Capítulo 36: Señor y Señora Price

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Wise men said

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Wise men said

Only fools rush in

But I can't help

Falling in love with you

Shall I stay?

Would it be a sin?

If I can't help

Falling in love with you

Solo tres veces desde que lo conozco, la mirada de Tyler me ha cautivado de tal manera que no solo el mundo parece detenerse sino que lo hace toda la maldita galaxia.

La primera vez fue cuando lo conocí, en su forma de lobo, retándome en el medio del bosque con sus ojos dorados que me incitaban a seguirlo al otro lado del lago. El mismo lago que ahora será parte de nuestro hogar.

La segunda, fue cuando me emboscó en el estacionamiento de la feria después de que despertó. Estaba furioso conmigo por haberlo dejado solo, por no luchar contra Dexter para poder quedarme a su lado mientras estuvo en el hospital. Todo en el había cambiado, pero sus ojos seguían siendo sus ojos, del mismo color marrón que siempre me recuerda a la corteza de los árboles y a mi chocolate favorito.

Esta es la tercera vez.

Al igual que los míos, sus ojos brillan en dos colores y a pesar de que estamos a varios metros de distancia puedo ver el brillo soñador que hay en sus pupilas, junto con unas cuantas lágrimas que no se atreve a derramar. Creo que le ha gustado mi regalo.

Puede que no hayamos podido vivir en un mundo alterno en el que él pudiera cumplir su sueño de ser chef y yo de ser actriz o cantante o tal vez ambos, pero eso no quiere decir que no podamos disfrutar de eso en la vida que nos ha tocado.

Y la que no cambiaría por nada.

¿Te he dicho antes que tu voz es mi favorita?

Escuchar su voz en mi cabeza me hace sonreír y aferrándome al brazo de papá, doy el primer par de pasos en la alfombra blanca que me llevan hacia mi futuro esposo.

No, creo que no lo has hecho le respondo, haciéndolo sonreír aún más desde su lugar en el altar.

Pero que mal prometido he sido entonces. Prometo ser un mejor esposo y recordártelo cada día.

Escucho suspiros venir de todas partes pero no soy capaz de quitar mis ojos de Tyler luciendo exageradamente guapo con el esmoquin que ha diseñado Kat para él. Es negro, al igual que el de sus padrinos pero por todo el borde hay aplicaciones en color plateado con un diseño similar al del encaje en mi vestido y una voz en mi interior me dice que ella la hizo a mano. El traje se ajusta a cada parte de su anatomía a la perfección y reconozco el reloj que le he regalado decorando su muñeca derecha. Creo que le ha gustado.

La Hija De Los Alfas (Saga Alfas #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora