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Se dio un largo baño, dejando pasar todas sus penas, sintiéndose libre... Hasta que alguien tocó la puerta.

—¡Apúrate maldita sea! —gritó su madre del otro lado.

Y no, no sólo recibía insultos y gritos de su padre, sino también de su madre. La única persona en esa casa que se podía decir que lo quería era su hermana Nayeon.

Park Sun Hee, su madre, era una mujer orgullosa, malvada, rencorosa, envidiosa, vanidosa y como su padre, no quería a Jimin.

Por otro lado estaba Park Nayeon, quién era una chica amigable, sociable, querida por muchos, de buen corazón... A los ojos de los demás, en su casa era como sus padres, pero sentía afecto por Jimin y a veces lo defendía cuando veía que lo culpaban sin razón. Eso era lo más cercano que tenía Jimin a la definición de amor.

Terminó de bañarse, se puso otra pijama y salió del baño.

Al salir su madre dio un pequeño gritó cuando lo vio, haciendo que Nayeon corriera donde estaban para ver que pasaba.

—SH: Si ya de por sí tu cara era fea, ahora lo es más. Vete a poner alguna venda o algo —habló su madre y se metió al baño.

Jimin sólo suspiró y miró a Nayeon, quién sólo le hizo una seña con su cabeza para que lo siguiera. Jimin fue con ella hasta su habitación.

—NY: No puedes seguir dejando que te golpeen Jimin —dijo mientras sacaba un botiquín de abajo de su cama. Si, Nayeon era quién curaba sus heridas— Debes aprender a defenderte, no puedes seguir siendo un debilucho. No siempre voy a estar para limpiar tus heridas.

Era cierto, Jimin lo sabía, no siempre iba a estar su hermana para curarle cada que lo necesitara.

—JM: Gracias Nayeon... —suspiró.

—NY: ven aquí... —extendió sus brazos y Jimin la abrazó. Era de las pocas veces que recibía muestras de afecto y Jimin jamás las desperdiciaba.

Nayeon acariciaba su rubio cabello y dejaba que Jimin llorara y soltara todo lo que tenía dentro. Era consciente de que Jimin sufría mucho y que esa no era una vida buena para él, ni para nadie. Por eso debía estudiar, para sacar a Jimin de allí.

Luego de unos pocos minutos Jimin tuvo que irse a su habitación a dormir, pues ya era tarde y debía levantarse temprano para ir al colegio de nuevo. Por lo menos eso pensaban sus padres y hermana.

Pero lo que en realidad hacia Jimin era abrir su ventana y subirse al tejado de su casa a mirar el cielo, pidiendo deseos a las estrellas y luna. Pero hubo algo esa noche que atrajo la atención del rubio, en frente de su casa llegaban nuevos vecinos.

Vio a un chico alto pelinegro junto a otro pelirrojo bajando las cajas de mudanza. Pero el que más llamó su atención fue el pelinegro.

No supo cuanto tiempo estuvo observando, sólo hasta que apagaron todas las luces de la casa de en frente Jimin cayó en cuenta que se había quedado embobado viendo a su nuevo vecino.

Bajó del tejado y cerró su ventana, le esperaba otro infernal día...

O tal vez no...

°°°
¡Buenas!
¿Qué creen que pueda pasar en el próximo capítulo?

De paso, Feliz Navidad;; espero que sea una bonita Navidad para ustedes.

De paso, Feliz Navidad;; espero que sea una bonita Navidad para ustedes

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Recuerden que Bangtan lxs ama uwu y yo también.

Gracias por leer

DEPRESIÓN | KOOKMIN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora