S E L E C T I O N ┊𝘫𝘢𝘦𝘩𝘺𝘶𝘯𝘨𝘱𝘢𝘳𝘬𝘪𝘢𝘯 || PAUSADA

~ Miente ~

- Lo diré en seis palabras. Esperaba algo mejor de ti, Park.

Entonces Jae sintió como un escalofrío le recorría toda la columna vertebral, avisándole de que lo que estaba por pasar no era bueno. Tragó saliva y asintió, esperando a que el monitor siguiera con aquella explicación.

- Pensaba que eras alguien responsable, pero tuviste que ser desintegrado por Park Jinwoo y los FD15 que le fueron asignados. Aún no sé el porqué de que Jintao tomara esa decisión pero, conociéndole, debe ser una buena razón - explicó la voz robotizada de la pantalla con cierta desgana.

Al escuchar el nombre de las máquinas que acompañaban a Jinjin, Jae fue golpeado por un fuerte dolor de cabeza que le obligó a llevarse la mano a la frente, resintiéndose. "FD15", ¿dónde había oído eso antes?

- Has estado cinco días en observación tras la desintegración de tus células por los cañones FD15 - prosiguió relatando el aparato -. Cuando pasaron esos tres días, te devolvieron a tu habitación para que tus células se terminaran de unificar. De eso hace una semana ahora. 

Las puertas se abrieron tras la espalda del rubio, causando un estruendo molesto a los sensibles oídos del mayor. Jinwoo entró con andares decididos a la sala, aproximándose poco a poco al lugar donde se encontraban ambos: la pantalla y Jaehyung. Cuando se encontró a la altura de ellos, empezó a hablar con un tono serio y sin siquiera sonreír.

- ¿Dispone de tiempo ahora, mi señor? Si es así puedo hablar con usted acerca de las irregularidades en el viaje de Park Jaehyung a la zona inferior.

Jae quiso desaparecer de la sala, ¿tan mal lo había hecho? No recordaba nada, absolutamente nada. Jinjin tampoco parecía querer contribuir, porque obviamente se había dado cuenta de que estaba allí, no es como si fuera invisible o algo. El rubio se quedó inmóvil mirando la delgada y pequeña figura del menor de cabellos anaranjados.

- Adelante, Park, comience a relatar - indicó la pantalla, expectante.

- Además de que Park Jaehyung cometió una falta a la hora de instalar los transmisores que le habían sido entregados como misión, lo importante es que terminó por besar a un mortal de la zona inferior - hablo Jiinjin sin miedo, a sabiendas de que lo que decía era mentira -. Como coordinador de las misiones, me vi obligado a desintegrarle como castigo por tan problemática acción. 

Tanto el falso rostro de la máquina como el del rubio se desfiguraron, el de Jae más que el de La Gran Pantalla. El de delgada y alta figura tenía claro que jamás habría hecho algo así sabiendo las estrictas reglas de la zona superior respecto a los mortales inferiores. Desde luego que él no había no hecho eso y estaba un setenta por ciento seguro de que él no era el único que lo pensaba. Justo cuando quiso creer que estaba listo para hablar, la voz robótica se le adelantó.

- ¿Cómo es eso posible, Jinwoo? Te recuerdo que estoy al corriente de cada uno de vuestros movimientos en la zona inferior.

Jae quiso sonreír, pero conocía a Jinjin por lo poco que había oído de Woosung y seguramente ya tenía una estrategia para deshacerse de las sospechas.
No se equivocaba.

- Mi señor, todo esto ocurrió durante el escaso tiempo en el que estuvo desactivado para la revisión semanal - afirmó con total seguridad el de cabellos naranjas.

En aquel momento, Jae hubiera soltado miles de agravios pero aquello rompería otra regla y no quería ser castigado de nuevo. Si tuviera elección, preferiría no volver a ser desintegrado.

- Park Jaehyung, ¿es eso verdad? - preguntó la pantalla llamando la atención del rubio.

- No lo es, mi señor - habló bajando la cabeza el de mayor estatura -. Bajo ningún concepto haría algo así, mi señor.

- ¿Sugieres que Park Jinwoo miente?

Jae asintió sin dudarlo. "No sugiero, aseguro" pensó intentando mantener su rostro neutral, ya que tenía claro que si se dejaba llevar terminaría desintegrado de nuevo. Todo fuera por no volver a experimentar esa sensación desgarradora de nuevo.

- Necesito barajar todas las posibilidades acerca de este asunto. Retiraos - ordenó tajante la voz tras el monitor.

Ambos asintieron en silencio y, tras hacer una reverencia lo más formal posible, se retiraron. Hasta que las puertas se cerraron tras sus espaldas, ninguno se dignó a hablar, siendo Jinjin quien rompió el silencio.

- ¿Qué te ha parecido? - dijo burlón mientras miraba al rubio con una sonrisa nunca antes vista para él -. Guardo otros muchos ases en la manga, así que aleja a tu amiguito de mi novio o terminaré por echarte de aquí. Aunque sea a patadas.

Jaehyung negó con la cabeza, convencido de que la pantalla habría escuchado todo aquello. Jinwoo, al darse cuenta de ello, no pudo evitar reír con altivez.

- Sin duda eres idiota - soltó sin tacto ninguno -. Se te olvida el hecho de que La Gran Pantalla se apaga un par de minutos cuando sus invitados abandonan la sala. Vas lento, ¿eh?

Y se echó a reír mientras abandonaba el lugar, dejando a Jae desorientado mirando a la nada y escuchando las risas del chico. ¿Había perdido esa batalla? Probablemente. 

No se iba a rendir tan fácilmente. Avanzó con rapidez por los pasillos hasta llegar hasta donde Jinjin se encontraba, agarrándolo por la muñeca tras llegar a su altura. Cuando giró el pequeño cuerpo del menor, éste le miró extrañado.

- ¿Por qué haces esto? - preguntó Jae con irritación palpable en su tono de voz -. ¿Qué te he hecho yo para que quieras verme lejos de aquí?

- Dejar a tu amiguito suelto cerca de mi novio. Incluso él se enfadó por tenerle cerca. Ese microbio no debería salir de su habitación - se soltó del agarre que Jae aplicaba en su muñeca y apoyó su dedo índice en el pecho del rubio -, así que asegúrate que no se acerque a Jaehyeong y no tendrás problemas. Es lo único que tienes que hacer en verdad, ya que sólo tienes un amigo. Te vigilo, Park, así que ya sabes.

Dicho aquello, el menor se retiró, dejando a Jae con la palabra en la boca y unas ganas tremendas de soltarle un puñetazo en la cara.
A veces sentía que era demasiado bueno.

Aquellas palabras le habían dolido, demasiado quizás. Era cierto que su único amigo era Woosung, pero no hacía falta echárselo en cara.
De nuevo aquel dolor golpeó su cabeza, ¿qué estaba pasando?
Pestañeó un par de veces y creyó darse cuenta pero prefirió ignorarlo, incluso cuando aquel dolor martilleaba su cabeza.
¿Cuándo pararía?