Verdad fea

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El aquí y el ahora no es más que una ilusión, el espacio y el tiempo son un sueño confuso. Por eso aunque trato de correr no llego a ningún lado. Aunque estás ahí no puedo llegar a ti. Eres como un sueño y al igual que una mariposa vuelas lejos pero aún si no llego a ningún lado sigo corriendo hacia ti a pesar de que el destino se ría de

Encontraba algo divertido como algunas personas negaban lo que eran. O cuando fingían ser algo más. Era divertido porque de cierta manera era como un juego de disfraces en dónde perdía el que se quitaba la máscara.

Y de ninguna manera iba arriesgarse a perder porque el precio era demasiado alto, el premio era demasiado alto.

Trató de negarlo por mucho tiempo. Irónico. Y divertido. Cuando la gente trataba de mentirse a sí misma.

Se quería engañar con qué podría desecharlo alguna vez si resultaba feo pero no, eso no podría ser posible, no era solo su belleza, era todo él.

Elis Kincaid era la única persona en el mundo que alguna vez le había entendido, nadie se molestó en hacerlo antes. Elis Kincaid era la única cosa que tenía aunque en verdad aún no lo tuviera. Elis Kincaid era su mundo.

Y como todos los mundos, los quieres a toda costa, a pesar de que estén sucios o contaminados, a pesar de la sobre población, a pesar de los desastres naturales e internos. Todo por la simple razón de ser tu hogar.

Elios Mars Kincaid era eso: su hogar

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La mañana llegó con una lluvia de nieve y el canto del viento aullando y aunque había frío yo no lo sentía del todo. Estaba metido en ese estado entre dormido y despierto así que solo era cuestión de tiempo para que me despertara, como siempre. En eso mi nariz capta un olor nuevo, diferente, un olor de fresas combinado con alcohol haciendo que por instinto buscara más de esa adictiva fragancia, haciendo que la tibieza en la que estaba envuelto aumentara lo que hizo que soltara un pequeño tarareo complacido.

En eso caigo en cuenta de la noche pasada, lo que le propuse a Demi y que luego le dije que dormiría en mi habitación y yo en el sofá a lo que ella se quejó diciéndome que podía perfectamente dormir en el sofá, terminó en una pequeña disputa que se fue tan rápido como vino en el momento en el que le sugerí hacer palomitas y que viéramos películas. No terminamos ni la primera película porque caímos muertos así que si yo no era sonámbulo...

Cuando abrí mis ojos noté que abrazaba el cuerpo de Demi, literalmente estaba aferrándome a ella como lo haría un bebé mono con su madre, mis piernas estaban enredadas con las de ella, mi cabeza quedaba en sus pechos, mis manos estaban abrazando su torso y como todavía tenía su top puesto tocaba directamente la piel de su estómago aunque lo que me hizo sobresaltarme fue el hecho que ella ya tenía los ojos abiertos y me veía mientras dormía. Ambos tardamos un minuto en captar la situación del todo hasta que nos separamos rápidamente el uno del otro, sentí mi cara caliente pero seguro no era nada en comparación con la cereza viviente que era ella.

El Asesino de las RosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora