Una chica de ciudad en un pequeño pueblo

Capítulo 5

Estuvimos hablando. Era muy maja.

-¿Y tú que haces aquí?-le pregunté en un momento dado.

-No mucho. Mis padres tienen una tienda en el centro del pueblo y en verano mi hermano y yo les ayudamos. En invierno vamos al instituto y punto. Aquí no hay mucho que hacer. A mi hermano le gusta pero a mi ya acaba por aburrirme un poco.

-Entiendo. A mi también me aburriría. Sólo llevo dos días aquí y ya quiero marcharme.

-Tú vida en Los Ángeles debe de ser genial. Siempre he querido vivir en una ciudad.

-Tampoco es tan increíble.

-Si lo es. Debe de ser genial poder ir al cine cuando quieras sin tener que hacer cinco kilómetros en coche. O salir con tus amigas a comprar ropa que no se venda en el mismo sitio donde también se compre la verdura.-suspiró.-Mi sueño siempre ha sido vivir en la ciudad.

-¿Tú que vas a estudiar?

-Quería estudiar medicina pero para ello me tendría que ir a estudiar fuera y mis padres no tienen suficiente dinero para ello. Además, para poder estudiar una carrera hay que tener los conocimientos necesarios que se enseñan en el instituto y en los institutos de pueblo, como a los que yo he ido, solo se enseña lo más básico. Para tener un buen nivel tendría que ir a un instituto privado o dar clases particulares y los institutos privados están en la ciudad y lo de las clases particulares mis padres no se las pueden permitir.

Yo la miraba atónita.

-Asíque supongo que me quedaré aquí con mi familia a trabajar en la tienda de mis padres el resto de mi vida.-terminó ella.

-Pero tú pareces lista y que hayas estudiado en un instituto de pueblo no tiene nada que ver con el nivel. Hay institutos en Los Ángeles que tienen muy poco nivel y están en la ciudad.

-Jane, tú y yo sabemos que la mayoría de los institutos de las ciudades tienen mucho más nivel que los de los pueblos. Las cosas son así y por eso yo no me quejo. He aprendido a aceptar lo que la vida te da.

-Pero…

-Y sobre lo de que parezco lista-me cortó Kelly.-es porque estudio todo lo que puedo. Intento buscar más información que no te enseñan en el instituto de aquí para aprender más. No quiero ser una analfabeta como la mayoría de la gente que hay aquí. Aunque no vaya a estudiar una carrera yo quiero saber cosas.

Suspiré.

-Me parece bien…

Bajamos las escaleras. Mi tía y mi prima me estaban esperando para irnos a casa. Me despedí de Kelly. Tony ya no estaba.

-¡Tony!-gritó Rachel por las escaleras.-¡Baja!

-¿Qué pasa?-oí decir al chico por las escaleras. La verdad es que era muy guapo…

-¿No te vas a despedir?-dijo su madre señalándonos.

Tony se acercó a nosotras y les dio dos besos, primero a mi tía y después a mi prima. Por último se me acercó a mí. Nuestras miradas se cruzaron y un escalofrío me recorrió la espalda. Se inclinó hacia mí y me besó la mejilla con delicadeza. Después se acercó a mi oído y me susurró:

-Hasta otro día.

Yo estaba inmóvil. Él se separó de mí y sonrió. Después subió otra vez por las escaleras sin decir una palabra.

-Te gusta, ¿verdad?-me dijo mi prima apoyada en el marco de la puerta de mi habitación.

-¡¿Qué?!¡No!-contesté yo.

-Bueno, lo que está claro es que tú si le gustas a él.

-No me lo creo…

-Jane, él no es como los demás. A él no le gustan las chicas…

-¿¡Es gay!?-pregunté asombrada.

-¡No! A lo que me refiero es a que él no va detrás de las chicas como buitres como los demás chicos. Él no quiere eso.

-¿Entonces que quiere?-pregunté confusa. Nunca había conocido a ningún chico que no fuera detrás de las chicas con buen cuerpo y que solo quisiera liarse con ellas. Menos a los gays y a algún que otro marginado social, todos eran así.

-Él quiere enamorarse.-dijo mi prima afirmando mis sospechas.

-Vale, ¿y?

-¿Cómo que ‘’y’’? Pues que le has gustado.

Me reí.

-Tú sueñas mucho, prima.

-Que no. Que le conozco. Tony no suele sonreírle así a la gente. Por eso a las chicas les gusta tanto.

-¿A ti también?-la miré divertida.

-¡No! No te desvíes del tema.

-Aaggh.-suspiré. Y me tiré en la cama.

-Bueno, vale. Ya no te molesto más.

Y se fue.