Segunda parte de "Viviendo con los Alfas", la cual se encuentra completa en mi perfil. Te recomiendo leerla para que entiendas los sucesos de este libro.
Mi vida nunca ha sido un cuento de hadas, desde que tengo uso de razón he trabajado para tener...
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Así como me ayudó a subir, Rich me ayuda a bajar los escalones tendiéndome su mano para darme estabilidad. No quiero ser la que se parta la cabeza como un coco esta vez y mucho menos frente a tantas personas.
—Lo hizo muy bien, señorita Abby —me felicita y yo le sonrío con miedo.
—¿En serio? Estaba muy nerviosa.
—Fue una gran primera vez. —Volteo a mirar a Tyler que se ha acercado a nosotros con las manos dentro de sus bolsillos. Luce muy guapo con sus jeans, una camisa azul de botones, con las mangas subidas hasta sus codos. Tiene los primeros botones abiertos, permitiendo ver la simple camiseta blanca con cuello en V que lleva debajo.
Verlo entre los presentes me dio la fortaleza de hablar con la verdad, aunque sin soltar todo lo que pasó anoche. Mis palabras fueron muy ciertas y mientras estaba sobre el podio, decidí dejarme guiar por mi instinto, por lo que mi corazón me dictaba, no por lo que decía ese papel.
—¿Qué tan enojado estás conmigo ahora mismo? —pregunto, acercándome con cautela y con una sonrisa cómplice en mis labios. Llamó a papá a la mitad de la noche porque fue capaz de sentir mi miedo, así que contento no está.
—¿Quieres la verdad o una mentira bonita?
—Bien, estás muy enojado. ¿Funciona un “lo siento”?
A ninguno de los dos nos gustan las demostraciones de afecto en público, mucho menos ahora mismo, cuando me encuentro en el ojo del huracán y lo arrastré conmigo. No fue intencional, pero de verdad necesitaba desviar la atención del tema de las fotografías y el compromiso me pareció la mejor opción.
—¿Tal vez dos “lo siento”? —continuo acercándome a él con mi clásica mirada de “yo no fui” y jugueteando con mis dedos.
Tyler niega y muerde su labio inferior mirando a otro lado, con una de sus manos frotando su rostro. Esta frustrado.
—Eres imposible.
—Pero así me amas.
—Lamentablemente.
Intento rodear mis brazos en mi cintura pero no puedo porque comienzan a acercarse personas de la manada para saludarnos y darnos sus felicitaciones por el compromiso.
Terminaremos esta conversación luego.
No le respondo, solo lo miro con una media sonrisa en mis labios. Nos quedamos un rato saludando a varios de los presentes, muchos me abrazan y otros solo me dan la mano, al igual que a Tyler. Sé que es difícil para ellos aceptarlo, por veinte años se tuvo la concepción errónea de que su abuelo fue un traidor y que por su culpa el mío murió.
Supongo que nunca sabremos la verdad de lo que sucedió esa noche, pero de lo que si estoy segura es de que Tyler y yo seremos capaces de dejar atrás esa bruma y encontrar la calma detrás de la tormenta para nuestros pueblos.
