Por la fuerza

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Hola mis cachorrit@s

les traigo un capitulo nuevo

espero que les guste

los quiero

ya saben pueden regalarme una estrellita o un comentario

besos :*

*Engel Rosse*

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Capítulo 27

Me sentía mareada y mi cuerpo estaba entumecido, poco a poco abro los ojos intentando acostumbrar mi vista a la poca luz del lugar. Me encontraba maniatada de manos y pies sobre una cama, tenía sobre mí una frazada.

Como pude me senté en la cama y busque por el lugar una posible salida, pero la ventana que tenía el lugar había sido cubierta por tablones que impedían que la habitación se iluminara o bien que siquiera se pudiera abrir, no se veía como nada del gusto de Nathaniel, aunque bueno en este momento sinceramente ya ni si quiera se quién es él.
Mi boca estaba seca y mi garganta dolía, no se que hora es, aunque en este momento lo único que inunda mi mente es la imagen de Isabel siendo atravesada por una bala.

Mis lagrimas cae y mi cuerpo se flexiona hacia adelante producto del llanto, necesitaba salir de ahí, necesitaba ver a Isabel, me negaba a creer que Nathaniel terminara con su vida.

Inmensa en mis pensamientos, la única puerta que había en la habitación se abre, dejando ver al hombre que hace un tiempo era el protagonista de mis pesadillas y que ahora estaba frente a mí.

- ¡¿Dónde está Isabel?!- le grito con la mirada llena de odio.

- Eso no tiene importancia – dice acercándose a mí.

- ¡¡Aléjate!! No te... no te acerques- grite presa del pánico que su presencia me provocaba.

- Me perteneces...- me dice poniendo una de sus manos sobre mi pierna.
Intente alejarme, pero el estar amarrada de los pies no me lo permitía.

- ¡No me toques! Estás loco... ¡eres un maldito psicópata! - termine de decir la frase y un gran golpe impacto en mi rostro, Nathaniel me había golpeado.
Su rostro estaba lleno de ira.

- No vuelvas a decir eso... tu me amas- dice tomándome de los hombros.

- Yo no te amo... entiéndelo, nunca lo haré.

- Pues que mal. Porque nunca saldrás de aquí...- dice alejándose y saliendo de la habitación dejándome sola.

++++++

No sabia que hora era, Nathaniel no había vuelto a entrar a la habitación.
Después de que se fue, estuve forcejeando con las cuerdas, pero solo logre hacerme daño, luego de eso el cansancio hizo que me durmiera no se cuantas horas, pero al parecer ya había amanecido, ya que se filtraba pequeños rayos de sol por entre la ventana.

Llevaba unas horas despierta cuando la puerta se vuelve abrir, Nathaniel entra con una bandeja con un vaso con jugo y un plato con comida, ahora que me fijaba en él se veía muy mal, no parecía en nada al Nathaniel que conocí, estaba demacrado, tenia unas grandes ojeras marcadas bajo sus ojos, su cabello lucia desordenado y mas largo de lo que lo hubiera dejado antes.

- Come- me dice sentándose en una silla frente a mi y metiendo la cuchara en el plato con guiso y ofreciendomela.

- No quiero- le digo, aunque me esté muriendo de hambre y de sed.

- No me hagas obligarte Lydia, porque no te gustara. - estaba asustada ¿y si volvía a golpearme como ayer?

- Co...comeré... pero yo sola, suéltame.

- Ni hablar, te conozco Lydia.

- Me gustaría decir lo mismo, pero realmente te desconozco.

- Es tu culpa, todo esto es por ti.... Por nosotros- dice acariciando mi mejilla.

- Esto no está bien, Nathaniel tú no eres así- intentaba razonar con él, aunque sabía que era imposible.

- Come- me dice y yo ya cansada y hambrienta acepto la comida que me ofrece, además si quería salir de ese lugar necesitaba todas mis fuerzas.

++++++

Ya había anochecido hace un rato, Nathaniel había accedido a quitarme las cuerdas, pero a cambio cada vez que salía de la habitación se escuchaba como pasaba llave a la puerta.

Los únicos momentos en los que me había dejado salir de esa habitación era cuando necesitaba ir al baño que estaba a unos pasos del lugar que se había convertido en mi celda, y en esas veces que Sali, solo logre visualizar un pequeña cocina, una mesa y un sofá con unas mantas sobre él, nada más era lo que había en ese pequeño lugar, no sabia donde estábamos, lo único que se, es que no estamos en la ciudad, porque lo que llevaba ahí no se había escuchado en ningún momento interacción humana.

Erick me estará buscando, Isabel... como estará ella... por que ella no estaba muerta... lo sabía... ella jamás se daría por vencida tan fácilmente.

El sonido de la puerta abriéndose me saco de mis pensamientos, Nathaniel entraba a la habitación con la cabeza baja , medio tambaleándose y susurrado cosas.

- Su... ¿sucede algo?

- ¡Sucede que ese maldito tipo no se da por vencido! - dice notoriamente ebrio- el maldito no quiere que seamos felices – dice tomando mi muñeca con fuerza.

- Me haces daño- digo en un quejido, pero el solo me ignora y acerca su cuerpo al mío.

- Tiene... tiene a la mitad de la ciudad buscándote- dice riendo – pero sabes, yo tengo la solución para que nos deje en paz.

- No... suéltame.

- Por fin te hare mía y... y formaremos una familia- dice acorralándome sobre la cama

- ¡NO! ¡Por favor no! No quiero- digo llorando e intentando sacarlo de encima de mi.

- Tranquilo cariño, intentare no hacerte daño, pero debes comportarte- me dice volviendo a amarrar mis manos- además te eh traído algo para que estés más relajada- dice dejando algo en su boca y luego tomando la mía de golpe juntando nuestros labios, siento su lengua en mi boca y como con ella empuja la pastilla hacia mi garganta, haciéndome tragarla.

- ¿Qué me has dado? - digo asustada llorando

El no dice nada y con sus manos rompe la polera que traía puesta dejándome en sujetador frente a él, intento cubrirme con las manos aun atadas.

- Pronto te sentirás mejor- me dice con una sonrisa macabra

Estaba por preguntarle a que se refería cuando comencé a sentir un hormigueo en todo el cuerpo, tenia mucha sed y me sentía algo mareada, quise gritarle, pero mi voz no salía de mi garganta, mi cuerpo se sentía caliente y totalmente débil.

- Al parecer ya estas lista- me dice deslizando mis pantalones por mis piernas.

Touch Me  (TERMINADA) (sin Correcciones) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora