15; no

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Escuché la puerta de mí pieza abrirse y di una vuelta en mí silla para observar quien era, mí mamá.

Me saqué el otro auricular que tenía y esperé a que hablara. Estaba cambiada de una manera muy formal dando a entender que iba a ir a algún lado.

—Cambiate—ordenó y tiro la pila de ropa que sujetaba en mí cama, habían unos jeans un poco desgastados con una remera blanca que tenía algunos logos.

Alcé la ceja y me acomodé la colita, —¿A dónde vamos?—pregunté con curiosidad.

—A lo de Verónica, te estamos esperando. También va Alicia—anunció, en mí rostro solo se asomó una sonrisa cínica.

—No voy a ir—respondí después de unos minutos y me di la vuelta, escuché sus pasos dándome a entender que se estaba acercando.

—Acieta no quiero que te pongas con esos jueguitos de nena, si lo que estás intentando hacer es que me pelee con Verónica o con Alicia por los problemas que tuviste con Nahuel y Paulo no lo vas a conseguir, te voy avisando desde ya—advirtió y giró mí silla para que la mirase.

—¿Que? En ningún momento dije que iba a separarte de ellas, lo único que quiero que sepas es que cuando se junten no contes conmigo—argumenté un poco irritada.

Había pasado un mes de aquella discusión y no paraba de comerme la cabeza con que nos teníamos que arreglar y que por culpa de nosotros no se iban a pelear los grandes.

—Entonces vení, no puede ser que de un día para el otro dejes de ir a casa de Verónica y no juntarte más con los chicos que encima los conoces desde chica, las cosas no son así Acieta—reclamó, rodé los ojos y me di la vuelta para volver a concentrarme en las cosas de la escuela.

—Si tan amigos son como vos decís no hubieran dicho esas cosas—respondí mientras agarraba el lápiz para seguir escribiendo las repuestas del cuestionario—Aparte tengo cosas de la escuela que hacer, estoy re ocupada.

—Ahora te hago una pregunta—habló, me giré para mirarla y escuché atentamente lo que me iba a decir—¿Vos crees que es verdad lo que te dijeron?

Fruncí el ceño un poco confundida por tales palabras y después de unos segundos asentí.

—¿Segura? Mirá que Zoe es re celosa y creo que no le importaría romper la relación que tenés con Nahuel y que estás empezando a tener con Paulo, vos solo pensalo—setenció, trague en seco y empecé a dudar en sí podía ser verdad lo que decía mí mamá.

—No creo que Zoe sea así...—defendí después de unos minutos haciendo que frene el paso ya que se iba a ir de mí habitación.

—Uno nunca termina de conocer a una persona por completo—remarcó y abrió la puerta para después mirarme—¿Al final venis o no?

—No—contesté y me di la vuelta para seguir haciendo mis cosas, escuché el sonido de la puerta cerrarse.

Tenías más razón que nunca mamá, pero aún así el ojiverde no paraba de ser un mentiroso...

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Volví (?

tan bien ; paulo dybalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora