Max decidió llamar a Lara. Ella le había dicho que ambos tenían que reunirse en la casa del castaño para practicar una vez más lo que debían decir. Ya que el trabajo lo presentarían el viernes de esa semana.
Le marcó una, dos, tres, diez, veinte. Y ella no contestaba.
-Lara, ¿dónde estás?-susurró él pensando en la rubia que aún no llegaba.
Esteban notaba cómo el joven al cual le servía estaba caminando en círculos desesperado.
"Sin duda le quiere mucho", pensó su mayordomo.
***
La verdadera razón por la cual Lara no respondía era porque se encontraba en la casa del profesor Adrián, este último la invitó para que pudieran hablar sobre aquel tema que ambos evitaban.
-¿Te sirvo algo?-preguntó él.
-Sólo agua-dijo ella, estaba algo cansada.
-Claro- dijo él sirviéndole de una jarra-Ten.
-Gracias-dijo ella bebiendo el vaso.
¿Que estaba haciendo? ¿Por qué se encontraba en la casa de un desconocido? De alguien a quien sólo conocía en su fase de profesor.
"¿Nunca te has preguntado como es él verdaderamente, no como profesor sino como persona?", una vez le preguntó Pamela. Aquella vez, Lara no le hizo caso ya que nunca se hubiera imaginado estar en la casa de aquel hombre al que amaba.
-Así que, ¿a dónde debemos llevar ésto?-preguntó el profesor refiriéndose a los sentimientos de la alumna.
-A donde quiera, pero, no quiero que me lastime-dijo ella viéndolo.
-Por esa misma razón, quiero saber hasta dónde quieres llegar-dijo él sentándose a su lado en el sofá.
-Podemos ser enamorados- dijo ella sonrojándose ante esa idea tan tentadora-Solo si usted quiere, no quiero que me ame sólo por pena.
-No, pero el hecho de que me ames mucho me está contagiando. No me malentiendas, Lara, eres una gran chica. Eres linda, inteligente, honesta, y eso me gusta. Quiero intentarlo, pero tengo miedo de que te decepciones de mí o no ser suficiente.
-Eso no pasara-le dijo ella-Usted es genial.
-Sólo como profesor, no me conoces mucho-dijo él.
-Por eso, quiero conocerlo-dijo ella-Quiero que me conozca también, quiero estar a su lado, quiero que me ame realmente. Porque... Yo lo amo, profesor-dijo Lara besándolo con ternura.
El profesor Adrián se sorprendió por aquel beso tan repentino, pero le siguió el beso a la alumna.
Ella rodeó con sus brazos el cuello del profesor intensificando el beso. Él la agarró de la cintura y la acercó a su cuerpo, mientras ella se sentaba en las piernas de él. El profesor se percató de esto al sentir la piel de la alumna debajo de su falda.
Sentían que aquello los calentaba, Lara se separó de él al sentir la falta de aire.
-Perdón, me dejé llevar-se disculpó él.
-Tranquilo, está bien-dijo ella-A mí me gustó.
-Lo mejor sería que te vayas. Vas a llegar tarde a tu casa-dijo el profesor.
-Está bien, mi papá llega en la noche-dijo ella-Profesor...-le llamó bajando la mirada.
-¿Qué pasa?-le preguntó él aún observándola dándose cuenta de que seguía sosteniendo sus caderas.
Lara sólo lo observó nerviosa, él también la vio con unos nervios notables al notar la posición en la que se encontraba con la alumna.
Lara era virgen, obviamente que se sentía nerviosa. El profesor Adrián no lo era, obviamente, pero se notaba que la chica que estaba frente a él si lo era. Y tenía miedo de las vírgenes, se sentía culpable con sólo pensar que una mujer jamás lo olvidaría sólo por ser el primero que entró por sus piernas.
-Profesor...-susurró ella con nervios y miedo- Quiero intentarlo-dijo la rubia acercándose peligrosamente a él.
-No podemos-dijo él intentando no perder la razón de la situación.
-Profesor-le llamó para después besarlo como antes, con ternura y después con pasión. El profesor le seguía el ritmo para después quitarle sus ligas del cabello y desenredar sus trenzas con lentitud.
Ambos estaban en el sofá de la sala. El profesor se dio cuenta de eso y la guió a su cuarto para después cerrar la puerta de éste.
-Si quieres que me detenga, sólo pidelo-le susurró para después descender sus besos por el cuello de ella.
La acostó en la cama con delicadeza para después dejarse llevar completamente.
***
-¡Ah! ¡Ah! Profesor~-gemia la alumna al notar como el profesor besaba sus pechos mientras la masturbaba con su mano al acariciarle su parte íntima.
-Tranquila-le susurraba él.
Lara estaba completamente desnuda frente al profesor que la volvía loca de amor en estos momentos.
-Ah~ Ah~ ¡AH!-gimió ella llegando a su orgasmo por el tacto del profesor. Lara se avergonzó, no quería quedar como una inexperta, pero lastimosamente eso era, una inexperta.
El profesor Adrián no sabía del todo como llego a esta situación. Pero ya no había forma de detenerla.
-Eres hermosa-dijo besándola, no lo decía sólo porque ella estuviera desnuda. Lo decía porque era cierto, para muchos ella era una chica mal vestida, pero para él todo era fantástico en ella.
Sacó un condón de un cajón cercano, se bajó los pantalones y se lo puso a su miembro.
Lara se apenó y asustó. Siempre había leído que perder la virginidad no era placentero sino doloroso al extremo, pero aún así toda esa tarde se dejo embestir por aquel profesor entre gemidos y gritos.
***
El profesor Adrián se encontraba al lado de Lara haciéndole de nuevo sus trenzas. El profesor ya estaba vestido de nuevo, pero Lara seguía desnuda.
-¿Te gusta como quedó?-le preguntó al acabar.
-Están igualitas-dijo ella.
-Tengo una hermana mayor a la cual siempre tenía que trenzar como castigo, así que aquí me tienes haciendo trenzas como un experto-dijo él-Lo mejor será que te vistas, ya es de noche. ¿Te ayudo con tu sostén?
A Lara le dio vergüenza al inicio aquella propuesta con doble intención pero al final se lo permitió. El profesor se lo puso aprovechando para tocar un poco sus medianos pechos causándole a Lara un escalofrío.
A decir verdad, a la rubia le dolían sus caderas, pero decidió no decirle al profesor.
-Lara...
-¿Si?
-¿Sabes que Max te ama, no?-le dijo el profesor sin intención de hacerla sentir mal. Pero le preocupaba el alumno.
De pronto, el recuerdo del castaño hizo sentir culpable a la rubia. Y al acordarse de él se acordó que debió ir a verlo a su casa.
-Lo olvide-susurro refiriéndose no sólo al trabajo sino a los sentimientos del castaño.
Dios estaba tan pérdida en el placer de estar al lado del profesor Adrián que se olvidó completamente de Max.
Ella se vistió rápido, cubriéndose el cuerpo sin querer que el profesor lo vea más de lo que ya lo vio.
-Me tengo que ir, profesor-dijo ella dándole un beso para después salir corriendo a su casa a pesar del dolor de sus caderas.
Al llegar se dirigió a su cuarto y se puso a llorar repitiendo sus pensamientos "Soy una puta", se decía.
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La suma perfecta( el popular y la nerd)
RomanceLara es una típica nerd, usa ropa holgada y es muy inteligente. Max es el chico más popular en su escuela y el capitán del equipo de baloncesto. Ambos se odian por un accidente en el primer días de clases, razón por la cual ni cruzan las miradas. P...