CAPITULO 6

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Fue un golpe duro, mis ojos no conocieron más que la humedad rodeándolos, seguí en el hospital por unos días más, como dije, el único daño que recibí había sido el de mi pierna derecha, nada comparado con el daño psicológico y emocional ante la perdida de Camil. Me dieron unas muletas con la que me sostendría y no le daría presión a mi pierna, dijeron que así me recuperaría más pronto.

Me darían de baja en la mañana y en medio del conflicto "regreso o no regreso al instituto" llegó a mi algo que había ignorado desde el día uno, la figura fantasmal que había provocado el accidente, era uno de los 3 niños que acosaban a mi amiga, fue cuando tome un respiro y analice la extraña situación que ahora se encontraba en mis manos. ¿Qué habría hecho Camil para que esos niños la vigilaran? No tuve tiempo de contarle sobre ellos, la habría asustado, y de todos modos tal vez jamás hubiera evitado lo que sucedió; pero me consumía el ¿Por qué? ¿Qué había en todo este misterio? ¿Por qué se llevaron a mi amiga?

Por lo que tome la decisión de regresar al instituto y descubrir el secreto de todo esto.

A la mañana siguiente, estaba a solas con mi madre, ella guardaba algunas mantas que había traído anteriormente.

-Mamá, quiero volver al instituto - me miro desconcertada ya que no había hablado desde hace días.

- ¿Quieres volver? Pensé que no querrías, después de todo esto.

-Ya me acostumbré a ese sitio - proseguí a mentir - no será difícil readaptarme, todo este tiempo en él, creó que empecé a quererlo.

-Como gustes, pero será dentro de unos días, aún no te recuperas, no quiero dejarte en esas condiciones.

- ¿Crees que mi padre acepte?

-No se opondrá a que sigas estudiando, de eso estoy segura - hubo una pausa incomoda en su lenguaje de consuelo, y prosiguió con un tono incomodo - Y cuéntame ¿Cómo vas en la escuela? - no quería responder y baje la mirada - Quiero que olvidemos todo lo que paso, lamento no haberte llamado para saber cómo estabas - me dijo triste.

-Descuida, desde que llego Camil, ya no me sentía sola.

- ¿Cómo era esa chica? ¿Era una buena influencia? Sacarte de la escuela a esa hora, para ir a una fiesta - su forma despectiva de hablar de ella me molesto.

-Ella fue lo único bueno que encontré en el instituto, una compañía, una guía, una amiga - ¿cómo hablar de ella sin que mis ojos derramaran lágrimas? - Fue la única persona que estuvo todo este tiempo conmigo - insinúe.

-Yo lo sé, te hubiera llamado, me necesitabas, solo quería lo mejor.

- ¿Lo mejor? Abandonándome.

-Que estudiaras en un buen colegio.

- Ya basta mamá... sé porque me mandaron ahí, para no seguir influenciando a mi hermano en algo que ustedes no creen. Y me mandaron a ese sitio, sin Camil me abría vuelto loca.

-¿Y aun así quieres volver? - me puse nerviosa y rápido trate de inventar algo, pero nada salió de mi mente, y más, porque Tyler entro a la habitación.

-Mira lo que te trajimos - dijo él, hurgando en su chamarra del que secretamente saco un panque de chocolate, con su envoltura, de esos que me gustaban - De contrabando - me susurro y abrazo; mi pequeño, cuanto lo había extrañado.

Volvimos a casa, Tyler estaba emocionado de contarme las reparaciones que papá les había hecho a las escaleras quería que subiéramos estas como haciendo una carrera, era un tramposo, apenas y podía maniobrar con las muletas y quería que corriera con él.

Al terminar de comer salí al patio con Tyler, sentados en la acera frente a la casa, el silencio rodeaba la calle, en la que apenas transeúntes se atrevían a pasar.

-Althair, creo haber oído a mis padres decir que no te quedaras ¿te iras de nuevo? ¿Te están obligando a regresar? - me dijo tan preocupado.

- No, estoy yendo por mi propia voluntad.

-Pero ¿enserio te gustó ese lugar?

-No se lo sigas a nuestros padres - le susurré - Tengo que averiguar el porqué de mi accidente.

-El auto se volcó, nos lo dijo el doctor.

Tan inocente el pequeño, su rostro preocupado ante la situación de tener que volver a irme, él era la única persona en la que puedo de verdad confiar sobre lo que vi antes de accidente.

-No se lo digas a nuestros padres - voltee para vigilar que nuestros padres no estuvieran cerca - Vez como se pusieron con lo de Doches.

-No me dejaron salir al patio hasta que dejara de creer que Doches estaba aquí, pero verdad que era real, Doches si estaba aquí.

- A los adultos les cuesta trabajo creer eso, por eso si ellos te dicen que Doches ya no está, lo mejor es seguirles la corriente, ¿sí? Para no molestarlos - le dije en consuelo, no quería hacer lo que precisamente mis padres querían que dejara de hacer, contarle las fantasía según ellos, pero Tyler me comprendía así que decidí decirle. - ¿Puedes guardarme un secreto? - él acento muy contento - Vi a un fantasma, el provocó el accidente.

-¡Oh por Dios! - dijo impactado - ¿Crees que fue él?

-Estoy segura, lo peor es que ese fantasma iba tras mi amiga y lo consiguió.

-¿Pero ella que tenía que ver?

-Es lo que tengo que averiguar... No les digas a nuestros padres, por favor, se pondrían inquietos y para que quieres verlos así. Esa es la razón por la que debo volver a la escuela.

Jamás me había embarcado en una misión que tuviera que ver con este supuesto don, y realmente jamás lo habría hecho, pero la vida de mi amiga había sido arrebatada y tenía que saber cuáles fueron las razones de esos fantasmas, así que con todo el dolor de mi alma regrese a la escuela en la que en cada rincón el recuerdo de mi amiga estaría presente.

Puedo VerlosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora