Aquella palabra resonó en la cabeza de Jae, que miró a su alrededor buscando el mensaje.
- No lo hizo... - dijo el mayor, sonando inocente y apenado a la vez.
- No un mensaje como los de allí arriba. - rió Woosung, haciendo que la pantalla de su móvil se encendiera - Un mensaje de los que se mandan aquí.
El rubio quedó a cuadros. Los mensajes que él conocía eran entregados por unos robots con hélices sobre sus cabezas, que volaban hasta el destinatario y, gracias a la pantalla que cargaban en sus pequeñas pero fuertes manos, dejaban a éste leer el mensaje. Aquellos robots tenían su propia vía de vuelo para no entorpecer el paso de los inquilinos en los pasillos, a pesar de que esta medida no hiciera falta puesto que los pasillos eran tremendamente amplios.
Eran unos seres impresionantes o, al menos, así eran ante los inocentes ojos del rubio.- ¿Cómo que uno de los que se mandan aquí? - el mayor arqueó una ceja y vio como Woosung se sentaba sobre una de las dos camas, observando aquel aparato por el que decía haber recibido un mensaje de Matthew.
Aquella cama se encontraba en la esquina de la habitación, por lo que su lateral quedaba contra la pared. Para ser una habitación tan amplia daba la sensación de estar mal distribuida, como si estuviera hecho a posta.- Siéntate junto a mí; - pronunció el de cabellos blancos tras alzar su cabeza para poder ver al mayor - te lo explicaré.
Jae asintió y caminó hasta quedar junto al menor. Cuando éste palmeó el lugar junto a él sobre la cama, el rubio se dejó caer sobre el edredón hasta quedar sentado. El dedo índice del más bajo viajó desde la parte inferior del aparato hasta uno de los numerosos iconos que éste tenía. Lo que más llamó la atención del rubio fue que, cuando Woosung pulsó sobre aquel icono, la pantalla se volvió blanca y, unos instantes después, aparecieron un montón de nombres que era incapaz de entender por el idioma en el que estaban escritos.
Era exactamente igual que las máquinas de la zona superior.- Esto - dijo el menor mientras pulsada sobre uno de los muchos nombres - es el lugar donde se recogen todos lo mensajes que Matthew y yo nos hemos mandado.
Al instante, el experto sobre aquel aparato giró aquel fino objeto en dirección a Jae para que él pudiera verlo. Sus ojos se abrieron como platos cuando el de cabellos blancos comenzó a deslizar su dedo por la pantalla y comenzaron a mostrarse los numerosos mensajes en aquel nuevo idioma.
Jae no entendía nada.- ¿Cómo entiendes lo que pone? - preguntó el novato, ladeando levemente su cabeza en un gesto bastante adorable.
- No es la primera vez que bajo a la zona inferior.
El menor llevó el aparato más cerca suya para poder leer el mensaje y esbozó una sonrisa ladina cuando terminó. Todo eso había ocurrido ante los atentos ojos de Jae, que habían observado la escena con curiosidad mientras asimilaba aquella información que el chico sentado junto a él le acaba de dar.
- Ah... claro que sí Matt, ¿cómo puedes dudar acerca de eso? - murmuró el rubio mientras el sonido del tecleado se hacía presente en la habitación.
- ¿Qué dice? - Jae se sentó como un indio sobre el colchón y el menor imitó su acción, quedando los dos cara a cara.
- "Woosung, he rescatado este chat del fondo de la aplicación, ¿te gustaría salir a tomar algo algún día?" - leyó el propietario de aquel objeto, aún sonriendo.
- ¿Qué le dirás?
- Que sí - el más bajo alzó su cabeza y sonrió ampliamente.
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S E L E C T I O N ┊𝘫𝘢𝘦𝘩𝘺𝘶𝘯𝘨𝘱𝘢𝘳𝘬𝘪𝘢𝘯 || PAUSADA
FanfictionUna sociedad dividida en dos, la zona inferior de la Tierra, donde los humanos normales conviven, y la zona superior, que no está al alcance de los humanos y en la que viven los pocos que llevan el mundo entero a través de una gran red de máquinas...