CAPITULO 16

44 7 0
                                    

Las palabras hacían eco en la habitación y en un momento parecido como el anterior, estaba en frente de una puerta entre abierta, las luces estaban encendidas y se oían susurros en ella, no pude empujar la puerta pero por el borde que sobraba los vi, ahí estaban los 3 niños del periódico, los tíos de Camil y el pequeño su padre, el señor Oscar; había sido como viajar en el tiempo, viendo las viejas aventuras de los antepasados de mi amiga; cada uno hacia una cosa, el mayor tomaba un refresco mientras leía un libro, John comía unas ciruelas haciendo gestos graciosos para su hermanito, Oscar lo veía y reía. A través de mi cruzó el señor Casqueda, por fin abriendo bien la puerta y dejándome entrar.
Las camas estaban a lo largo de la gran habitación, estas las cubrían edredones de figuras otoñales y sobre ellos su respectivo dueño, cada uno tenia su buró con un adorno sobre éste; al entrar el señor Casqueda los niños guardaron silencio pero sin borrar la sonrisa del pequeño Oscar:
-¡Hola papá! – dijeron los 3, algo indiferente el mayor.

-Que tal hijos… ¿Qué hicieron hoy?

-Vino el tío Roquet – mencionó Oscar – ¡me trajo esta gorra Gatsby, esta increíble ¿no?! – se la puso y la movió de un lado a otro con una gran sonrisa.

- Mmm… - dijo su padre quitándosela y la analizo – Seguro la trajo de uno de sus viajes a Estados Unidos, sé que es original, ¿le diste las gracias?

- Claro que si - volvió a ponerla en su cabeza.

-¿Cuándo nosotros iremos allá? – preguntó John.

-Cuando los primeros ingresos de la institución lleguen, nos iremos de viaje, se los prometo.

-¿Y que tal va la construcción papá? – sin apartar al vista del libro interrogó Dan.

-Va mejor de lo que esperaba, se los aseguro, falta muy poco para que la terminemos.

- Me fui a dar una vuelta por allá y no hay ningún avance.
-… Verán hijos, las cosas no se crean de la noche a la mañana, todo lleva su tiempo y no solo es construir, poner ladrillos, cemento y ya, nos lleva tiempo instalar la luz, el agua, la seguridad para que en el próximo temblor no se caiga tan fácil, sé que ustedes quieren que ya terminemos, no he estado el suficiente tiempo con ustedes.

-¿Tu trabajo no es mas importante, verdad? – prosiguió nuevamente Oscar.

-Jamás hijo, lo que ustedes necesitan es una madre… - los 3 intercambiaron mirada en la distracción de su padre al mirar abajo, su comentario los había dejado atónitos.

-¿De que estas hablando? – enfadado retomó Dan.

-Si, yo no soy tan bueno llevándome el trabajo de padre y madre a la vez, siempre aparentó serlo pero tanto ustedes como yo necesitamos el apoyo y consuelo femenino.

-¡Papá! Ve al punto, ¿a que quieres llegar con todo esto? ¿Ya no quieres a mamá?

-¡Claro que si hijos, que pregunta es esa! Ella estaría de acuerdo en que vayamos encontrando a alguien que nos cuide.

-¡Ya encontraste a alguien para sustituir a nuestra madre! – hirviendo le la sangre afirmo Dan.

-Tampoco lo digas así...

-¿Quién es papá? – pidió Oscar.

-… La señora Sosa.

-¡Peor aún! - grito Dan – Papá esta casada.

-Viuda…

-¿Cuándo paso eso?  - pidió John asustado.

-E-era algo que… no les dije porque no quería que creyeran que la construcción es peligrosa, su marido falleció hace 6 meses – los 3 quedaron asustados – Y ahora necesita de nuestra ayuda para mantener a su familia.

- Pa', tiene hijos.

-Al igual que yo, los dos estamos desamparados.

-¡Ellos más!

-¿Qué es todo esto Dan? ¿Acaso yo te enseñe a ser así? ¡No mires a las personas por su economía sino por sus valores!

-¡No me importa si tiene valores o no papá, lo que no quiero es que cambies a nuestra madre por esa mujer!

-¡Respeta a la señora Sosa! Ella aún no sabe de esto.

-Pero pronto lo sabrá ¿no? La traerás a aquí junto con sus hijos y toda la paz que alguna vez tuvimos se ira al caño.

-¡Deja de hablar así! Sus hijos son educados, ¡más educados que tu por lo que noto! Pagan a tiempo aunque no tengan nada de comer, esa bodega es lo único que los mantiene calientes, puedo darles un mejor futuro, puedo hacerlo, ya que me siento responsable de lo que le paso al padre de esos niños, hijos… gracias a mi trabajo lo tienen todo y lo han sabido aprovechar, la casa es grande caben más, y que mejor ¡ayudar a los que lo necesitan! Jamás olvidare a su madre, no tenemos que, pero si quiero que entiendan, la señora Sosa es una esplendida mujer y cuidara de nosotros con o sin recursos como ahora lo hace con sus 3 hijos y… el cuarto.

-¡Que! ¡¿Esta embarazada!?

-…Si…
-No puede ser, bueno pa', creo que hay que aplaudirte – el señor Casqueda presiono los nudillos y parecía que sus ojos hervían, John  y Oscar pronto corrieron a cubrir a su hermano mayor ya que era obvio que estaba a punto de golpearlo.

-¡No papá! Por favor… - mencionaron los dos abrazando a su hermano.

-¿Lo van a apoyar? – ninguno de los dos supo responder - Bien… con o sin su apoyo, cambiare la vida de los Sosa para bien, ¡les guste o no! – Él salió de la habitación cerrando bruscamente la puerta, Dan sin apartar la mirada de odio hasta la puerta hizo aún lado a sus hermanos y golpeo uno de los burós.

-¡No puedo creerlo, puso primero a los Sosa que a nosotros!

-Puedo comprender su punto – mencionó Oscar, sus hermanos lo miraron en desacuerdo – Me refiero a que papá solo quiere una nueva compañera.

- Dejando atrás la linda pareja que hacia con mamá, no lo permitiré, en esta casa aún el recuerdo y amor a mi madre sigue con vida y esa familia no vendrá a meterle ideas a mi padre.

-Pero el dijo que ella no lo sabe – afirmó John.

-Tal vez como es rico la mujer quiere sacar ventaja, no lo duden, no lo permitiré se los aseguro.

-¿Qué harás? – dijeron los dos.

-Algo estúpido, pero esa tonta idea se la sacaré de la cabeza a nuestro padre.

Puedo VerlosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora