3 El motivo

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En su camino encontró varios grupos de sobrevivientes y personas que vagaban esperando caer y no volver a levantarse, recorrió lo que antes eran ciudades en todas ellas siempre buscaba alguna señal que apagara la sensación, en todas las ciudades vivir era un reto formidable varios grupos peleaban por el control de los últimos recursos que quedaban, cualquier cosa que se pudiera comer causaba gran revuelo, al detenerse en un pequeña comunidad decidió buscar provisiones y el “motivo” de esa sensación, busco en todos lados y apenas encontró comida para dos días, en su búsqueda entro a una tienda de ropa, mientras deambulaba encontró un saco negro como la noche, se lo probo y le quedaba excelente con el casco negro que aún conservaba pues aunque sea el fin del mundo siempre hay que estar decente para la ocasión, cuando se vio en el espejo parecía un mercenario pos-apocalíptico no quedaba nada mal para la ocasión, decidió acampar en la tienda se acurruco en una esquina cerca de la salida, a mitad de la noche gritos lo despertaron.

-Busquen en todos lados, por aquí debe estar, acaben con cualquiera que se encuentren que no sea quien buscamos, no tenemos suficientes reservas para prisioneros-Grito una vos fuerte

Iván se levantó y busco algún lugar para esconderse apenas se dio vuelta vio una sombra que lo observaba y en un momento la sombra se desplazó hacia la salida, Iván siguió a la sombra ella abrió la puerta un hombre la atrapo cuando forcejeaban la capucha de la figura  cayo y de ella un hermoso y largo pelo castaño se develo, Iván asombrado por lo que estaba viendo quedo petrificado hasta que cayó en cuenta que aquella persona estaba en peligro.

El hombre grito que había encontrado a la chica que buscaban, Iván se abalanzó sobre el hombre, el lo golpeo en el estómago lo sofoco y le rompió dos costillas, Iván lo golpeo en la cara y le zafo la mandíbula, el hombre saco un cuchillo con una hoja larga y filosa ,ataco a Iván él puso la mano para protegerse, la hoja atravesó su mano por la palma pero logro detenerlo, el hombre seguía empujando, el cuchillo entro en el lado derecho del pecho de Iván, pateo al hombre el soltó la hoja y cayó al suelo, Iván saco la hoja de su mano y se abalanzó sobre él, él se protegió con los brazos , Iván con el casco lo golpeo en la cabeza sus brazos dejaron de aguantar y la hoja entro en el cuello del hombre.

Cuando estaba sobre el cuerpo de aquel hombre se dio cuenta de que lo rodeaban cuatro  hombres armados, espero a que se acercaran, saco la hoja del cuerpo y lo clavo en el costado de del primer hombre que vio, la saco y le corto el cuello a otro, le aventó la hoja al tercero el cuarto le disparo y le dio en el torso y en el casco el cual salió volando, en ese momento Iván se abalanzó sobre él lo tiro al suelo e hizo que tirara el arma, lo tomo del cuello, el hombre empezó a golpearlo pero seguía apretando cada vez más fuerte hasta que dejo de respirar lo soltó y levanto la cabeza al cielo.

Escucho un ruido, volteó la cabeza y vio a un quinto hombre que salió corriendo, tomo el arma intento apuntar disparo y apenas le dio en el hombro al hombre, vacío el cargador y tiro el arma, volteo hacia donde estaba la chica y la miro con cara de extraño, la chica era de tés entre blanca y morena, su pelo era castaño y sus ojos eran color verde, recordaban a los campos que antes existían.

-Vaya forma de presentarte a una mujer. Dijo la chica, su vos era un poco grave pero agradable al oído.

-Nunca me eh distinguido por ser formal al presentarme. Dijo Iván con tono sarcástico.

-Te daré crédito por la originalidad. Contesto la chica con el mismo tono.

-No me conoces y ya te burlas de mí, vaya chica que eh salvado.

-A si por cierto me llamo Alexia. Contesto con una sonrisa.

-Me presentare de mejor forma. Iván se levanta y hace una reverencia-Mi nombre es Iván para servirte.

-Como “Iván el terrible”, ¿te puedo decir “zar”?-Dijo Alexia alentada.

-Claro… Contesto Iván con cara de extraño- ¿Te puedo decir Ale?

-¡Claro que sí!-Contesto con tono alegre.

-Bien, primero vámonos de aquí que el hombre que escapo habrá dado alarma de mi presencia.-Dijo Iván

-Conozco un lugar donde no nos encontraran. Dijo alexia

-Vamos rápido.

Iván tomo su casco, reviso su torso y el chaleco antibalas había detenido el disparo, se colocó el casco y siguió a Alexia hacia su escondite, en el camino Iván se preguntaba cómo es que una chica como ella se había cruzado en su camino, ¿porque la salvo? Si ya había dejado morir gente delante de él, ¿porque ella es todavía tan feliz?, mientras seguían caminando Iván noto que la sensación que tanto lo había intrigado poco a poco se iba disipando y resplandecía la paz interior pero aun así una pequeña parte de la sensación no se desvanecía.

Después de caminar durante un tiempo, entraron en una pequeña casa en la entrada se podían ver cuadros de la familia que habitaba en ella, una paraje y dos hijos, una niña y un niño. En la cocina había un enorme agujero en la pared que dejaba ver la comunidad, en un cuarto había una cama que todavía parecía cómoda, un librero en el piso, un escritorio con muchos dibujos y una televisión enorme parecía como si no mucho hubiera pasado dentro de la casa, en la sala había un enorme sillón que detrás del ocultaba un agujero que llevaba a un cuarto escondido donde se ocultaba Ale, al entrar al cuarto uno podía ver unas cobijas gruesas, dos almohadas y unas cuantas velas, alimentos enlatados y muchas botellas de agua. Él cuarto no era muy grande.

Dentro de, el Alexia invito a Iván a pasar la noche con ella, Iván lo negó alegando que necesitaba ir al Sur, ella replico que se quedara que era la única persona que había no intentado atraparla, Iván le pregunto si las personas que la trataron de atrapar estaban cerca de allí pues cualquier lugar de donde conseguir recursos y equipo era bueno, ella contesto que se quedaban en un campamento cerca de la comunidad, Iván satisfecho con saber que había provisiones cerca se sentó en el colchón junto a Ale y empezaron a conversar.

Platicaron sobre todo lo que pudieron hasta quedar dormidos, ella era una chica muy contenta y feliz aunque su entorno no diera espacio a ello, antes de la guerra estudiaba en una escuela cerca de esa casa, tenía dieciséis años, su mayor sueño era poder ver las estrellas en el espacio y conocer las colonias de marte, era muy buena cantando y componiendo, le gustaba dibujar y lo hacía de maravilla de ser necesario era muy cínica pero siempre buscando agradar, cuando la guerra estallo ella y su familia se intentaron refugiar en esa casa pero en un ataque sus padres la defendieron y ellos perecieron, los enterró en el patio de atrás de la casa en el ya hacían las dos cruces, ella esperaba que todo acabara y el mundo volviera para poder irse y volver a ver a sus padres que la debían estar esperando del otro lado, es era un deseo casi imposible si miraras por donde miraras.

Esa noche era la primera en la que Iván pudo descansar placenteramente, sin temor a los perros salvajes o a que los sobrevivientes lo tomaran desprevenido y lo acabaran o peor aún que le quitaran todo y le dejaran hay, claro el hecho de dormir con una persona que acababa de conocer y salvado ese mismo día, no parecía que fuera buena idea, cualquier cosa podía pasar pero parecía que había conocido a alguien en quien confiar, se lo que fuera al menos era mejor que dormir entre escombros, una almohada era como dormir en una nube.

Angel Negro ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora