"El otro lado del espejo" Volúmen II [CDM Eldarya]

"En el mismo barco" Capítulo 18

Por alguna extraña razón el duendecillo empacaba la mayoría de nuestras pertencias. Yo recién abría los ojos.

-¿Qué estás haciendo?-

-¡Qué bien que despiertas! Me vendría bien un poco de ayuda- Yo me di la vuelta.

-¿Por qué? Se ve que estás haciendo un buen trabajo- Volví a cerrar los ojos cuando él sacó las sábanas.

-Venga, ayúdame en algo- Extendí la mano para que me levantará y así lo hizo, por lo cual aproveché la instancia para besarlo. -N-no hagas eso...- Dijo colorado.

-¿No te gusta? Porque a mi sí- Le sonreí pícara.

-¡Ya, ponte a meter tu ropa en el baúl!- Ordenó y obedecí.

-¿A dónde iremos?- Pregunté.

-Ezarel me dió su autorización para ir a un viaje en barco a encontrar la Warrior- Dijo. -Así que ponte tu mejor vestido, porque tomaremos un barco de primera clase y tal vez haya una boda de intermedio. ¡Oh, mejor no lleves nada, yo iré a buscar la ropa de princesa de la reina!- Salió emocionado. Luego, volvió con una montonera de vestidos. -¡Ponte el que quieras!- Exclamó.

Miré detenidamente los vestidos. Eran hermosos. En ello un caballero entró dando un portazo.

-¡ALERTA ROJA! ¡Capitán, el mar, el mar!-

-¡Cálmate soldado! ¿Qué pasa con el mar?- El otro apuntó por el ventanal y si que estaba raro se movía de izquierda a derecha frenéticamente.
Max salió corriendo. Salí tras él, fue a un establo y sacó un bello caballo. -¡Apúrate en subir!- Tomó mi brazo y me subió al caballo. Me aferré a él por lo rápido que ibamos.

Llegamos al lago encantado y Max me hizo esperar escalando el risco que conectaba el lago con el mar y el agua dulce. En el lago un gran remolino se formó, para luego hacerse un hueco en medio de este.

-¿Qué rayos?- El duendecillo se veía nervioso.

-Un desequilibrio en el espacio y tiempo entre dimensiones- Bajó llegando a mi lado. Luego de unos segundos el agua salió disparada hacia arriba y volvió a su lugar mojando las costas. Y mágicamente alguien apareció en la orilla. El chico tosió y escupió agua. Era Kentin. Max se acercaba veloz a él. Cuando recordé las palabras de mi padre.

"Si te encuentras con tu otro tú, solo pueden suceder dos cosas... Se fusionan en cuerpo, alma y conciencia o uno de los dos muere"

-¡No, Max, no lo mires!- Corrí hacia ellos. Kentin se levantó con la ayuda del duende. Se miraron y como un rayo, salieron volando a los lados opuestos. Max chocó con un árbol y Kentin cayó al otro lado del césped.

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Ambos se quejaban por el dolor de haber salidos disparados, pero nada se asemeja al impacto de haberse intercambiando recuerdos. Kentin vió algunas memorias de la infancia del duendecillo, de la vez que se enamoró de la reina y de cuando se reencontró con Erika. Mientras, Max vió el maltrato que recibió el chico por sus pares, el momento que conoció a Erika y como se hicieron novios.