Simplemente no quería que el menor tuviera problemas.
Supuso que era lo correcto y sonrió tímidamente, esperando no ganarse la molestia del menor.
Éste último sólo bufó y bajó la cabeza, dejando su mirada sobre la taza de café que descansaba casi vacía sobre la mesa.Nervioso, Jae se envolvió en un abrazo, buscando algún tipo de tranquilidad. Tragó saliva y buscó la mirada del menor, sopesando los posibles finales que podría tener la historia si le dijera aquel pensamiento que le rondaba la cabeza. Aquella pequeña, diminuta, enana, minúscula y chiquitita posibilidad de que no supieran todo. De que aquellos recuerdos que tenían fueran falsos.
Era una locura.- Es una locura - murmuró el rubio, sin siquiera haberse tranquilizado un poco.
- ¡Ah, pero sí te pasa algo! - gritó el menor como respuesta, apuntando el dedo índice de su mano derecha hacia Jae -. ¿Por qué no me lo cuentas? No soy adivino, si no me lo dices no puedo echarte una mano.
- Es una locura - reiteró el más alto -. Podrías meterte en problemas si me intentaras ayudar y no quiero eso...
Silencio. Ambos cruzaron miradas, siendo Woosung el más confuso de los dos. Jae tan sólo lo observaba con el brillo de sus ojos ausente. Aquella sonrisa que había tenido en su rostro todo el tiempo se había desmoronado.
No tenía un porqué para mantener la pared que había puesto por lo que la dejó caer, demostrando que en verdad era un pequeño niño preocupado y asustado.- Jae, sé que nunca digo esto - empezó Woosung, rompiendo el incómodo silencio que había -, pero siempre puedes confiar en mí. Entiendo que estés confuso o incluso molesto, pero estoy aquí para ayudarte. No soy tu amigo únicamente en los ratos buenos, lo soy también en los malos. Las caminatas por la zona inferior, las charlas en la cafetería, los abrazos, las burlas y bromas... no tendrían sentido si sólo estuviera aquí para eso. Estoy aquí para apoyarte, para quererte como eres y que entiendas que no hace falta que seas perfecto para poderte querer. Sé que no hace mucho de que somos oficialmente amigos, pero realmente siento que puedo confiar en ti. Ya me has defendido y me has demostrado que vales la pena.
Y lo dejó ir todo. Llevaba un tiempo pensando aquello, buscando un hueco en su agenda para decírselo y librarse de esa necesidad de soltarlo todo.
Porque era verdad, todo lo que había dicho era verdad. Si JaeHyung no lo hubiera cuidado, si no lo hubiera llevado a caminar cuando no quería saber nada de nadie, si no lo hubiera abrazado cuando lo necesitaba; si todo aquello no hubiera ocurrido, él no sería el mismo.
Las cosas habían cambiado tanto en tan poco tiempo.Era la primera vez que Jae recibía unas palabras así. En su vida se habría imaginado un apoyo, menos de alguien como WooSung, quien siempre está hablando con gente y ocupado socializando.
Aquel corto discurso del menor le había llegado, se sentía querido por una vez en la vida, sensación que jamás esperaba sentir. De golpe, una sensación nueva lo invadió, taladrando su cabeza sin piedad.
Nostalgia.Una única pregunta se formuló en la cabeza del rubio: "¿Por qué siento nostalgia gracias a algo que nunca antes había experimentado?"
Ahí estaba de nuevo, aquel continuo dolor de cabeza se había instalado en él otra vez. Intentó ignorarlo pero fue imposible, obligándole a llevarse una mano a la frente al mismo tiempo que fruncía el ceño con molestia.El menor lo notó, su expresión cambió por completo viendo como Jae apretaba los párpados con fuerza. Tragó saliva y abrió la boca para hablar, mas las palabras no salieron. Volvió a tragar saliva y asintió para sí mismo.
- ¿Te... te encuentras bien, JaeHyung? - preguntó bajo, queriendo acercase al mayor -. ¿Necesitas que vayamos al cuarto médico?
Al escuchar aquello, todo lo que hizo Jae fue negar con la cabeza con bastante fuerza. Sabía que no debía pisar aquel lugar porque no le haría sentir bien. El olor a desinfectante, las medicinas, las agujas, las vendas, todo era una negativa para el rubio.
No iría ni muerto.- Estoy bien, es sólo que... - Jae se obligó a sí mismo a detenerse, tragando saliva al momento.
- Es sólo que... - el menor invitó al rubio a seguir con lo que estaba diciendo, observando profundamente los orbes de su mayor.
- Es sólo que me duele la cabeza - admitió finalmente -. Pero no es un dolor momentáneo, es como si en determinados momentos me estuvieran golpeando la cabeza con un martillo. Las primeras veces se soporta, cuando llevas un día entero así te terminas cansando, ¿sabes?
Woosung ladeó la cabeza con extrañeza en el rostro, intentando leer el alma de JaeHyung a través de sus oscuros ojos. No, no lo iba a conseguir, pero al mismo tiempo que lo intentaba estaba asimilando lo que le acababa de confesar el más alto, buscándole algún tipo de explicación en sus amplios conocimientos. Falló, hecho que lo hizo todo mucho más insólito y complejo para ambos.
- ¿Ha empezado hoy? - inquirió Kim frunciendo el ceño.
- Sí, justo cuando he despertado.
- ¿Y no tienes fiebre ni nada? - habló el menor mientras se levantaba para poner una mano en la frente de Jae, tomando su temperatura -. No..., esto es muy raro.
- No sabes bien cuanto.
Silencio nuevamente. El dolor seguía golpeando la cabeza del mayor, que intentaba disimular su gesto adolorido. Mientras tanto, Woosung miraba a los ojos de Jae, buscando explicaciones con nerviosismo, sintiendo como una burbuja de preocupación iba creciendo hasta el punto de rozar la explosión.
Su boca se secó, llevándole a mojar sus labios con la punta de su lengua para así intentar calmarse. No había respuesta a la pregunta, sólo un continuo y ya molesto silencio que no parecía querer ser roto.- ¿Crees que... pueda haber sido porque he hecho algo? - preguntó el rubio, devolviendo a Woosung a la realidad.
- ¿En qué sentido?
- No... no lo sé, es una sugerencia... - con voz susurrante y nerviosa, la respuesta de Jae escapó de sus labios -. Digo... no es como si hubiera hecho algo malo, pero he-
- Has pensado más de la cuenta hoy y has agotado tu cerebro - lo interrumpió Woosung, luciendo una sonrisa burlona en el rostro, creyendo que así le quitaría hierro al asunto -, ¿a que sí?
- Podría decirse que sí...
Al menor se le descolocó el rostro al escuchar aquella respuesta. JaeHyung no llevaba ni veinticuatro horas despierto y parecía estar peor que nunca. Harto de esperar por una respuesta por al que siquiera había preguntado, Woosung se lanzó a hablar, rompiendo así el silencio por enésima vez.
- ¿Qué ha pasado? Y ahora hablo en serio, nada de medias tintas, o me lo cuentas todo o no volvemos a hablar.
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S E L E C T I O N ┊𝘫𝘢𝘦𝘩𝘺𝘶𝘯𝘨𝘱𝘢𝘳𝘬𝘪𝘢𝘯 || PAUSADA
FanfictionUna sociedad dividida en dos, la zona inferior de la Tierra, donde los humanos normales conviven, y la zona superior, que no está al alcance de los humanos y en la que viven los pocos que llevan el mundo entero a través de una gran red de máquinas...