Comienzo del fin

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Rosas por aquí, rosas por allá, rosas por todos lados habrá.
Las rosas rojas demuestran mi amor pero eso lamentablemente no puede evitar que con las espinas te vayas a pinchar.


Noviembre iba terminando más rápido de lo esperado y todos esperaban que al menos en diciembre las cosas se calmaran un poco. Tal vez con el invierno las cosas se podrían quedar un momento así: congeladas.

Pero muchos ignoraban lo que significada la llegada de diciembre.

El solsticio de invierno estaba cada vez más cerca ¿No?

Por lo que nadie tendría permitido descansar mucho tiempo. Mucho menos un asesino de sangre fría el cual el invierno era su época favorita.

××××××××××

—Yo podría ayudarlos— había dicho aquel chico —y en realidad no están en posición de ponerse a la defensiva con éste extraño ¿O me equivoco?— continuó diciendo

Los tres nos miramos entre nosotros, como si pudiéramos saber lo que cada uno estaba pensando con unas simples miradas

—Vamos, igual no es como si me fueran a volver a ver. Mi tiempo de vida es corto— señaló su gorro —La leucemia es una enemiga sin piedad y como mencioné me aburro con facilidad, yo que ustedes decido rápido si quieren mi ayuda antes de que me aburra y decida que es más divertido acusarlos directamente ocasionando un escándalo, podría ser divertido verlos pelear con la policía—

Me encogí de hombros y eché para atrás la silla de Jackson, el chico fue directo al espacio y movió sus manos rápidas por las teclas sin despegar sus ojos de la pantalla, pulsó una última tecla y ya teníamos acceso a aquel blog.

Silbe impresionado

—Por lo que veo quieren ver la información que todavía no se ha publicado y ver cualquier nota o descuido pero ¿No sería más divertido saber directamente quién es el dueño de la página?—volvió a hablar el chico, al ver nuestros rostros estupefactos se rió, tenía una risa dulce —Ya, no se fían de mí. No entiendo por qué ¡Soy un niño!— alzó las manos haciendo que las mangas de su suéter bajaran un poco revelando la piel pálida —Estoy más conectado a la muerte que a la vida y no creo que los muertos den problemas... A menos que los acose desde el más allá— su cara quedó a centímetros de la de Jackson siendo él al que tenía más cerca, sus ojos fijos en los de él, como un cuervo hizo que me diera un escalofrío, Jackson hasta tragó. El chico sólo se echó a reír otra vez con esa risa dulce y empalagosa —Vamos, vamos, que era una broma. Son tan fáciles de asustar—

Jackson alejó la cara del niño con su dedo índice —Espacio personal, hermano—

—Oh no, no me llames así. Yo ya tengo un hermano y una hermana. Y mi hermana es muuuuy celosa— dijo todo con una voz melódica

—Bien.— aceptó Jackson — claro que nos encantaría saber quién es el dueño de la página David pero esa es la cuestión, no lo sabemos. Lo más probable es que el dueño haya creado la página desde aquí y por lo poco que pude saber al intentar hacer lo que tú con mucha facilidad hiciste, la ha abierto desde distintos lugares—

El Asesino de las RosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora