Una chica de ciudad en un pequeño pueblo

Capítulo 23

Esa noche me fui a la cama feliz.

Mi prima estaba con el chico al que quería, y yo también y Ruth no nos volvería a molestar más. Gran parte de mis problemas se habían esfumado. Pero ahora quedaba uno muy difícil: ¿qué pasará cuando me vaya? Ya son menos los días que me quedan aquí. Tony dijo que no quería pensarlo, que solo quería disfrutar, pero algún día habrá que decidir lo que vamos a hacer.

Ya solo faltaban cinco días para que me fuera. Estaba con Tony tumbada en la hierba. Esa noche Tony y yo habíamos decidido ir de acampada. Era una noche preciosa. Como todas las de aquí. Las noches en Los Ángeles eran solamente negras. Allí hay tanta contaminación que casi no se ve el cielo. Sin embargo, las de aquí tenían un precioso cielo estrellado y una preciosa luna.

Tony y yo mirábamos las estrellas buscando constelaciones.

-Tony,-dije yo.-tenemos que hablar.

-¿Sobre qué?-preguntó extrañado.

-Sobre lo que haremos cuando me vaya.

-¿Otra vez? Ya te dije que no quiero pensar en eso. Quiero disfrutar del tiempo que me queda contigo.

-¿Y entonces cuando lo vas a pensar? ¿Cuándo esté en el aeropuerto a punto de coger un avión que me lleve a Los Ángeles?

Tony no contestó.

-Ya solo nos quedan cinco días para estar juntos.-dije con la voz entrecortada.

-Por eso quiero aprovecharlos.

-Yo también los quiero aprovechar, pero tenemos que hablar sobre lo que haremos cuando acaben.

-No lo se.

-Es difícil mantener una relación a distancia, sobre todo cuando no sabes cuando te vas a volver a ver.

Tony me miró con aprensión.

-¿Eso que quiere decir?-preguntó con cuidado.

-Que no se si sería muy inteligente que siguiéramos con esto.

-Jane, no por favor. Me dijiste que no querías cortar porque lo pasarías igual de mal. No me digas que has cambiado de opinión.

-Puede que lo pasásemos mal durante unos meses pero después nos olvidaremos el uno del otro.

-Jane, yo nunca te olvidaría.

-Nunca digas nunca.

-Te puedo esperar.

-¿Y si soy yo la que no quiere esperar?¿Es que no lo entiendes? No se cuanto tiempo tendrías que esperarme porque no se cuanto tiempo tardaremos en vernos. No es que quiera separarme de ti, me encantaría que estuviéramos juntos siempre pero si no puede ser no puede ser y yo no quiero sufrir. Lo siento, Tony, pero hay cosas que no se pueden remediar.

-¿Después de todo lo que hemos pasado de verdad quieres dejarlo?

-Ya te he dicho que no quiero pero no tengo otra opción.-ya estaba al borde de las lágrimas.

-Si tienes otra opción. Podemos hablar por teléfono…

-Sabes que no es lo mismo.

-Me da igual que no sea lo mismo, Jane. No quiero perderte. Nunca había sentido por alguien lo que siento por ti.

Yo ya no podía más. Las lágrimas salían descontroladas.

-Lo que no puede ser no puede ser, Tony. No lo hagas más difícil, por favor.

Se levantó con los puños apretados. Tenía en el rostro una expresión de rabia y los ojos húmedos.

-Vale, se acabó.-dijo. Y se fue dejándome sola.