Tocando fondo (Parte II)

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Cuando volví a la verdadera fiesta, buscando a cualquiera de mis amigos entre el gentío, sonaba Lie For Love de Sabrina Carpenter. Muchos bailaban o solo movían alguna parte de su cuerpo al ritmo de la música. Busqué en la pista de baile para ver si Coraline seguía bailando con Holland pero no había ninguna cabellera rojo escarlata que la delatara. Busqué a Jackson ¿Y que crees? Después de tanto desear que se perdiera esta vez cuando yo quería que estuviera aquí no estaba.

—Te ves perdido niño bonito— me giro al sonido de la monótona y algo familiar voz de Jin McAllister. Estaba haciendo un puchero mostrando una compasión falsa —¿Tus amigos te abandonaron?—

—¿Por qué mejor no te ahorras el sarcasmo McAllister?

El bebió un poco del vaso rojo que de seguro tenía vodka, escondiendo así su cínica sonrisa

—¿Ya nos llamamos por nuestros apellidos? ¿Que sigue? ¿Casarnos mañana?

Una chica vestida toda de negro, con un maquillaje igual de oscuro haciendo resaltar sus ojos azul eléctrico llegó a su lado y le quitó el vaso del que Jin estaba bebiendo. En ese momento deseé que Liana estuviera cerca, porque había encontrado a Hannah. Yo la miré algo fijo recordándome de las iniciales que podrían pertenecerle a ella. Necesitaba encontrar a Coraline.

Hannah se dio cuanta de mi mirada en ella y me la devolvió desafiante

—¿Te debo o qué?

—Liana te estaba buscando

—¿Y eso me importa por...?

—Estaba preocupada, sabes

—Vuelvo a decir ¿Eso me importa por...?

Mirándolos a los dos, así juntos, me di cuenta de algo.

—Ustedes dos son tal para cual— solté pero aunque nada más quería decir eso, mi cerebro tenía otros planes y me hizo hablar de más —Los dos son unos asociales que no le importan a nadie y cómo tienen miedo del rechazo hacen como que ustedes son los que rechazan al resto. También tiene caras de culo que combinan perfecto—

Hannah, que más bien pensé que sería la primera en devolver el golpe siguió bebiendo del vaso de Jin, sin despegar su mirada de mí. Jin en cambio me dedicó una mirada que transmitía un odio intenso lo que me sorprendió un poco. Claro, sabía que no era la persona favorita de Jin pero ese odio tan intenso y palpable no estaba allí antes ¿O sí?

—Y eso te mata ¿No? Porque la persona con la que tu desearías estar está allá bailando con un chico que no eres tú, mirando de esa forma a un chico que no eres tú y deseando a un chico que no eres tú. Que suerte la tuya niño bonito, con Sanya no pudiste hacer nada al respecto porque está muerta y Coraline no te corresponde. Al final estás solo— señaló un lugar en la pista y al fin vi esa familiar cabellera roja.

Jin tenía razón, ella estaba bailando con otro chico pero no era Holland. El chico con el que bailaba era alto, con el cabello negro y tenía tatuajes que se enroscaban por su brazo derecho. Me tense de inmediato al comprender de quién se trataba.

En ese momento se reprodujo en mi mente el momento en que quería disculparme con ella y que ella había dicho que había descubierto quién eran sus verdaderos amigos. Su respuesta cuando le pregunté quienes eran fue:

El Asesino de las RosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora