No soy yo la mala de la historia. Soy la heroína. Te estoy salvando de las personas de las que nunca sospecharías. Mi amor, has estado viviendo una mentira. Pero muy pronto llegará el día en el que la venda de tus ojos se iría.
La voz que tenía el profesor Hank siempre lograba relajarme. Su voz era grave y baja, profunda y muy agradable. Pero en ese momento odié su voz porque me estaba relajando más de la cuenta, mis ojos buscaban cerrarse por si solos y muchas veces había estado de quedarme dormido.
Sentí que alguien movía el brazo suavemente, intentando despertarme.
—Elis, vamos, despierta. Ya sonó la campana, el profesor Hank te quitó puntos porque notó que te quedaste dormido
Fui abriendo los ojos al escuchar esa hermosa voz, la voz de mi mejor amiga de toda una vida de la que al parecer estaba enamorado. Por supuesto que hablaba de Coraline. Me sonrió
—Le expliqué la situación así que gracias a esta chica— se señaló a sí misma con el pulgar —no te quitó en verdad los puntos.—
Le sonreí pero casi de inmediato escondí la cabeza entre mis brazos. Quería dormir, ansiaba dormir. Gracias al desastroso evento de ayer no he podido conciliar bien el sueño. Cuando Demi Wilson se desmayó el auto que casi la atropellaba me llevó hasta el hospital del pueblo, ella se despertó justo cuando se la estaban llevando y era claro que estaba asustada, me miró frenética y buscaba agarrarse a mí para que no la llevaran. Era como ver a un niño cuando lo van a inyectar. Me suplicó una y otra vez que no la dejara sola, como había hecho su hermana. Simplemente no la pude abandonar, ni siquiera cuando llegaron sus padres. Me quedé casi toda la tarde y noche en la sala de espera hasta que mi familia y Coraline me hicieron compañía.
Sentí las manos de Coraline dando caricias suaves en mi cabello. Si, eso se sentía bien. Muy bien.
—¿Que tal si nos saltamos las clases que quedan y nos vamos a tu casa? Necesitas dormir Elis, vas a caer muerto en cualquier momento
—No te preocupes, puedo aguantar
Ella tiró de mi cabello suavemente hacía arriba pero ejerciendo más presión que la de antes, obligándome a mirarla.
—Elis, cariño, si te digo que necesitas dormir es porque necesitas dormir. Vamos— se levantó del pupitre y me tendió la mano, yo obediente la tomé. No porque hiciera lo que ella quisiera pero había utilizado de nuevo el “cariño” y no quería hacerla enojar.
Casi escuché la voz de Jackson en mi cabeza diciendo: ¡Sometido!
Nadie nos prestó atención o nos llamó la atención mientras nos íbamos así que salimos sin problemas y llegamos rápido a mi casa. Sel estaba sentada en el regazo de Misa riendo a carcajadas mientras la mayor también reía y la abrazaba por detrás. Dejaron de prestarle atención a la TV para concentrarse en nosotros.
—¿Que hacen aquí? Aún no han terminado sus clases— preguntó Misa inquisidora
—Sel tampoco ¿Que hace aquí?— dijo yo en cambio, la rubia me sonrió dulcemente
—Yo no fui a clases— me miró con suficiencia
—¿Como que no fuiste? Misa...

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El Asesino de las Rosas
RomansEn el pueblo de Villa Olímpica han estado ocurriendo asesinatos. Más que todo a adolescentes. Más que todo a chicas. Y los incompetentes oficiales de policía ni siquiera han tenido indicios. Elis se cree capaz de descubrir quién es el director de l...