-Y esa es mi historia. Le dijo ella mientras pateaba una piedra.
-Bien. Dijo él mientras miraba entre los escombros algo que pudiera servir.
Salieron de la ciudad y llegaron al rio, el agua era de color negro y reflejaba el cielo, se sentaron a la orilla de este metieron las manos, el agua se sentía diferente un poco más espesa de lo que debería ser pero aun así era refrescante.
-Ahh que fresco, tomare un baño. Dijo él mientras se levantaba y se empezaba a desvestir.
-¿Enserio? No sabes lo que pueda tener y te vas a meter. Le dijo ella mientras lo veía.
-Quien sabe si el rio seguirá existiendo, así que lo disfrutare. Le dijo él quitándose el casco debelando un pelo castaño, algo largo y manchado de sangre seca miro el caso y por dentro el forro estaba lleno de manchas de sangre seca, subió la mirada y la vio directamente a los ojos.
-Bueno también tomare un baño. Le dijo ella y se levantó y se movió el pelo haciendo pareciera una lengua de fuego dorado y lo miro directamente a los ojos.
Él se quitó el saco que estaba completamente quemado y después se quitó las botas negras mostrando las calcetas militares todas sucias, se las quito mostrando sus pies, se veían muy mal, con muchos moretones y cansados. Se quitó la camisa negra mostrando las cicatrices de los disparos, muchos moretones y raspadas después se quitó el pantalón militar quedándose en bóxer mostrando sus piernas adoloridas y llenas de moretones.
Ella se quitó la casaca negra que tenía y debajo de esta su conjunto era una camisa blanca manchada de sangre , unos pantalones militares con camuflaje de tonos grises y unas botas militares negras con la suela, el casco y el talón de acero, se quitó las botas mostrando sus calcetas blancas que estaban muy sucias al quitárselas mostro sus pies que estaban algo sucios y llenos de moretones después se quitó la playera mostrando su sostén que ocultaba sus atributos, no eran muy grandes pero hacían que se viera muy bien, enseguida se quitó el pantalón mostrando su ropa interior que era un short de color verde también sus piernas pálidas y bien torneadas.
Los dos se metieron al rio lentamente, a medida que el agua subía se sentía una frescura excepcional jamás habían tomado un baño desde que empezó la guerra, cuando el agua les llego a la altura del pecho se detuvieron y empezaron a nadar y jugar con el agua cuales niños pequeños en el mar.
Las horas pasaron mientras ellos seguían en el rio y empezó a oscurecer, desde que el cielo era así las noches eran las más oscuras jamás conocidas.
Salieron del rio y se vistieron.
-Necesitamos ropa nueva. Dijo él mientras se ponía el saco quemado.
-Cierto. Le contesto ella mientras se ponía el pantalón.
-Busquemos en la siguiente ciudad a la que lleguemos. Dijo él mientas se ponía el casco y se lo acomodaba.
-Me parece muy bien. Le contesto poniéndose la casaca.
Se terminaron de vestir y empezaron a caminar hacia el sur a medida que la oscuridad aumentaba fueron alentando el paso hasta que la oscuridad era tal que no se podía ver más allá de tres metros, como pudieron encontraron un cráter se acomodaron en él y empezaron a dormir.
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Angel Negro ©
Historical FictionUna novela basada en la situación actual del mundo Ya no hay nada. Ni dioses ni reyes. ¿Hasta donde es capaz de llegar un hombre por sobrevivir al fin del mundo? Iván un chico normal es reclutado en el ejercito durante la tercera guerra mundial. Des...