- ¿Althair? – me dijo aproximándose
- ¡Maestra!
- ¿Esta todo bien?
-Este, si - me puse muy nerviosa ¿qué inventar ahora? - Es solo que... estaba ensayando para la próxima obra.
- ¿Enserio? ¿Te gustaría entrar a teatro? – me miro sospechosamente.
-Bueno, es solo un pequeño deseo, no quiero del todo entrar en el grupo teatral, si, tal vez pueda hacer un intento.
-Realmente me creí lo de tu agonizante reclamo, a quien se supone que se lo dices.
-A mis padres... - fue lo primero que salió de mis labios.
-Mmm... ¿la inventaste tu o es una obra reconocida?
-Pues reconocida, reconocida no, pero es de un tal Oscar – esta mentira se estaba saliendo de control que ya solo decía palabrerías sin sentido.
- ¿Oscar qué? ¿Wilde, Vela, Muños? Hay muchos novelistas con ese nombre.
-No lo recuerdo, pero no importa, es mas, ya no quiero entrar al grupo, solo lo decía por emoción del trágico y espantoso momento, ¿quiere olvidarlo?
- ¿Qué está pasando realmente Althair? – dijo riendo - Me pareciera como si no supieras mentir, ¿no quieres entrar a teatro verdad?
-Perdone maestra – tire la farsa – Es solo que... ¿cómo se dio cuenta de que era falso?
-Tan sólo mira como hablas se nota tanto tu nerviosismo.
- ¿Enserio?
-Si, es tan gracioso como las personas tratan de ocultar algo, pero se ve mucho su mentira, en su forma de hablar, su movimiento, su miedo, por eso es que supe que decías la verdad cuando te acusaron de pintar la pared, estabas tan segura de no haberlo hecho que era obvio que no lo habías hecho.
-Y siempre se lo agradeceré, por usted es que sigo aquí en el a escuela.
-No hay de que - quise en ese momento retirarme, pero ella me interrogo – solo una cosa más, ¿entonces si no estabas ensayando para una obra a quien le reclamabas?
-He... - ¡demonios! Creí que ya lo había olvidado, el conserje paso junto a nosotras en ese momento iba en camino a la casa - Bueno maestra es que, me he sentido un poco frustrada, ¿entiende? No es fácil seguir aquí sin mi amiga - sabemos que eso era real, pero realmente era un pretexto por ahora solo para distraerla de la realidad.
-Si lo se, entiendo perfectamente, vi tu cambio por superarte en esta escuela gracias a Camil, y tan sólo pensar en lo que sucedió, puedo imaginar lo que viviste, de la misma manera que su mamá, que horror perder a tus seres queridos de esa manera - no quería entrar tanto al fondo de eso, tan sólo recordarlo me daban ganas de llorar - ¿Viste a su mamá ayer?
-Si...
-Estaba tan destrozada, me dolió verla así, su única hija y su esposo.
-La única no, Camil tenía a un hermanito – el viento se agitó bruscamente en ese momento
-Eso no lo sabía... creí que era hija única.
-No lo era, también yo me lleve la sorpresa al conocer al pequeño Antoni - voltee a ver el portón, esperando que el conserje no saliera corriendo gritando que alguien hizo desbarajuste - Bueno Profesora, tengo que irme, no he terminado la tarea y es para mañana, con permiso – lo dije lo más pronto posible y me fui al instante de ahí.
La presencia de los fantasmas me perseguía, pasaba por mi mente el terror y la angustia de que si seguía interfiriendo se atrevieran a lastimarme, pero había tantas cosas que aún no era respondidas con exactitud; corrí con suerte con las preguntas de la maestra, a nadie podía decírselo no acabaría bien.
Necesitaba un apoyo, necesitaba un consuelo, sentía que cada vez los fantasmas eran más agresivos, con forme avanzaba con mi investigación sus razones eran más visibles, pero aún no era suficiente como para darme por vendida y la muerte de mi amiga era lo único que me mantenía aún de pie. A la hora de dormir abrasaba al pequeño Runtyn con todo mi amor, por el momento era el único apoyo físico y mental que podía tener.
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Puedo Verlos
Misterio / SuspensoEl internado de señoritas de la ciudad de Joquen encierra misterios tras su construcción. Althair una joven incomprendida, capas de ver las cosas sobrenaturales que pasan en el instituto, descubrirá que todo esto se deriva por su amiga Camil y el pa...