Llamamos a la puerta de la casa de Ruth y Travis.
Al final Mabel decidió que era mejor decírselo, aunque le molestó un poco que Tony lo supiera.
Nos abrió Travis. Iba sin camiseta, cosa que hizo que me sonrojara. Noté como Tony le lanzaba a Travis una mirada asesina.
-Podrías haberte puesto una camiseta antes de abrir la puerta.-dijo mi novio.
-Lo siento.-respondió Travis.-Es que estoy preocupado por Ruth. Se fue esta mañana y todavía no ha vuelto. ¿Vosotros sabéis donde está?
Tony y yo nos dirigimos una mirada cómplice.
-Precisamente veníamos a hablarte de ella.
-¿Sabéis algo de ella?-preguntó esperanzado.
Me mordí el labio inferior. Ya no me parecía tan buena idea contárselo. No me parecía plan venir con lo preocupado que estaba a contarle lo que estaba haciendo su hermana para preocuparlo más todavía.
-Más o menos.-dijo mi novio. Perecía que él no pensaba lo mismo que yo.
-Pues pasar.-dijo Travis.
Entramos en la casa y nos sentamos en el sofá.
-Esperarme aquí un momento. Voy a subirme a ponerme algo.-dijo Travis antes de subir las escaleras.
-¿Se lo vamos a contar?-le pregunté a Tony susurrando cuando nos quedamos solos.
-Claro que se lo vamos a contar, tiene que saberlo.-me respondió en el mismo tono.
Yo le iba a responder pero en ese momento entró Travis en el salón dejándome con las palabras en la boca.
-Ya estoy. ¿Qué queríais contarme?
Se sentó en el sofá de en frente y nos miró inquisitivamente.
Yo miré a Tony esperando a que el empezara a hablar. Él me miró a mí un segundo para luego dirigir la mirada hacia Travis y empezar a hablar.
-Pues que…-le miré con las cejas fruncidas.-nos la hemos encontrado.
Abrí mucho los ojos. ¿Por qué no lo había dicho?
Dirigí mi mirada hacia Travis y vi como su expresión de agobio se había sustituido por una de alivio.
-¿En dónde?-preguntó.
-La vimos correr por el bosque que rodea la carretera para llegar hasta aquí, así que la llamamos pero no se paró y como nos pareció raro decidimos venir para preguntarte.
Estaba alucinando. ¿Por qué se habría inventado Tony eso? Aunque tenía un poco de verdad ya que yo vi una sombra en ese bosque antes de desmayarme, y puedo jurar que era ella.
En ese momento llamaron a la puerta y Travis fue a abrir. Tony y yo fuimos a mirar quien era y vimos como Travis abrazaba a una chica: Ruth.
-Me tenías muy preocupado.-dijo él.
-No te preocupes, solo estaba dando un paseo.-dijo ella.
Yo la miré con asco. Menuda mentirosa.
Se separaron de golpe.
-Tony me ha dicho que te vieron corriendo por el bosque que rodea la carretera.-dijo Travis.
Entonces Ruth giró la cabeza hacia nosotros y nos observó.
-No me había dado cuenta de que estabais aquí.-dijo con voz de niña buena.
-Si, pero ya nos vamos.-dijo Tony cogiéndome de la mano.
-¿Ya os vais?-preguntó Travis extrañado.
-Si. Solo veníamos a decirte eso. Nos alegramos mucho de que Ruth haya aparecido, pero tenemos que irnos ya.
Nos despedimos de ellos rápidamente y Tony prácticamente me arrastró hacia la salida.
-¿Por qué tenías tanta prisa por irte?-pregunté cuando ya estuvimos fuera.
-No me gusta estar al lado de la persona que te hizo eso.-dijo él señalando la mano en la que tenía la herida.
-¿Y por qué al final no le contaste la verdad?-pregunté.
-Pensé que no era el momento más adecuado para contárselo.
Entré en casa y Mabel bajó corriendo las escaleras.
-¿Se lo habéis contado ya?-preguntó ella.
-No, al final no se lo hemos contado.-contesté mientras me apoyaba en la puerta.
-¿Por?
-Ruth no aparecía desde esta mañana y como estaba preocupado no nos pareció el mejor momento para contárselo.
-Ni idea de lo que estaría haciendo…-dijo mi prima con sarcasmo.
Fui hacia la cocina y saqué la leche de la nevera.
-¿Qué haces?-preguntó mi prima sentándose en la mesa.
-Tengo sed y no me apetece agua.-dije mientras me echaba la leche en un vaso.
-Que mi madre no se entere.
Me reí.
-Tengo algo que decirte.-me dijo ella.
Me giré para mirarla mientras bebía un sorbito de la leche.
-Te escucho.-dije.
-Voy a pedirle a Travis una cita.-soltó.
-¿No habéis tenido ya una cita?-pregunté extrañada.
-No, solo quedamos en su casa como amigos, pero siempre está Ruth o tu novio.
Asentí con la cabeza.
-Pues me alegro mucho por ti, seguro que acepta.
-¿Tú crees?-preguntó ella. No parecía muy convencida.
-Claro que si, yo creo que le gustas un poco.
-Puede que si, además, me ha dicho Tony que desde que ha vuelto de vacaciones está diferente. Dice que cree que se ha enamorado. ¿Tú crees que será de mí?
-Seguro que si.
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Una chica de ciudad en un pequeño pueblo
RomanceSoy Jane Palmer, tengo dieciséis años y vivo en Los Ángeles pero ahora mismo estoy en un avión rumbo a un pueblo en medio de ninguna parte en el que me quedaré con mis tíos y mi prima todo el verano. Me parece que estas vacaciones van a ser muy larg...