Enero, el mes en el que Eldarya tiene días calurosos. Ya había cumplido los 12 meses de embarazo. Max tenía todo preparado, al igual que mis padres...
-¡Erika, que alegría verte!- Dijo mamá abrazando mi panzota. -¿De verdad no quieren vivir en el palacio?-
-No, ya tomamos la decisión- Afirmé.
-Pero, aquí es más seguro-
-Pero, menos familiar- contradije.
-Es cierto- Razonó agachando las orejas.
-Vendremos a visitarlos- Dije.
-Querida, ya tengo todo, ya podemos volver- Interrumpió Max con las mochilas hechas. Entonces, nos despedimos de nuestra madre.
El duendecillo me ayudó a sentarme sobre el caballo. -Caminaremos, Khalil- Su caballo obedeció llevándome a paso lento. Atravesamos el bioma de nieve que hasta ahora ha estado en calma. Pienso que es debido al estado de la reina, pero me pregunto ¿Cuánto durará esta tranquilidad?
Un dolor en mi estómago me sorprendió.
-¿Qué pasa, amor?- Detuvo al caballo. Y sentí caer un líquido por mi pierna.
-¡S-se rompió la fuente!-
-¿Qué? ¿Ahora?- Se impactó.
-¡Sí, ahora, idiota!- Grité.
-De acuerdo, de acuerdo... Ven aquí- Me tomó en brazos. -¿Cómo vas a tener el bebé...? Digo... ¿Cómo humana o hada?-
-¿¡Y yo qué voy a saber!?- Dije conmocionada. En ello cerré los ojos por el dolor y cuándo mis párpados se levantaron me posicioné en otra dimensión. Me vi a mí sola en medio de la planicie de hielo.
-Los elementos lo decidirán- Escuché esa voz femenina que aveces se comunicaba conmigo. -Eldarya... Un mundo creado por más de lo que está escrito. Principalmente por tierra, fuego, aire y agua. Sin embargo esos cuatro elementos no son los únicos que decidirán el destino. Si posees uno de aquellos mencionado siéntete afortunado. No sufrirás mayores consecuencias. Pero, existe un quinto. Un elemento propio de los humanos y de la naturaleza, un elemento que los une en vida. El rayo. Poder común que fue dejado en el olvido en éste mundo- Dijo.
-¿A mi bebé se le otorgará alguno de esos 5 elementos?-
-Quizás... Al menos que rompa lo corriente y su vida pertenezca a un elemento torcido o extraordinario. Solo un héroe, un Santo, un ángel, o un dios podría nacer de la luz. Al igual que solo un demonio o alguien que haya nacido con el poder más abominable que jamás haya existido podría portar la oscuridad- Su información me hizo pensar en Max. Si no me equivoco él es un portador de la luz. Tiene sentido, por el hecho de que Kentin me explicó la vida pasada del duendecillo como el dios Apolo.
-¿Cómo puedo saberlo?- Pregunté.
-Escuchá y mirá atentamente- Pacientemente miré a mi alrededor. Un silbido era lo que oía. El viento elevó la nieve quieta y me atrapó en un torbellino. Me sujetó y sentí como si una extremidad de mi cuerpo fuera desgarrada. Sin embargo, solo fue el nacimiento de mi hija. Estaba en mi brazos. Una hermosa bebita sonrojada y juguetona.
-¿Salió todo bien?- Intervino mi pareja.
-Sí, mira- Lo dejé sostener a la bebé y sonrió desmesuradamente.
-Es preciosa... Y tiene unas pequeñas y linda orejas de duendecillo- Estaba tan alegre que derramó unas lágrimas.
-Vas a mojar a la bebé- Regañé sacando unas mantas para envolver a Miranda. -¿A quién de los dos se parece más?-
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"El otro lado del espejo" Volúmen II [CDM Eldarya]
Fanfic[+18] [Mundo Omegaverse] Amaltea es la única solución para los múltiples problemas del Reino de Eel y de toda Eldarya. Tras perder a su hija, la reina se ve envuelta en una maldición, que arrastra a todo el reino. Llevándolo a subsistir en medio del...