Vitamina C

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Me meo, ni una sola lectura JAJAJAJAJA. Nos vemos el próximo lunes. No sé ni a quien le estoy hablando.
.......

Agradeció que fuese uno de los pocos días en el que el ascensor del edificio funcionase sin problemas, el ahora  humano parecía ser cada vez más pesado y sus piernas no hacían gran cosa por soportarlo.

Las puertas del ascensor se abrieron en la planta indicada y arrastró al agente consigo hasta la puerta de su apartamento.

—¡Norm! ¡Abre la puerta!

El suelo vibró bajo las pesadas pisadas del robot y la puerta no tardó en despegarse de sus goznes con un movimiento seco.

—Bienvenido a casa, papá— dijo el robot saludando con la puerta aún en la mano.

Heinz le miró entrecerrando los ojos, haciendo un esfuerzo por ignorar la puerta rota y entró.

A duras penas le dejó caer en el tresillo del salón y se sentó junto a él.

—Explicate.

El agente ornitorrinco le miró cansado, cada vez se encontraba peor, probablemente cambiar la estructura del ADN de su cuerpo por completo no le estaba sentando demasiado bien. Atinó a acercarle la mano izquierda a la cara, dándole con el reloj de la agencia en la frente.

—Oye, qué estás…

Agitó más la mano y el doctor se fijó por fin en el reloj, este tenía la esfera completamente negra y un ligero olor a quemado, la correa estaba rasgada dando la evidencia de que anteriormente la muñeca de su dueño era mucho más delgada. Heinz le agarró la mano para mirar el objeto con detalle y se quedó pensativo.

—El reloj está quemado y tu eres humano...eso quiere decir…

Perry agitó la cabeza en señal afirmativa invitándole a terminar la frase.

—...Que has desertado y cambiado tu aspecto para que no puedan atraparte...y lo de la chica... Perry el humano, me halaga que acudas a mi ahora que eres de lo malos, pero hasta para ser un villano hay que ser un “buen” villano ¿Sabes lo que quiero decir? Tengo una hija, no me siento cómodo teniéndote aquí si tu visión del mal va con esas tendencias…

Dejo salir un gruñido molesto cortando la verborrea del otro ¿Porque siempre tenía que entender las cosas al revés?

Con las manos temblorosas de frustración y fatiga dió un tirón a la cuerda del reloj rompiendola del todo, hundió la uña en una pestaña de la esfera y esta se abrió como si fuese un medallón.

Volvió a acercar el reloj al villano y este lo miró sorprendido.

—Oh, esto es…¿un alterador de secuencias? Tiene un botón de retorno, pero no está bien montado... así podría subir de tensión aleatoriamente, podría...podría darte una descarga o cambiarte la secuencia

desoxirribonucleica sin más cuando ni siquiera​ lo estés usando…

Sus miradas se encontraron y Perry vio comprensión en los ojos del mayor. Parecía que por fin había entendido parte de lo ocurrido.

—¿Quién ha fabricado este reloj? Creo que ni siquiera es estable por el aspecto que tienes ¿Ha sido el ayudante de Monoceja? Estoy seguro de que si la O.S.A.C le pagará a sus empleados harían un trabajo más decente.

Heinz se levantó parloteando ofuscado y se dirigió a la cocina. Desde su lugar en el sillón Perry le escuchó buscando algo en el frigorífico. Cada vez más ido pensó en la cara aterrorizada de Candace y en el rostro furioso de Linda...se sentía fatal por aquella escena.

Quería que el sofá se abriera y le tragase la tierra.

—Bébete esto, entero. Y ni se te ocurra vomitar, el sillón es nuevo.

Un vaso lleno de líquido naranja apareció frente a su cara y se vio obligado a agarrarlo para no chocar con el.

Lo miró y sin pensarlo mucho más se lo bebió en dos tragos.

Era poco probable, pero en aquel momento la idea de que le envenenaran no le parecía tan mal.

Cerró los ojos y notó el sabor dulzón del ¿zumo de naranja?

—Lo ideal es que sea recién exprimido, ya sabes con naranjas de verdad, pero es lo que tengo. Espero que no te importe. Ya sabes, los zumos de bote saben a medicina.

Como si de un elixir mágico se tratase, notó como sus manos dejaban de temblar y poco a poco la fatiga de disipaba.

Le miró dubitativo.

—La vitamina C estabiliza los procesos del ADN.

No tenía ningún sentido pero estaba funcionando. Sin querer darle más vueltas a la cabeza se permitió cerrar los ojos unos momentos.

Tenía muchas preguntas que responder.

Orange JuiceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora