S E L E C T I O N ┊𝘫𝘢𝘦𝘩𝘺𝘶𝘯𝘨𝘱𝘢𝘳𝘬𝘪𝘢𝘯 || PAUSADA

~ Dolor de cabeza ~

- ¿Qué ha pasado? Y ahora hablo en serio, nada de medias tintas, o me lo cuentas todo o no volvemos a hablar.

Jae se llevó las manos a la cabeza y revolvió su cabello con desesperación aflorando en sus gestos. Quiso gritar y dejar ir todo de una vez, quiso llorar de nuevo, quiso mil cosas en muy poco tiempo. Pero ver la preocupada mirada de Woosung completamente anclada en sus propios ojos lo hizo ceder. Se repitió que todo estaría bien una y otra vez antes de asentir.
Woosung pasó de tener una mueca de nerviosismo a esbozar una sonrisa amplia y tranquila en muy poco tiempo, aunque realmente incluso él sabía que no estaba tranquilo ni mucho menos.

- Bien..., pero no deberíamos hablar de esto aquí.

JaeHyung se levantó de golpe, mirando al menor y esperando a que lo siguiera. Necesitaban un lugar donde no se les pudiera escuchar, donde no se dijera algo y no saliera de allí. "¿Dónde podemos ir?" se preguntó el rubio mientras echaba a andar por los pasillos mirando hacia todos lados.
Daba igual donde fueran, pues estaban vigilados todo el tiempo. Al final, la habitación de WooSung fue la elegida, por variar.

JaeHyung tragó saliva mientras veía como el menor cerraba la puerta y se acercaba a él. Puso una mano en el hombro del mayor y apretó el agarre para intentar tranquilizarle. Ambos se habían dando cuenta de lo nervioso que el rubio estaba y a WooSung le molestaba verle así porque conocía esa sensación y no era algo que le deseara a nadie.
Quizá conocía la conocía demasiado bien.

- Ven, siéntate - habló bajo el menor, tomando a JaeHyung por la muñeca y tirando de él.

Se sentaron en la cama del menor, mirándose y sintiendo el sonido del campanario en sus oídos.
Tenían una hora para hablar.

- Adelante - WooSung asintió, incitando al mayor para que empezara a hablar.

- Seré claro - comenzó Jae tras tragar saliva, hablando muy bajo -, tengo la sensación de que todo lo que sabemos y recordamos no es real.

Los ojos del menor se abrieron como platos y después asintió aún preso de su asombro. Prosiguió escuchando a Jae, quien se había envuelto en un abrazo al sentir como un escalofrío escalaba por su columna vertebral.

- Yo... he soñado con algo pero cuando las imágenes han llegado a cierto punto se ha cortado el sueño como si fuera una televisión que se apaga de golpe - confesó el mayor de carrerilla -. No sé cómo interpretar eso aparte de como lo he hecho, pero es que no sé cómo hacerlo. Además, es todo muy confuso porque lo único que recordamos es vivir aquí desde que tenemos uso de consciencia y, según mis propios recuerdos, no viví una infancia. Es decir, que no pasamos esa fase de ser unos niños, sino que aparecimos aquí siendo adultos. Está claro que algo no encaja...

- ¿Qué soñaste? - preguntó el de cabellos blancos, bajando la cabeza para procesar la información -. Dímelo sólo si quieres, tampoco te voy a obligar.

- Vi... un pasillo de la zona superior y recuerdo que había una puerta al final. Caminé hacia puerta y, después de un fogonazo de luz, vi a una señora. Recuerdo que ella lloraba, sentada en un banco, ahora parecía estar en un parque o así lo interpreté porque no pude verlo por completo. Instintivamente caminé hacia ella y, cuando toqué su hombro, la señora se giró. Al ver su rostro todo comenzó a dar vueltas y de golpe se apagó. Dejé de soñar, tan sólo había oscuridad - JaeHyung se llevó una mano a la frente mientras relataba, intentando ignorar el fuerte dolor de cabeza que ahora aparecía en su cabeza -. Cuando desperté, por alguna extraña razón, la imagen de la señora se me hizo muy familiar, como si la hubiera visto antes muchísimas veces. ¿Sabes esa sensación de que se te olvida algo y estás a punto de recordarlo? Ahí comenzó todo este dolor de cabeza y esa sensación de no saber si lo que vivo es real. Yo... ya no sé qué pensar es...

- Muy extraño - continuó la frase Woosung tras haber interrumpido al mayor.

De nuevo, aquel silencio que se había hecho un hueco en todas las conversaciones se había vuelto a hacer presente. Los ojos del de cabellos blancos se encontraban abiertos de par en par, con la mirada fija en ninguna parte y la cabeza en las nubes. Estaba tan enfrascado en procesar todo aquello y buscarle un sentido que no se dio cuenta de cuando, nuevamente, el campanario hizo sonar las campanas.
Tenían media hora.

- No sé qué hacer... - confesó el rubio con nerviosismo descendiendo por sus brazos hasta sus manos -, estoy tan perdido.

En ese momento, la mirada del menor escaló desde las manos del más alto hasta sus orbes oscuros y sin brillo, que descansaban mirando hacia los de Woosung sin interés alguno. Y el más pequeño se dio cuenta de que, por raro que pareciera, todo aquello que había salido de la boca del rubio era real.
Su expresión era tan diferente a como lo era normalmente que sabía que podía confiar en él.
Era casi como si fuera transparente.

- Debería irme... - soltó de pronto JaeHyung, levantándose de la cama.

En un gesto rápido, WooSung tomó la mano del alto para detenerle, haciendo que se girara al instante. Sus miradas conectaron por un momento y se mantuvieron en silencio.
Tanto silencio era enfermizo.

- Quédate un poco más, por favor - pidió WooSung, sin soltar la mano de su mayor -. No voy a poder con todas estas preguntas dando vueltas por mi cabeza, ayúdame a resolverlas, hazme ese favor...

- ¿Preguntas? - el rubio ladeó la cabeza, volviéndose a mover junto a la cama -. No sabía que ibas a... preguntarme cosas.

- ¿Bromeas? ¡Quiero saber todo!

Entusiasmado y preocupado a partes iguales, WooSung se levantó de la cama e hizo que el más alto se sentara allí, empezando a moverse por su habitación mientras formulaba todo un interrogatorio en su cabeza. Cuando tuvo la gran mayoría de preguntas claras, clavó su mirada en el contrario, parando su avance en seco.

- ¿Has tenido antes sueños como ese? ¿Desde cuando tienes el dolor de cabeza? ¿Qué provoca el dolor de cabeza? ¿Cómo-

- De una en una, fiera - habló Jae, ahora con un tenue brillo en sus ojos y una pequeña sonrisa que se dibujaba en sus labios.

-A ver, eh... - WooSung revolvió su propio cabello, visiblemente nervioso -.¿Has tenido más sueños como el que me acabas de contar?

- Depende...