-Entonces..., ¿Jimin te gusta? -Preguntó de repente NamJoon tras haber visto a Tae-Hyung estirarse.
Pasados unos días Tae-Hyung seguía durmiendo en el viejo sofá del primer piso, solo por capricho, sabía que había más espacio en el resto de la casa, incluso dos habitaciones disponibles en la planta alta.
Acababa de despertarse, era un sábado que parecía bastante común a su parecer, todo se arruinó cuando se aproximó el moreno de cabello morado, para joderle el día preguntándole tal barbaridad. Se había vuelto algo clásico en él desde que empezó a notar que Tae-Hyung se sonrojaba cuando oía el nombre de aquél muchacho, a NamJoon le encantaba ver a su contrario nervioso y para desgracia de Tae-Hyung, no le importaba mucho confesarlo a menudo.
-Me encanta verte sonrojado. -Le dijo. -Pareces una niña.
Negó con su cabeza. -No. No lo soy
-Que sí.
-Que no.
-Que sí.
-¡Ya basta! -Empuñó sus manos mostrándo la frágil fuerza que a estas alturas poseía.
-No has contestado a mi pregunta. -Lo atacó NamJoon de regresó.
Fue ahí cuando el rojo leve de sus mejillas se tornó ahora en un fuerte rojo volcán (por así decirlo).
-Hmm..., -Tae-Hyung divagó en sí mismo, tratándo de tranquilizarse, recordando lindos momentos que había pasado en el instituto junto al rubio. -No. -Contestó.
-No te siento muy convencido. -Dijo tranquilo para después sumirse en la no tan oscura cocina que quedaba al fondo.
Tae-Hyung había terminado por sentarse en aquél sofá y soltar un gran suspiró acumulado, sin prestar atención a las palabras de NamJoon, mientras él sacaba de la nevera una caja de leche y unas galletas del almacén.
-¿Quieres yogurt? -Ofreció el de color morado.
-Ah, sí. -Gritó pensándo en que no podía ser escuchado desde ese lugar.
-¿Cereal?
-Sí. -Volvió a gritar.
A los pocos segundos NamJoon regresó con un plato lleno de cereales con leche.
-No hay necesidad de gritar, Tae-Hyung. -Le recomendó burlándose, mientras el menor recibía el plato de comida.
Tae-Hyung volvió a sonrojarse. -¿Dónde está la tía Kim? -Preguntó él, después de observar a todos lados.
-Ella viene aquí algunos viernes en la tarde, pero luego, los sábados o domingos se va a su departamento, ya sabes, para revisar que todo esté bien. -Le dijo devolviéndose a la cocina por su vaso de leche y galletas.
-Oh, entiendo. -Dijo para probar lo que le habia dado el mayor.
-Esta madrugada se fue muy temprano, dijo que cuidará bien de ti y que no era capaz de despertarte ya que te veías muy adorable durmiendo. -Tae-Hyung iba a decir algo pero NamJoon lo interrumpió. -Incluso, desde este preciso momento siento que es mi deber como primo mayor, el cuidar bien de ti, Tae.
Tae-Hyung volvió a abrir la boca de nuevo -No creo que...
-Siento qué así mejoraremos nuestra amistad, o tal vez, lazo sanguíneo. -Lo interrumpió de nuevo. -No sé...
Kim abrió su boca ya irritado, pero esta vez esperando más tiempo sin decir nada, por si NamJoon interrumpía sus palabras otra vez.
NamJoon abrió sus ojos y empezó a comer una de sus famosas galletas. -Anda, ¿que pasá?
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Sonrisa de Arcoíris || »KookV« || Fanfic [EN EDICIÓN]
Fanfiction~Tae-Hyung~ era el nombre de la persona que con tan solo una sonrisa había cambiado el mundo de JungKook. ~JungKook~ era el nombre del chico que con solo una mirada Tae-Hyung podía viajar a la luna. °°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°...