Capítulo 6: Cruzando el Bosque Viridian.

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Luego de salir de Pueblo Paleta, con destino a Ciudad Pewter, para el primer gimnasio que Matt enfrentaría. Él decidió que el gimnasio de Ciudad Viridian sería su último reto antes de enfrentar a la liga.

Bianca resultó ser una chica muy agradable. Tenía como sueño ser maestra en la escuela pokémon de Kanto.

Cuando los chicos llegaron a ciudad viridian, sin toparse con pokémon salvajes, pasaron directamente hacia la Ruta 2.

Ahí encontraron algo que les sorprendió, pero Matt se mostró interesado también.

-— ¡Un Mankey!

Lo examinó con la Pokédex, y se dispuso a atraparlo, le sería de mucha ayuda en el gimnasio Pewter, que se especializaba en el tipo roca, y Mankey era de tipo lucha, que tiene ventaja sobre los tipo roca.

Después de un corto combate Matt consiguió capturarlo.

La Ruta 2 era un poco más corta que la 1, pero para cuando terminaron de cruzarla ya el sol empezaba a ocultarse, cosa que no les gustó a las chicas.

— ¡¿Acampar en el bosque?! ¡Estás loco Matt!— le gritó Lali a su primo luego de que este propusiera dormir en el bosque.

— Estoy de acuerdo con Lali, no acamparé aquí— dijo Bianca.

— Escuchen— empezó el único chico del grupo intentando razonar—, no sabemos cuánto nos tardaremos en cruzar el bosque. Podríamos tardar toda la noche. Pero con la escasa iluminación que tenemos — apuntó al cielo, donde el color anaranjado del atardecer poco a poco desaparecía— podríamos perdernos— finalizó el pelinegro.

— Entonces busquemos algún lugar para estar seguros. Creo haber oído que hay una cabaña en el bosque, podemos dormir ahí— sugirió Bianca

— Esa idea es mejor. Y me gusta más. Tú nos guías Bianca— le dijo Lali.

Matt no protestó ni comentó nada; esa idea era mucho más práctica que la que él había propuesto. Aunque, viéndolo de otra manera, estarían haciendo lo que él había sugerido: Acampar en el bosque. Solo que lo harían en una cabaña y no al aire libre.

Comenzó a caminar detrás de las chicas, quienes hablaban mientras Bianca guiaba.

Luego de caminar un poco, dieron con la cabaña. Matt iba a tocar la puerta, pero la vió entreabierta. Con una mirada hacia sus compañeras, abrió la puerta.

No había nadie dentro. La cabaña era pequeña pero con suficiente espacio para pasar la noche. Tenía una cocina en un extremo, dos sofás y dos sillones, y dos puertas. Asumieron que una era una habitación y la otra un baño.

— ¡Hola! ¿Hay alguien aquí?— preguntó Bianca una vez adentro.

De respuesta, la puerta por la que entraron se abrió.

A la cabaña entró una mujer joven, que al verlos no se sorprendió.

— Veo que tengo visita— observó a los jóvenes en su cabaña.

— Buenas noches— saludó Lali.

— Buenas noches niños, soy Laura, y bienvenidos a mi cabaña— saludó cordialmente la mujer.

— Sabemos que no debíamos entrar sin permiso, pero nos mató la curiosidad al ver la puerta entreabierta— confesó Matt.

— No hay problema — contestó de manera cortés—. Suelo dejar la puerta así para que personas me visiten si necesitan ayuda.

— ¿Da hospedaje a las personas que viene a su casa? — Preguntó Bianca

— Solo a aquellos que lo pidan— Laura se acercó a la cocina.

Pokémon Kanto: El inico. (CANCELADA).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora