24 Zona peligrosa

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Iván abrió los ojos y lo primero que pudo ver fue parte de la cabina destruida, el rotor sin hélices, muchos pedazos del helicóptero y muchos árboles partidos por la mitad otros tantos no, el suelo tenía muchas hojas secas y otras no tan secas que aún se apreciaba el verde.

Sintió un enorme dolor en la parte de la pierna derecha, volteo a verla y pudo ver un pedazo de hélice considerablemente grande incrustado en su pierna y mucha sangre alrededor de esta, la hélice estaba clavada de tal manera que no dejaba mover la pierna, levanto poco a poco su cuerpo apoyándose con las manos hasta poder apreciar completamente la herida.

Ya sentado, se inclinó hasta poder tomar la hélice y la intento mover sin éxito, lo siguió intentando hasta que la hélice empezó a caer hacia él, dañándole más la pierna intento moverse pero la hélice seguía cayendo cual guillotina, abrió los ojos lo más que pudo y grito. Sintió un fuerte golpe y la cuchilla se detuvo justo en el tabique de la nariz, podía ver a ambos lados del pedazo de metal su reflejo.

Miro hacia arriba y vio que el casco logro amortiguar gran parte del golpe, tomo la hélice y la tiro hacia su lado izquierdo haciendo que saliera de su pierna y causara un estruendo metálico al caer.

Volteo a ver su pierna y tenía una herida de unos veinte centímetros de largo que atravesaba de lado a lado.

-Ahhh. Dijo con un tono de dolor fuerte. ¿Debe haber un botiquín en el helicóptero.

Tomo saco y se lo amarro en la pierna, se puso pecho tierra y empezó a arrastrarse entre los escombros hasta llegar a la cabina, mientras lo hacía sentía su pierna sumamente pesada pero aun sentía dolor lo que significaba que se podía salvar.

Llego a la cabina y pudo ver la ventana manchada con mucha sangre, la otra estaba rota y a través de ella vio la silueta de root dentro y al lado del estaba el botiquín. Se agarró del marco de la ventana y se impulsó para entrar en la cabina.

Tomo inmediatamente el botiquín y lo abrió, tenía muchas vendas, alcohol, antisépticos y tenía una botella de gel para heridas graves, lo tomo y se lo coloco en la pierna, sintió un enorme calor y después frio pero almenos sabía que ese gel le salvaría la pierna.

Volteo a ver a root y él estaba con la cabeza inclinada y caía sangre de su cara, estaba amarrado con el cinturón de seguridad y tenía la palanca de control incrustada en el brazo.

Le quito el cinturón y lo tomo para que no se golpeara más, paso una mano por su espalda y la otra por debajo de las rodillas y con un enorme esfuerzo lo levanto, mientras lo hacia sentía un dolor enorme en su pierna, lo coloco en sus hombros, salió de la cabina y empezó a caminar hacia un árbol, después de caminar cuatro metros no aguanto la pierna y cayó al suelo con todo el peso de root encima, empezó a arrastrarse hacia el árbol, hasta que llego tomo un descanso rápido, apoyo las manos en el piso y empezó a levantarse de poco en poco.

Tomo a root y lo sentó apoyado en el árbol, tomo su brazo y observo que la palanca a travesaba el brazo de lado a lado, la tomo y la saco en seco haciendo que root despertara y gritara de dolor.

-¡Ah! ¿Qué diablos? Pregunto viendo a Ivan.

-No te preocupes, sobrevivirás. Dijo Ivan.

-¿Cuánto llevo inconsciente? Pregunto Pedro.

-No tengo idea, pero por las heridas que tenemos podría decir que unas cuantas horas. Contesto Iván viendo la herida en el brazo.

-¡Vaya! En mi cinturón tengo gel de emergencia. Dijo root llevándose la otra mano a la espalda y sacando una lata con ese gel.

Se lo coloco en el brazo y volvió a gritar de dolor, pero después se relajó.

-¿Y Ania? Pregunto Root.

-La voy a buscar. Contesto Iván dejando a pedro en el árbol, tomo un tubo de metal y lo uso como bastón y empezó a buscarla.

-¡Ania! ¿Dónde estás? Preguntaba sin parar a todo pulmón.

-¡Iván! Se escuchó su voz en un montón de escombros de metal.

Iván se acercó a toda la velocidad que su pierna se permitía y empezó a buscarla.

Echo un vistazo rápido a todo el montón y pudo ver el pelo dorado de ella saliendo de una placa que estaba sobre la parte trasera del helicóptero, con fuerza quito la placa y estaba Ania sentada apoyada en la hélice de la parte de atrás.

-Ayúdame a levantarme, Ania levanto el brazo y se pudo observar que en el costado estaba incrustada una parte de hélice.

-¿Te acuerdas cuando me sacaste los proyectiles a secas? Pregunto Iván con una sonrisa en la cara.

-Si ¿por? Pregunto Ania algo extrañada.

-Te devolveré el favor. Dijo Iván de buena manera, tomo la hélice y la saco a secas.

-¡Ahh! Eres un…  Gracias. Contesto Ania con una sonrisa en la cara.

-Ten. Iván tomo lo poco de gel que le quedaba y se lo puso a ella en la herida.

-Muy bien. ¿Dónde está root? Pregunto Ania.

-Ya está mejor, lo deje en un árbol cercano. Contesto Ivan ayudando a Ania a levantarse.

Ayudándose el uno al otro fueron hasta donde estaba pedro y se sentaron de manera que todos se pudieran ver a la cara.

-Bien, debemos buscar algo con que defendernos para pasar la noche, no prendamos fuego pues puede que nos busquen. Dijo Ania a los dos.

-Root ¿estás en condiciones de moverte? Pregunto  Iván.

-Sí. Dijo Root levantándose de poco a poco apoyándose en el árbol.

-Vamos los tres, estamos en territorio desconocido y puede que no seamos los únicos. Dijo Ania.

Los tres se levantaron y se pusieron a buscar entre los escombros algún arma o pedazo de metal que sirviera de arma, aunque tuvieran los exoesqueletos no se sentían con fuerza para poder usarlos.

-Mira lo que encontré. Dijo Ania mostrando un enorme rifle de luz verde, que la culata tenía una curva hacia afuera para que no se lastimara el brazo, no tenía un lugar para cargador, así que era de batería de hidrogeno, el cañón era muy largo y tenía unos pequeños surcos con luz verde pasto, la mira era un pequeño holograma morado encima del rifle.

-Muy bien, ahora solo faltamos Root y yo. Dijo Iván.

-Más bien faltas solo tú. Dijo pedro mostrando un rifle de combate de munición de plomo, era un tipo de Stgw 57 algo lento pero tenía una bayoneta.

Iván siguió buscando y lo único que encontró era la ametralladora de luz del helicóptero, que tenía el un caños algo grueso con muchos cuadrados de luz azul, no tenía lugar para cargador, en vez de eso tenía un trípode y la culata tenía un hueco para colocarse en aviones o helicópteros, media quizá dos metros pero se veía muy poderosa.

-¿Seguro que eso? Es algo estorboso. Pregunto Ania.

-¡Claro! Contesto Iván

-¿Y qué vamos a comer? Pregunto Root mirándoles a los ojos.

-No comeremos. Contesto Iván.

-Estamos en una zona peligrosa y salir del claro podría significar la muerte.

-Mañana podemos adentrarnos, ya casi va a anochecer y no estamos en condiciones de pelear. Dijo Ania.

-Bien. Dijo Root sentándose con ellos-¿Ahora qué?

-Descansa o busca algo que nos pueda servir para ubicarnos o que nos sirva para pelar. Dijo Iván.

-Bien. Contesto Root.

Angel Negro ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora