22 Zeus

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Empezaron a caminar a donde el vehículo había aparecido, la carretera estaba llena de baches y mucho automóviles y camiones destruidos, había muchos muertos por todos lados, después de caminar durante una hora encontraron un camino de terracería que parecía llevar a una pequeña colina pero en el piso estaban las marcas de llantas muy pesadas, grandes y estaban muy resientes, así que decidieron caminar hacia esa dirección. Subieron a la colina y escuchaban sonido de mucha gente, vehículos y música, al llegar a la colina pudieron ver que había un enorme sumidero que en el fondo había un rio grande que media un poco más de cincuenta metros de ancho y era tan largo que se perdía dentro del suelo y parecía muy profundo,  en ambos lados había una enorme ciudad de campamento que tenía una enorme carpa en medio y en la punto más alta estaba una bandera negra con unas inscripciones en blanco, sus fronteras era el mismo sumidero y había muchas personas en la calle, en una parte había una fila de personas amarradas una al otro, en una parte había cientos de vehículos de combate y blindados de personal, también tenían helicópteros y aviones-helicóptero, había varias atalayas con lanzacohetes en ellas y había una enorme pista aérea.

-¿Son mercenarios? Pregunto Ania a Root y a Iván.

-Peor aún… son el…  Dijo Root siendo interrumpido por Iván.

-¡Estado Islámico! Dijo Iván.

-Esto es peor de lo que parece. Dijo Root mirando el campamento con total detenimiento.

-Pero allí hay muchos vehículos, podemos tomar helicóptero y salir de aquí. Dijo Ania señalando los helicópteros.

-Root puedes obtener información de cuantos son. Pregunto Iván.

-Claro dame unos segundos. Contesto Root plantándose en suelo, cerró fuertemente los ojos y los volvió a abrir, empezó a hacer movimientos con las manos y después hizo como si tuviera un teclado.-Listo son diez mil novecientos ochenta y dos jhiadistas entre hombres y mujeres listos para el combate, cinco mil en reserva, trece mil mujeres civiles, cinco mil prisioneros, doscientos vehículos de transporte de personal, cincuenta tanques de combate, trece helicópteros, treinta aviones de combate de sexta generación, cinco aviones-helicóptero de carga y hay ocho mil niños y niñas en la ciudad.

-Hay manera de acabarlos a todos sin necesidad de hacer una carnicería, no es que no pueda combatirles, pero prefiero no hacerlo. Contesto Iván completamente sorprendido.

-Hay una, pero solo funcionara una vez y acabara con toda forma orgánica de aquí, hay satélites de combate que nadie usa y tengo acceso a ellos, estos pueden lanzar un rayo desintegrador de seres orgánicos, es un arma completamente inhumana a menos que prefieras acabarlos uno por  uno. Dijo  Root.

-… en cuanto tiempo caería el rayo si lo activas desde ahora. Pregunto Iván.

-Treinta segundos. Respondió Root a secas.

-Es lo mejor. Contesto Ania.

-Root, hazlo… dijo Iván cada palabra con un peso enorme en los labios.

-En eso está, será mejor que te pongas lentes de sol. Dijo Root activando sus visores.

Mirando al campamento sin parpadear, Iván dijo con un tono de tristeza-Lo siento…

Del cielo cayo un enorme rayo de luz negra que abarcaba todo el sumidero, el rayo ilumino durante diez largos segundos mientras Iván lo veía fijamente.

Angel Negro ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora