"Décimo riesgo; Ocultar" Capítulo 29

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Habían pasado algunos meses y mi pancita se ha estado agrandando. Sin mencionar los vomitos frecuentes, el apetito y los extraños movimientos típicos de un Omega. ¡Odio ser una omega! Si no fuera por eso no estaría metida en el clóset oliendo la ropa de Max. Y sin darme cuenta ya me había hecho un bollo en su ropa.

-¿Erika, qué haces con mi ropa?- Preguntó metiendo la cabeza en el ropero.

-Eh... Había una polilla e intenté atraparla, pero yo terminé atrapada-

-¡Qué graciosa!- Simplemente se rió. -Bueno, tengo tiempo antes de ir al entrenamiento- Salí de entre la ropa y lo abracé.

-¡Mi Max!- Dije cursimente. Qué asco puedo llegar a dar...

-¿Es mi idea, o te han crecido los pechos?- Interrumpió el momento.

-¡Idiota!- Le empecé a dar golpecitos y obviamente que me han crecido porque estoy embarazada. Sin embargo, no se lo he dicho a Max. No sé cómo va a reaccionar. Tengo algo de miedo de decirle.

-Lo siento, lo siento, pero si abrazas a un chico ¿Qué es lo que notamos primero? Sí, somos animales-

-Joder, ustedes...-

-Igualmente me amas- Yo le sonreí y abracé. -Bueno, debo volver a mis prácticas-

Me dirigí a la enfermería para un chequeo médico. Debo cuidar bien de éste bebé. Puede que no sea muy cariñosa o cuidadosa, pero éste es el hijo de Max. Abracé mi estómago. He puesto mucho esfuerzo para que no lo note.

-¿Lista princesa?- Me hizo pasar la enfermera. Examinaron mi cuerpo y demás. -Será un niña ¡Felicitaciones! Tiene 6 meses.-

-¿6 meses...? ¿Cuándo nacerá?- Pregunté.

-Le faltan 6 meses, así que es probable que nazca en Enero- ¿Qué? ¿Acaso la gestación de un hada dura más? -A propósito, creo que ya es momento que le entregue este chequeo a los reyes. Seguro se pondrán contentos de saber que habrá una heredera-

-¡Espere! Me gustaría entregárselos yo misma- Ella me entregó los papeles.

-¡Claro, eso sería mejor!- Por supuesto que no se lo iba a entregar a mis padres. Tal vez me maten si saben algo.

Salí de la enfermería y accidentalmente choqué con alguien. Ésta persona me agarró de la cintura para que no me cayera.

-Oh~ ¿Madan? ¿Qué hace usted aquí?- Ese acento francés lo distinguía en cualquier lado. -¿Estás más... Pachoncha?- Tocó mi panza. -No puede ser ¿¡Estás embarazada!?- Yo le tapé la boca y lo llevé a una habitación donde no nós escucharan.

-¡No lo digas en voz alta! Mis padres no lo saben- Advertí.

-Uy~ Eso es un problema, cuando lo sepan se volverán locos. Sobre todo porque eres menor de edad-

-Sí, lo sé...- Me sentí muy triste repentinamente.

-¡No llores linda! No es tu culpa, aveces estas cosas pasan- Me consolaba. -Pero, es seguro que pronto lo descubrirán. ¿El padre es Maximus?- Yo asentí secando mis lágrimas con el pañuelo negro que me dió. -¡Un punto a favor! Al menos él se lo tomará bien-

-¿Tú crees?- Dije sollozando. Estar embarazada es horrible, me vuelve sensible. -Si no quiere al bebé no se que haré- Volví a llorar sin control.

-Shh~ Tranquila. Estoy seguro que se alegrará. Él es todo un adulto ya, sabrá como manejar esto- Me calmó. -Debes decirle. Ese duendecillo puede ser cosquilloso con cosas como estas. Tú giras a su alrededor-

-Sí, se lo diré. Gracias Nevra- Lo abracé y él me dió palmadas en la cabeza. Pensar que este vampiro que veía como un enemigo asqueroso podría estar consolandome.

"El otro lado del espejo"  Volúmen II [CDM Eldarya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora