Capítulo 5

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Tae-Hyung no quería tener problemas, jamás lo pretendió. Pero ahora sabe, que ya no hay vuelta atrás. Sabe que su sentimiento. Ese que se agudiza a cada minuto. No puede cambiarlo.

Y sufre. Sufre por dentro. Pero le gusta. Le gusta estar cerca de él. Y quizá es un masoquista por pensar tal cosa. Por sentir.

Sabe que es un gran tonto. De eso está seguro. Y aunque sienta que su mirada debe estar enfocada en otra parte. No hay mejor cosa que observarlo a él, y sentir que tiene al lado a la persona que lo ha hecho feliz durante mucho tiempo.

JungKook se despierta. Sabe que una persona está a su lado. Y cuando recién sacude su cabeza para liberar todo su cansancio, lo ve.

Y de nuevo... ¡Que gran sorpresa! Tenerlo de frente.

JungKook está asombrado. Y nervioso. Verlo así e imaginarse verse así mismo, lo hace sentir muy desarreglado.

Y Tae-Hyung giro bruscamente su cabeza cuando sintió que debía hacerlo. Y cuando miro por última vez, chocó su mirada con la de JungKook.

Demasiado extraño, demasiado interesante, demasiado sensible, demasiado cruel, demasiado perfecto.

Y en algún rincón de su corazón siente que es bastante para sonreír.

Y lo hace.

-Hola

Y escuchar la voz de Tae-Hyung por fin hace que JungKook se sienta en las nubes. En un paraíso creado a la medida para los dos.

Cada uno iba formando parte del mundo del otro. Pero JungKook no se daba cuenta.

Sin pensarlo dos veces respondió.

-Hola Tae-Hyung

Y hablaron de tantas cosas, cosas sin sentido, pero en la vida de ambos sería increíble recordar en un futuro.

Tae-Hyung supo que JungKook había tenido que tomar el autobús porque su madre debía ir a trabajar. Y abrió sus dudas, ya que sabe que a JungKook lo acompaña en las mañanas a su escuela.

La madre de JungKook nunca había trabajado, hasta ahora... Ya que no tienen suficiente dinero para pagar las cuentas.

Que desgracia, tomar el autobús. A JungKook le fastidia. Pero de algún modo, ver a Tae-Hyung hizo que sus quejas desvanecieran poco a poco. Y sé olvido de lo mal que se había arreglado, de lo mal que se ve.

Pero eso a Tae-Hyung no le importa.

Lo único que le importa, o más bien, le entusiasma, es llegar a la escuela junto a JungKook.

Jamás se percata del resto, o por lo menos, no, cuando está con el.

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JungKook entra de primeras. Y Tae-Hyung lo sigue.

-¿Que clase tendrás?- Cuestiona el mayor.

-Algebra -Respondió.

-¿Puedo acompañarte? -Vuelve a preguntar Tae-Hyung.

Y JungKook ríe. -Claro. Pero hasta el momento nadie a llegado y creo que la maestra se tardará un poco. Aviso que llegaría tarde la próxima clase, osea hoy.

Entonces Tae-Hyung observó a su alrededor. Es un colegio bastante grande. Y hay una fuente del otro lado.

-Podemos ir a la fuente...

-¿Fuente? No sabía que hay una fuente aqui

-Pues, ahora lo sabes

Y fueron casi las últimas palabras para luego salir corriendo.

-¡¡El último es un huevo podrido!! -Grito Tae-Hyung tomando ventaja.

Y JungKook estaba cansado, pero decidió seguirlo.

Tae-Hyung corría hacia un pasillo un poco oscuro, puesto que no habían encendido las luces y aún se veían las estrellas en el cielo.

Y hay un pequeño atajo para agarrar. Así que paro un poco para retomar aire en sus pulmones.

Y camino. Mientras que a JungKook le faltaba menos que tres metros para alcanzarlo.

Y cuando llegó lo asustó.

Tae-Hyung estaba tranquilo mientras respiraba y escuchar que alguien venía detrás, lo aceleró. Así que giro bruscamente y se encontró con él.

JungKook también se asustó, no sabía que estaba ahí. Así que soltó un grito poco esperado, fue agudo y rápido. Pero penetró los oídos de Tae-Hyung.

No se habían visto bien. Y cuando lo lograron se aliviaron.

Y ríen. Ríen bastante.

-Perdon -Dijo Jeon en carcajadas.

Caminaron juntos de ahí hasta 'la fuente'

-No sabía que gritabas así

-Yo... Yo tampoco -Admitió JungKook en medio de la vergüenza.

Miró hacia el piso y se sonrojó un poco

Tae-Hyung se dio cuenta, pero poco después habían llegado a su destino.

-¡¡¡llegamos!!! -Abrió sus brazos dando un giro para animar a JungKook. -¿No es hermoso?...

JungKook pudo ver con más claridad y si que era bello el lugar. La fuente que había vertia aguas perfectamente claras, el acogedor cielo, y el calor que emanaba la mañana eran únicos. JungKook nunca había sentido esa tranquilidad que le provocaba el lugar, esa paz que se generaba en su corazón. Y todo gracias a Tae-Hyung.

-Wow. Si que es presioso -Confesó. -¿Como es que conoces está parte del instituto?

Luego de rodeos en la mente de Tae-Hyung, para la respuesta indicada, contestó.

-Soy un chico muy observador, y me detalló de lo realmente bello.

JungKook no supo que decir. Pero sus palabras fueron melódicas. Sonó como una poesía no contada, no conocida por nadie.

Tae-Hyung se sentó, recostando su espalda en la fuente.

-¿Quieres sentarte? -Preguntó.

JungKook asintió y se acomodo al lado de él.

Lo hizo y sólo hay un silencio. Pero no es un silencio incómodo. Es un silencio bastante agradable. Y más cuando pone atención sobre lo que hay en su alrededor.

JungKook ahora ve lo que Tae-Hyung. Un mundo lleno de cosas preciosas, lleno de vida.

Y Tae-Hyung le mostró a JungKook que no hace falta ser egoísta, si hay cosas así. Que no hace falta el dinero si aprovechamos los pequeños detalles. Que no hace falta ganar siempre si hay personas con las cuales disfrutar.

No se lo dijo. Pero JungKook reaccionó. Y lo vio de esa forma.

-Perdón -El menor dejo soltar su voz. Se oía un poco ronca, pero suave para Tae-Hyung.

Tae-Hyung no sabía exactamente porque había dicho tal cosa. Y sólo lo miro. Acurrucado entre sus brazos y piernas.

-¿Porqué?

-Porque yo jamás te había notado a ti.

Y Tae-Hyung no sabía que sentir; porque varias de sus emociones estaban inconclusas. Pero un nudo en su garganta se generó. Y al instante JungKook lo miró, pero Tae-Hyung bajo su cabeza.

No era capaz de verlo a los ojos. Esta apuntó de quebrarse. Sus pequeños ojos ahora están aguados. Sus cabellos cubren sus lágrimas, y quiere que siga así, no quiere que lo vea de esa forma.

-Yo, yo veo a todos, y todos ocupados con sus cosas no me ven a mi...

Su voz es delicada, pero desesperada al mismo tiempo. Y eso a JungKook marcó.

Sonrisa de Arcoíris || »KookV« || Fanfic [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora