen observo otro puñal pero esta vez completamente plateado insertado en su ropa, lo saco y se dio cuenta que casi lograba traspasar su chaleco exhalo de alivio pero vio como una sombra se acercaba antes de que pudiera hacer algo la sombra se abalanzo sobre él y lo intento apuñalar, él le quito el puñal y lo aventó, golpeo a la sombra en el costado, luego en la cara la sombra cayo a su lado noqueada, él se levantó e iba a quitarle la capucha a la figura, cuando la tomo la sombra se volteó y lo golpeo justo en el estómago sacándole todo el aire, el cayo sofocado, la sombra se levantó y apunto de clavar el puñal en el cuello de Iván se escuchó un disparo, la sombra empezó a caer y la capucha también develando la cara de Ale a medida que ella caía sobre él, los ojos de él se expandían en su cara de sorpresa, ella cayo cara a cara de él y dijo.

-Siento no haberte dicho la verdad, ya la sabrás y gracias mi deseo se cumplió, perdón Iván mejor dicho el “zar”.-Su vista se perdió

-¡No! Espera, te perdono pero explícame….

Y ya hacia Iván en el suelo al lado de Ale en un charco de sangre, la persona que creyó una esperanza y un motivo para seguir, la chica que protegió, la que le dio un lugar donde dormir, la que apaciguo la sensación de falta, la única persona en quien empezó a confiar y esa misma persona lo había tratado de matar, Iván inmóvil mirando al cielo su mirada perdida reflejaba la sorpresa del hecho, hasta que una fuerte vos lo hizo volver al mundo.

-¡Hey!, ¿estás bien?

-¿estoy bien? Después de lo que acabo de ver,…creo que si-Dijo con tono sarcástico.

Unas personas se acercaron a él, lo observaron con curiosidad y le ayudaron a levantarse, dos mujeres y tres hombres lo rodeaban, mientras Iván asimilaba lo que acababa de ver le hacía diferentes preguntas.

-¿De dónde eres?

-¿La conoces?

-¿Estas herido?

-¿Qué hacías a mitad de la calle?

-¿Cómo te llamas?

-Eh...”zar”… provisiones…Ale… eh ¿mande?-Contesto Iván entre pausado.

-Ven con nosotros te ves mal. Dijo una chica.

Iván observo el cuerpo de Ale y vio que en su cuello había un hermoso Topacio azul, lo tomo como recuerdo del motivo por el cual seguir adelante.

Angel Negro ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora