Orange Juice

Plan de acción (Final)

De verdad, he tardado un huevo, pero esta cosa tiene mas de 7K. Nada mal para un capitulo final. A ver si adivináis con que parte se me saltaron las lagrimas al escribirla :). Nos vemos en el epilogo.

Pinky sabía que recibiría instrucciones en algún momento. Lo sabía desde que por la mañana la zona se había llenado de agentes de policía incluyendo el salón de su casa.

Le quedó más claro todavía cuando los dueños del agente P contestaban preguntas a los agentes en el salón de los García Shappiro.

No quedaba duda, tras saber lo ocurrido, que el susodicho ornitorrinco no apareciese por ninguna parte y que los contactos con la O.S.A.C estuviesen caidos, que ocurría algo extraño.

—No lo sé, no lo sé. Tenía el pelo entre azul y verde, creo.

—¿Cree?

—De verdad, no puedo recordarlo bien, a sido todo muy rápido.

Los policías le hicieron unas cuantas preguntas más a Candace y después salieron fuera junto a su madre para darle unas últimas indicaciones.

—Vamos cariño, al jardín de atrás, será bueno que te dé un poco el aire.

Vivian guío con una mano en su hombro,a la chica fuera de la casa y Pinky aprovechó que por fin se había quedado solo en el salón para volver a hacer un intento de comunicación con la agencia.

Una vez más no hubo respuesta.

A lo largo del día las cosas parecieron tranquilizarse, varios vecinos se habían acercado a la zona interesados en saber qué había ocurrido pero tras unas cuantas horas el barrio volvió a su relativa normalidad.

La tarde comenzaba a teñir el cielo con tonos naranja cuando Isabella le acarició la cabeza con cariño a modo de despedida.

—Vamos a ir a buscar a Perry, tu no te vayas a ir también. Cuando vuelva te daré galletitas.

Pinky ladró en respuesta y meneo la cola en su papel de mascota común.

Vio como la niña se marchaba al jardín de la casa de al lado y espero un par de minutos antes de volver a mirar su comunicador con esperanzas de captar alguna señal.

"Bingo".

El reloj estaba aparentemente apagado, seguramente habían capado la señal, pero a diferencia de las otras veces que había mirado, uno de los diminutos leds de emergencia brillaba en color rojo.

Lo golpeó con la pata, dejando que la señal se expandiera por la zona para quien estuviese buscando pudiera encontrar su localización.

Unos veinte minutos después una furgoneta blanca aparcó frente a la casa de los García Shapiro y Pinky no dudo en subir en cuando reconoció a Carl en el volante.

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Las alarmas de seguridad de la sede sonaron de forma ensordecedora y todo se iluminó de luces rojas parpadeantes. Era una suerte que al ser tan temprano el personal fuera el mínimo y habían conseguido huir por las salidas de emergencia secretas, ante amenazas de aquel tipo el protocolo de emergencias de la O.S.A.C cerraba todas las entradas y salidas para evitar fugas de información, o como aquel caso robos de tecnología.

Carl abrazó el maletín que llevaba en los brazos mientras guiaba a Monty Monogram por una de las últimas salidas de emergencia que aún quedaban abiertas.

—Tenemos que darnos prisa, la salida se cerrará en...¡Ahora!

Ambos muchachos observaron como a unos paso de ellos las compuertas de emergencia empezaban a cerrarse.