Capítulo 1

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Solo queda una hora para llegar.

Buff, me parece que estas vacaciones van a ser muy largas…

Yo solo quería quedarme estas vacaciones con Lucy en su casa de Miami, pero no, mis padres querían que estuviese con mis tíos y mi prima Mabel en un horrible pueblo en medio de ninguna parte. ¿Qué va a hacer una chica de ciudad en un pequeño pueblo en mitad de la nada? Hace como tres años que no voy allí.

Por cierto, me llamo Jane Palmer,  tengo dieciséis años y vivo en Los Ángeles pero ahora mismo estoy en un avión rumbo a ninguna parte, como ya he dicho antes.

Cuando el avión aterrizó, me encontré a mi tía esperándome afuera del aeropuerto con el coche o lo que sea esa cosa, porque coche no se le puede llamar. Parece que se lo han robado a un neandertal.

-¡Jane!¡Madre mía, cómo has crecido!-dijo mi tía mientras me daba un abrazo.

-Hola tía Carol.-dije devolviéndola el abrazo.

Mi tía cogió las maletas que llevaba y las metió en el maletero del coche prehistórico.

-¿No habéis pensado en cambiar de coche?-dije mientras me sentaba en el asiento del copiloto y me abrochaba el cinturón.

-¿Por qué íbamos a cambiar de coche si este está muy bien?-contestó mi tía sonriendo.

‘’Si, genial.’’, pensé.

El trayecto fue bien. Mi tía no paró de hablar en todo el camino. Me preguntó por mis padres, por cómo me iba en el instituto…

Cuando llegamos miré la casa. Era una casa de dos pisos típica de pueblo con un gallinero al lado que se usaba como caseta para guardar los trastos. De pequeña me acuerdo que me encantaba meterme en el gallinero a leer o a tocar la guitarra. Hacía mucho que no tacaba la guitarra.

-¡Jane!¿No vas a saludar a tu prima?-oí una voz que provenía de la puerta de la casa. Giré la cabeza y vi a Mabel sonriendo. Me quedé asombrada, había cambiado muchísimo en estos años. La última vez que la vi hace tres años ella era una chica de quince años bastante regordeta con el pelo castaño y rizado (como el mío), pero ahora se había convertido en una chica de dieciocho años preciosa.

-Hola Mabel.-dije corriendo hacia ella y abrazándola.

-Hola Jane, te he echado de menos estos años. Has cambiado mucho, estás preciosa.-dijo separándose de mi.

-Pues anda que tu…

-Mabel, enséñale su habitación a Jane.-dijo mi tía entrando con las maletas en la casa.

-Ven, te voy a enseñar tu habitación.-dijo Mabel mientras subía las escaleras. La seguí. Ya no me acordaba casi de la casa.

-Mira.-me dijo Mabel cuando llegamos abriendo una puerta.-Esta será tu habitación los próximos dos meses.

Miré la habitación. No estaba mal, era más pequeña que la mía pero me podría acostumbrar.

-¿Qué te parece?-preguntó Mabel al lado mío.-Se que no es como la tuya pero tampoco está tan mal, ¿no?

-Si, no te preocupes.-dije.

-Mira,-me dijo.-se que no te apetecía mucho venir pero a mis padres les hacía mucha ilusión que vinieses. Intenta pasártelo lo mejor posible.

Suspiré.

-Lo intentaré…

‘’Aunque no prometo nada.’’ pensé.

Una chica de ciudad en un pequeño puebloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora