Erick

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Hola  mis cachorrit@s 

les traigo un nuevo capitulo

espero que les guste

este capitulo es relatado por Erick :)

los quiero!

*Engel Rosse*

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Capítulo 32

(Erick)

Me encontraba en la oficina, mi cabello se encontraba desordenado, ya que al salir apresurado de casa de Lydia no me había dado tiempo de arreglármelo.

Lydia llevaba desde que salió del hospital muy callada, bueno y es que con todo lo que ha vivido sería extraño que estuviera como siempre.

Estaba preocupado por su salud, y por otro lado por todo lo que estaba sucediendo, mi padre ha insistido que me case con Rebecca, porque nuestra unión ayudara mucho a nuestra compañía, pero por ella yo no siento más que una amistad, si bien de jóvenes tuvimos uno que otro acoston, los sentimientos para mí no eran más que una excusa para llevarme a cuanta mujer quisiera a la cama y el tener suficiente dinero hacia más fáciles las cosas para mí.

Cuando conocí a Lydia me pareció una chica linda y como siempre quise jugar con ella, pero fue ella la que termino atrapando mi corazón... yo pensaba que era el león de cacería.... Que vueltas da la vida... el león termino siendo cazado por el pequeño ciervo.

Los celos comenzaron a controlar mis sentidos, terminaba cediendo cada vez más a ella, hasta terminar totalmente perdido a sus encantos. Solo quiero que se convierta en mi mujer, solo espero que pase un poco de tiempo de toda esta locura y así pedirle que sea mía con todas la de la ley.

El sonido de la puerta me saca de mis pensamientos, en ella se asoma mi secretaria con una carpeta en mano.

- Señor, su reunión con los directivos es en 20 minutos- dice dejando la carpeta en mi escritorio. - ¿desea algo más?

- No, gracias. Puedes retirarte.

La chica sale de mi oficina contorneando sus caderas en un intento de llamar mi atención... y lo habría hecho si no estuviera tan embelesado con Lydia.

Busco mi teléfono para llamar a Thomas y preguntarle sobre Lydia, cuando no lo encuentro en mi chaqueta, busco en todos los bolsillos y en mi maletín, pero el maldito aparato no está, talvez se había caído en el auto o en casa de Lydia.

Mierda, necesito mi teléfono...

Con las llaves en mi bolsillo salgo de mi oficina hasta el estacionamiento, busco por todo el auto, pero no lo encuentro. Siento una presión en el pecho... algo ni andaba bien, tenía un jodido mal presentimiento, rápidamente subo a mi auto y lo enciendo, haciendo rechinar las ruedas por la gran velocidad a la que salgo.

Lydia....

En nada de tiempo me estaciono bruscamente frente a la casa de Lydia, bajo del auto con el corazón latiéndome a mil por hora. Thomas se acerca preocupado hacia mí.

- ¡Señor! ¿Sucede algo?

- ¿Dónde está Lydia?

- La señorita Lydia no ha salido de la casa señor.

Dejando a un confundido Thomas, me dirijo rápidamente a la puerta de la casa, la cual se abre sin problemas, busco al Lydia por en la entrada, pero no hay nadie, en una esquina de la casa logro visualizar mi teléfono con la pantalla destrozada.

Mis nervios empezaron a subir considerablemente ¿dónde carajos estaba Lydia? voy a dirigirme a su habitación, cuando al pasar por el baño la puerta abierta me deja ver una escena que hizo trizas mi corazón.

- Lydia!!!!

No, no por favor... no me hagas esto...

La mujer que amo se encontraba en una tina llena de sangre, de sus muñecas su sangre se escapaba al igual que su vida, con mis manos temblorosas toque su rostro, sin creer la imagen que tenía frente a mí, Thomas detrás mío llamaba desesperadamente una ambulancia.

- Cariño... Lydia.... abre tus ojos mi vida. - mis ojos no hacían más que derramar amargas lágrimas.

La tome de la cintura y el saque de la tina poniéndola sobre mis piernas, tome unas toallas que había cerca e intente presionar lo más que pude para detener que la sangre dejara de emanar de sus muñecas...

- ¡¿Dónde está la maldita ambulancia?!

- Está por llegar señor- dice Thomas hincándose cerca de mí.

Por favor.... no puede irse... aun necesitamos tiempo... la única mujer que eh amado... ¿qué clase de juego es este? Darme lo que tanto necesitaba mi alma para luego intentar arrebatármela de forma tan cruel.

Siento el sonido de las sirenas de la ambulancia llegar, me pongo de pie cargando a mi amada el cual sus latidos disminuyen con cada suspiro.

El camino al hospital se me hace eterno, iba a gran velocidad detrás de la ambulancia, ya que no me dejaron subir con ella por la gravedad en la que se encontraba Lydia.

Al llegar al hospital, me bajo rápidamente del auto, viendo como bajan a Lydia en una camilla... ella tan pálida como el papel, una mascarilla sobre su rostro, los latidos no hacían más que disminuir en esa pequeña maquinita.

Camine junto a la camilla que la llevaba, hasta que el médico me detuvo.

- No puede entrar... nosotros intentaremos salvarla.

- ¡No lo intenten! ¡Sálvenla! Les daré todo el dinero que quieran, pero por favor... por favor devuélvanmela con vida.

- Lo entendemos señor... pero por favor tome asiento y espere por noticias.

Eso fue lo único que dijo, se dio media vuelta y se fue por la misma puerta por la que había entrado Lydia hace unos momentos.

Una luz roja se enciende sobre la puerta.... Una luz que me dejaría sumido en la espera más larga y angustiante de mi vida.

Mis piernas seden por el temblor que las azotan... me apoyo en una de las paredes y me deslizo hasta quedar sentado en el suelo, alguna que otra enfermera, se espanta al verme, hasta que una de ellas se acerca a mi para preguntarme si estoy herido, entonces caigo en cuenta de mi camisa cubierta de sangre al igual que mis manos.

- No estoy herido- sale mi voz rasposa por intentar aguantar las lágrimas.

Una vez que la enfermera se asegura que no estoy herido, mis lagrimas azotan con fuerza mis ojos derramándose sin consideración.

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¿Que tal les pareció el capitulo?

déjenme su opinión en los comentarios

agradecería si me apoyaran con una estrellita

los quiero!

bye bye


*Engel Rosse*

Touch Me  (TERMINADA) (sin Correcciones) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora