Paulo
Terminé de saludar a Natasha y me acerque a Nahuel, quién estaba haciendo la fila para comprar la entrada del Master, cada año en Córdoba venía la feria durante una semana y aprovechamos ya que terminaban dentro de poco las clases.
Me puse a su lado esperando a que le dieran las tres entradas para subirnos a la atracción, también nos acompañaba la morocha, quien tenía un poco de miedo porque nunca se había subido en aquel juego.
—¿Y si se cae?—preguntó la menor mirando atentamente como los asientos subían y bajaban rápidamente. Ambos la miramos y su hermano se acercó para pasar un brazo por sus hombros.
—¿Por qué sos tan negativa? No va a pasar nada, ponete en medio de nosotros y ya está—setenció mí amigo, está asintió y no dijo nada más.
Cuando terminó el tiempo, esperamos a que la gente se empezará a bajar para después subirnos nosotros. Buscamos un asiento libre, el diez, nos sentamos los tres y bajamos la barra para después abrocharla por seguridad y esperamos a que pasará el feriante para darle el ticket.
Mientras tanto nos pusimos a hablar de un par de cosas, la plaza estaba llena de gente y había un ambiente bastante tranquilo y reconfortante.
El ruido de las canciones empezó a sonar y segundos después la atracción comenzó a funcionar dando vueltas cada vez más rápidas y de un momento a otro los asientos empezaron a subir y a bajar constantemente provocando que la morocha gritará como los locos y nosotros rieramos.
Después de estar casi diez minutos bajamos de la atracción riéndonos menos Zoe, la cual estaba un poco mareada ya que había comido un ratito antes de subirse a la atracción.
La ví correr de manera efusiva hasta alguien, centré la vista en esa persona y era ella, Acieta. Estaba con unos pantalones desgastados y rotos, junto con unas all star altas celestes y una musculosa blanca con lunares azules marino.
Junto a ella estaba otra chica más alta, con gafas pero a diferencia de Acieta esta, estaba en shorcito y una remera roja. La vista de la ojiazul se centró en nosotros y nos sonrió.
Las tres chicas se acercaron hasta nosotros pero yo solo me centré en ella, tenía una colita bien alta y una sonrisa intacta.
—Qué onda—saludó dándonos un beso en el cachete a ambos—Bueno, los presento. Pau ella es Agus, mí mejor amiga—me señaló a la chica de gafas—Agus, es el Pau.
—Hola—sonreí, la castaña me sonrió y miró a su amiga de manera pícara lo cual no entendí porque.
—Encantada.
—Menos mal que no ibas a venir vos eh—reclamó mí amigo a la ojiazul, soltó una carcajada y se acercó a él para abrazarlo.
—No te enojés Nahuelito—besó su cachete e instantáneamente sentí celos por parte de mí amigo, el único que quería recibir besos por parte de Acieta era yo—¿Pinta ir a los toritos?
—Yo me tengo que ir Acie, mí mamá me está esperando en la Boheme—informó la chica de gafas.
—Uh bueno, voy con vos—respondió la ojiazul, y rogué para que pasara algo y se quedará.
—Acie, mí mamá está acá, si querés después te llevamos a casa, así te quedas un rato con nosotros—comunicó el morocho y le agradecí internamente por eso.
—Bueno acompaño a Agus y vengo. Vayan haciendo la fila para comprar las entradas—sentenció la castaña mientras le agarraba la mano a su amiga y empezaba a caminar al restaurante—¡Pau!
El empujón de mí amigo me hizo darme la vuelta para verla ya que no la había escuchado, soltó una carcajada al verme un poco atontado por la situación.
—¡Me subo con vos!
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Que onda, les va gustando?
Pinta hacer maratón?💜
