En mi cabeza, cuando planifiqué mi día hice una pequeña lista en que debía prepararme para la fiesta, asistir al evento en cuestión y después de acabar tomaría un baño, un té para relajarme y me iría a dormir temprano en busca de alejar mis pesadillas. O posible ataque de pánico.
Sin embargo, y a pesar del cansancio aquí sigo, aún con el vestido y el maquillaje, sentada en una de las sillas del despacho de papá. Junto a mí esta Tyler, quien se deshizo de la chaqueta de su traje y se subió las mangas hasta los codos. Por la vena que se marca en su cuello y la tensión en su mandíbula, no está nada contento.
¿Cómo un día tan lindo pudo convertirse en... esto?
Me cruzo de brazos y miro a la chica sentada al otro lado del escritorio frente a mí. Está sentada en la silla de papá y estoy segura de que si él la viera, estaría más enojado de lo que ya está. Tiene cruzados brazos y piernas y una sonrisa divertida en su rostro.
Intento lucir ruda, pero no puedo, el cabello despeinado, el maquillaje corrido y las pantuflas de arcoíris —que fue lo más cómodo que encontré en mi armario para descansar mis adoloridos pies—, no ayudan en mi cometido.
A ambos lados de ella, luciendo como un par de guardaespaldas se encuentran los chicos que la acompañan, quienes presentó como Dominic y Liam, un par de hermanos brujos que viajan junto a ella jugando a ser los vengadores de la magia.
Ojalá alguno se pareciera a Thor o el Capitán América, supongo que con eso al menos Tyler no los miraría como si quisiera aplastar sus cabezas como guisantes.
—¿Tú cómo sabes de mis sueños? —me aventuro a lanzar la primera pregunta, debido a que Claire —si es que ese es su nombre real— no tiene muchas intenciones de hacerlo.
—Premoniciones —me corrige—. ¿Alguna vez han escuchado sobre la magia Foster? —pregunta, haciéndome arquear una ceja.
Siento a Tyler quedarse detrás de mí y coloca sus manos en el respaldo de la silla, justo a los lados de mis hombros. Mantengo mi mirada en su rostro, intentando mantenerme impasible pero me es imposible no escuchar a papá, o más bien a sus pasos, rodando como un león enjaulado desde el otro lado de la barrera invisible.
Tras dejarla entrar a la casa, Claire pidió expresamente que sólo estuviéramos Tyler y yo en la conversación. Mis padres se habían negado rotundamente, así que alguno de los tres lunáticos frente a nosotros había hecho una especie de domo invisible alrededor de nosotros. Nada entra y nada sale hasta que ella así lo decida.
Es por esto que decidimos venir al despacho de papá, en donde Claire se adueñó de su silla desde el momento en que entró.
—¿Qué sentido tiene responder a una pregunta con otra?
—Dímelo tú, acabas de hacerlo —se burla, haciéndome apretar los dientes.
—¿Te dejarás de tonterías o qué? —Sisea Tyler detrás de mí, perdiendo la paciencia—. Nos dirás como es que sabes lo que sabes y lo harás ahora.
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La Hija De Los Alfas (Saga Alfas #2)
WerewolfSegunda parte de "Viviendo con los Alfas", la cual se encuentra completa en mi perfil. Te recomiendo leerla para que entiendas los sucesos de este libro. Mi vida nunca ha sido un cuento de hadas, desde que tengo uso de razón he trabajado para tener...